Real Madrid

Mbappé enciende al madridismo

Confiesa en una entrevista que pidió al PSG abandonar el club y detalla su frustrado fichaje por el Real Madrid, que sigue convencido de contratar al francés a partir del 1 de enero

Tomás González-Martín

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El Real Madrid sabe que Kylian Mbappé desea marcharse del París Saint-Germain desde hace tres años y la hoja de ruta continúa su camino recto, incólume, sin variaciones. El futbolista ha dicho que quiere militar en el equipo que más Champions ha conquistado, para ganarla, y esa prioridad no es una cuestión de dinero. Es la razón por la que el club español presentó este verano tres ofertas de traspaso para fichar al francés, un año antes del final de su contrato. Conocía de primera mano la petición del futbolista ante Nasser Al-Khelaifi, presidente del PSG, para ser traspasado. La solicitó, como dice la estrella, a finales de julio, con el fin de otorgar un margen a la entidad parisina para fichar otro jugador.

La inesperada oportunidad de contratar a Messi cubría perfectamente un posible adiós que el equipo francés impidió al rechazar la operación. Mbappé ha concedido una entrevista a Radio Monte Carlo en la que alimenta el sueño del madridismo al reconocer públicamente su deseo de ser transferido y concretar que lo propuso en julio y no en agosto, como Leonardo, director deportivo del PSG, dijo para criticar al jugador y echarle a la afición parisina en contra, como ha sucedido.

El club blanco piensa que la posición del jugador es inamovible y aunque el PSG le haga más ofertas se mantendrá impasible, para poder negociar con el Real Madrid el 1 de enero e incluso fichar a futuros con fecha de 1 de julio

«Pedí irme a finales de julio y desde ese momento no quise renovar», precisa el delantero. «Quería que el club me buscara un traspaso para que pudieran tener un recambio de calidad. Deseaba que los dos saliéramos beneficiados y nos diéramos la mano para hacer un buen trato. Pero les respeté y les dije que ‘si no quieres que me vaya, me quedo’. Siempre he sido feliz en este club los cuatro años que pasé aquí y lo sigo siendo».

Mbappé niega tener mala relación con su club, aunque todas sus palabras son una respuesta al comportamiento de Leonardo: «No me gustó que dijeran que estaba buscando irme a finales de agosto, porque no es verdad y me hizo sentir como un ladrón ».

En la entrevista no cierra la puerta a una renovación con el PSG y el club francés hará una nueva oferta para hacerle cambiar de opinión. Esa puerta entreabierta al París Saint-Germain es un acción inteligente para no vivir un insoportable acoso mediático y dialéctico de su club y de sus seguidores, que le silbaron desde la presentación de la plantilla en el mes de agosto.

En el Real Madrid piensan que la posición del futbolista se mantiene inamovible en su anhelo de vestir desde el próximo verano la camiseta de las trece Copas de Europa.

Quedan 84 días

Mbappé puede negociar oficialmente con la casa blanca el 1 de enero, cuando entra en sus últimos seis meses de estancia en su equipo, e incluso firmar su contrato de futuros con fecha del 1 de julio, momento en el que queda libre del PSG. Restan 84 fechas para esa libertad de acción.

La entidad española le ofrecerá una suculenta prima de fichaje, superior a los 30 millones de euros, por venir libre y sobre todo por aguantar durante tres temporadas una situación muy difícil que en los últimos tiempos se transformó en una presión desagradable, como el jugador y el propio Real Madrid auguraban.

El delantero sabe que el PSG realizará una nueva intentona en la que posiblemente le ofrecerá el mismo sueldo que Messi y Neymar, 36 millones netos. Precisamente, otra de las cosas que más han molestado al francés en los dos últimos años es que siempre le han propuesto menos dinero que a las otras dos figuras, aunque Al-Khelaifi diga que los tres están en igualdad de condiciones.

El mes de enero será clave en la solución de este largo litigio. El Real Madrid piensa que lo tiene todo atado y bien atado, porque no es cuestión de dinero, sino de querencia futbolística, de títulos, de Balones de Oro. La reflexión es que si fuera por euros la estrella se quedaría en París, porque pertenece a un club-estado, el catarí, y nadie puede pagar más que ellos .

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