Fue sin querer, una carambola desafortunada que terminó en la cara del juez de línea, pero Stefanos Tsitsipas no podía hacer otra cosa que disculparse. El servicio de Kyle Edmund en el torneo de Queens fue muy bueno y el griego solo pudo poner la raqueta a la desesperada, con tan mala suerte que golpeó a la pelota con el marco. Y la bola, sin control, acabó en el juez de línea quien, sin embargo, aguantó el tremendo golpe con una gran entereza.
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