Fútbol

Setenta años de la leyenda del Honved

Tomás González-Martín

Setenta años del nacimiento de una de las grandes historias del fútbol mundial. Se nos han ido al Olimpo de la gloria Puskas, Kubala, Kocsis, Czibor, todos ellos, pero su herencia es eterna. El 49 es un año muy especial para el balompié. En enero de aquel año Hungría se convirtió en un estado comunista y los clubes quedaron nacionalizados. Aquel salto hacia el comunismo provocó el nacimiento del gran Honved y la posterior escapada, con la invasión soviética de Hungría en 1956, de Puskas, Czibor, Kocsis a España. Aquellos siete años marcaron la historia de Hungría y del fútbol español y europeo, porque los celos que producía el Honved estelar suscitó la creación de la Copa de Europa.

Daucik y Kubala escaparon en 1949 de Hungría y Eslovaquia y llegaron al Barça en 1950. Ellos aconsejaron a sus amigos húngaros

La historia presenta otra aventura paralela que se funde con la primera para formar una impresionante aventura que será llevada a la gran pantalla. Ladislao Kubala y Fernando Daucik ya se habían fugado del yugo comunista al nacer 1949. Pasaron por las fronteras de Suiza y Austria con documentación falsa hasta llegar al campo de concentración de Cinecittá, Italia, donde fundaron el Ungarian, un equipo de exiliados que reunió a otros grandes futbolistas de Hungría y Checoslovaquia.

La revolución Húngara

Para viajar hasta el centro de Italia, el inolvidable Fernando Daucik narcotizó a sus hijos en el viaje por los trenes, entre ellos Javier Daucik Kubala, que ha relatado ABC aspectos increíbles de esta historia: «Nos dieron cosas para que nos durmiéramos, así no hablaríamos y no delataríamos que éramos húngaros y eslovacos que escapábamos del comunismo».

El duelo de Copa de Europa entre el Honved y el Athletic permitió a Puskas, Czibor y Kocsis viajar con el equipo español el 20 de diciembre de 1956, en el tren que les llevaba desde bruselas a Bilbao, y quedarse en nuestro país. La Unión Soviética había invadido Hungría, para anular la Revolución popular nacida en octubre, y los tres futbolistas no pensaban volver a un país comunista y dominado por los soviéticos

Mientras sobrevivían en el campo de concentración cercano a Roma, sus amigos fieles les informaron del nacimiento del Honved en Hungría. Puskas y Bozsik jugaban en el Kispesti. Sebes era el seleccionador nacional. Los dos grandes equipos del país eran el Ferencvaros y el MTK de Budapest. La policía secreta se hizo cargo del MTK. El Ferencvaros estaba mal visto por el poder comunista, pues era un club conservador. Sebes aprovechó la crisis para transformar al modesto Kispesti, una población que desaparecía al ser absorbida como un distrito de Budapest, en el Honved. La nueva denominación del equipo derivaba de Honvedseg, el nombre del ejército húngaro, y la palabra «honved» significa «el defensor de la patria».

El reclutamiento del ejército permitió al Honved de Sebes fichar a Kocsis, Czibor y Budai, del denostado Ferencvaros, y al guardameta Grosics. El seleccionador utilizó con inteligencia al Honved como columna vertebral del equipo nacional. Formó así la base de «los magyares poderosos». Hungría, con todas estas estrellas, se proclamó campeona olímpica en 1952, campeona de Europa Central en 1953, derrotó a la fanfarrona Inglaterra en dos ocasiones y perdió la final del Mundial de 1954 ante Alemania, 3-2, cuando era favorita. «Puskas jugó la final con un pie roto», señala Javier Daucik Kubala, dato que muy pocos conocen.

Unos meses antes, el 13 de diciembre de 1953, tras las humillaciones que Inglaterra sufrió ante la maravillosa Hungría, 3-6 en Wembley y 7-1 en Budapest, el Honved fue retado por el Wolverhampton, que se proclamaba el mejor equipo del mundo, para comprobar cuál era el número uno. El conjunto inglés venció 3-2. La polémica del liderazgo provocó que el diario «L’Equipe» ideara la creación de la Copa de Europa, que comenzó en la campaña 1955-56. El Barcelona rechazó el proyecto. Bernabéu dio el «sí» del Real Madrid y viajó a París, a pesar de la oposición de Franco, para germinar la mejor competición de todos los tiempos.

Fue la Copa de Europa el torneo que permitió a Puskas, Czibor y Kocsis escapar del yugo comunista. El 23 de octubre de 1956 explotó la Revolución Húngara. La Unión Soviética invadió el país y el 10 de noviembre acabó a cañonazos con el levantamiento.

El Honved debía enfrentarse en Copa de Europa al Athletic, campeón de Liga español 1955-56, en la segunda ronda del torneo. El partido de San Mamés, disputado el 22 de noviembre del 56, finalizó 3-2 a favor de los locales. Dada la invasión soviética, el segundo encuentro no podía dirimirse en Budapest. Los jugadores húngaros se quedaron en España. Se negaron a volver a su país. Incluso organizaron un partido amistoso en San Sebastián.

El duelo de vuelta ante el Athletic se jugó en Bruselas el 20 de diciembre. La lesión del portero magyar obligó a Czibor a a ejercer de guardameta. El encuentro acabó 3-3. El Honved estaba eliminado. Puskas, Czibor y Kocsis organizaron su fuga. Viajaron desde Bruselas en tren a Bilbao, con la expedición del Athletic. Puskas recaló en el Real Madrid. Czibor y Kocsis en el Barcelona. Kubala ya les esperaba en el cuadro azulgrana. Daucik había dirigido un excelso Barcelona desde 1950 a 1954. Ellos les abrieron las puertas de España. Los dos grandes españoles se reforzaron con las figuras húngaras. El Honved, sin ellas, dejó de ser grande.

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