Sudáfrica festeja una excelente carta de presentación del rugby seven en Sevilla

Sergio A. Ávila

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30/01/2022
Actualizado 31/01/2022 a las 02:40h.

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Punto final a las HSBC Spain Sevens, de las que ABC de Sevilla es medio oficial. Incontestable e imperial, así en Dubái como en Málaga y en Sevilla, n o hay quien detenga a Sudáfrica , que compite a todo trapo, no deja de conjugar el verbo ganar y a veces, como en la final celebrada de las HSBC Spain Sevens celebradas en el estadio de la Cartuja, hasta arrolla a sus rivales. Su última víctima fue Australia , a la que no le valió de nada adelantarse en el marcador por medio de un ensayo de Ben Dowling ni tampoco pudo sacar ventaja de la lesión de Justin Geduld.

Tanto le dio a Sudáfrica, que gobierna las Series Mundiales del seven con un rugby implacable, muy físico y de presión tan elevada que ahoga a sus contrarios. Al filo del intermedio, cuando se temía que pudiera pagar los contratiempos de los primeros siete minutos, Grobbelaar encontró una rendija en la estructura aussie para igualar el marcador y el mismo protagonista repetiría nada más reanudarse el choque, posando el balón en la zona de marca australiana y decantando ya la final para los blitzboks, a otro nivel.

Son más potentes, más físicos, más quirúrgicos. Aun perdiendo a Adonis, quedándose en inferioridad, volvieron a ensayar por medio de Oosthuizen y ya todo fue coser y cantar para Sudáfrica y rendición de Australia , encajado en su línea de veintidós, sin salidas ni vías de escape. Se le puso el partido imposible y fue Visser quien posó de nuevo para ponerle el lazo a una victoria rotunda (7-33) que ratifica el liderazgo de Sudáfrica en las World Rugby Seven Series.

El podio masculino lo completó Argentina , que fue plata en Málaga y superó a Irlanda (5-12) en la final por el bronce. En la categoría femenina sí que hubo victoria australiana (17-12). Y no sin sufrimiento. Porque Irlanda, que liderada por Murphy Crowe ha practicado un rugby estupendo, muy sólido, se colocó hasta 0-12, una ventaja más que jugosa en el seven, donde todo sucede a la máxima velocidad y los partidos se consumen pronto, sin solución de continuidad. Pero Australia se repuso del golpe y remontó con ensayos de Du Toit y Nathan , ésta por partida doble. En el choque por el tercer y cuarto puesto, Inglaterra dejó fuera del podio a Estados Unidos (19-12), que siete días antes había cantado bingo en el torneo de Málaga.

La sensación es que todo está más abierto en féminas que en hombres, donde Sudáfrica, con 34 victorias ya consecutivas en las Series Mundiales , sigue siendo el rey. Y no tiene pinta que vaya a ceder la corona tras sus triunfos en las dos fases de Dubái, Málaga y, ahora, Sevilla. El festejo de los blitzboks cerró un torneo en la capital hispalense que ha vibrado, sobre todo, con los partidos de las selecciones españolas. El desempeño de ambas, de los Leones y las Leonas, ha sido más que correcto aunque la última jornada les haya dejado, por las derrotas, un amargo regusto. Pero han de quedarse con lo positivo. Están en el camino correcto.

En la categoría femenina, España dio un paso más respecto a Málaga al superar la fase de grupos y alcanzar los cuartos de final metiéndose en la pelea por el Oro. Tiene margen de crecimiento el equipo de Pedro de Matías, que esta mañana cayó ante Rusia (28-0) y en la sesión vespertina ante Canadá (21-5), quedando finalmente en la octava posición. Un peldaño por encima del logrado en la capital costasoleña. Los chicos, por el contrario, bajaron un puesto en la dura pugna por la novena plaza. En ese camino superaron a Canadá (21-10) y Japón (26-5), pero esta tarde cayeron ante Kenia en el tiempo extra (19-24) , forzado por un ensayo de los africanos tras otro del sevillano Manu Moreno que alargó el partido más allá de sus catorce minutos estipulados. En la clasificación general, tanto las Leonas como los Leones son novenos , de modo que están en el camino del objetivo fijado en ambos casos: la permanencia en las Series Mundiales.

Con la entronización de Sudáfrica y Australia se echó el telón a esta experiencia de rugby seven en Sevilla, un auténtico espectáculo (muy televisivo) que ha tenido una excelente carta de presentación en la ciudad aunque en estos tiempos tan complicados de pandemia se haya echado de menos, quizá, algo más de público. En la grada baja de uno de los laterales del inmenso estadio de la Cartuja se han concentrado estos tres días los seguidores, que se lo han pasado en grande con la animación de Jaime Nava, viviendo una experiencia única y diferente: tres sesiones continuas con casi 80 partidos de rugby entre las mejores selecciones del mundo. Un disfrute para el aficionado al rugby, y para el que haya decidido adentrase en este mundo, en una ciudad con mucha tradición de balón oval. Quién sabe si ésta, ya acabada, con los focos de la Cartuja apagados, haya podido ser la primera vez de muchas del seven en la capital hispalense. El tiempo lo dirá.

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