Así evitó Zidane el «chivatazo» de la alineación

Zidane y el Real Madrid estaban alerta por las filtraciones de las alineaciones del entrenador ante los partidos más relevantes de la temporada. Y lo ha solucionado con la actuación del club para vigilar y tomar cartas en el asunto. Los jugadores y todos los profesionales de la casa sabían lo que se perseguía. Y ayer nadie dijo nada. El entrenador del Real Madrid estaba molesto desde hace tiempo porque veía como sus onces decididos se filtraban cinco o siete horas antes de sus encuentros importantes. Sucedió frente al Barcelona en diciembre. Y se repitió hace unas semanas en los partidos frente al PSG, dos citas que significaban la temporada para la empresa, para los futbolistas y para el propio Zinedine Zidane. No era admisible permitir esto. La victoria histórica del campeón fue el colofón a un cierre hermético del grupo, como quería el entrenador. Como debe ser.

El preparador y sus ayudantes no podían admitir que hubiera un chivato de sus onces. El francés no comprendía qué interés podía tener un futbolista, u otro profesional que viaja en la expedición, para decir a un periodista el once que se medirá al rival en un encuentro importante. Porque por encima de la amistad se encuentra lo que el club se ha jugado y se juega, que es todo. No es bueno adelantar al entrenador rival la alineación porque tiene tiempo para estudiarla y plantear un sistema distinto. Se le conceden horas al enemigo para pensar y cambiar . En el duelo de ida ante el PSG, en el Bernabéu, no gustó que se supiera cinco horas antes que Isco era titular. Había una filtración. Lo mismo sucedió en el encuentro de vuelta, cuando Asensio y Lucas fueron titulares.

Anoche, Isco fue anunciado públicamente una hora antes, como exige la UEFA. No por la prensa unas horas antes. Mejor para el equipo y para el club. Como debe ser .

A Zidane le encanta tener a todos sus hombres concentrados hasta el final y que conozcan la alineación en la charla previa al partido, dos horas antes. Saber el once con seis horas por delante relaja a los jugadores, les quita tensión. Y el técnico quiere que los suplentes mantenga la fe por jugar en el segundo tiempo, porque harán falta. Pero la clave del enfado por la alineación delatada con anterioridad tiene dos puntos culminantes: es una traición a tu propio equipo, el que te paga, y es una ventaja que se concede de la manera más idiota al adversario. Ayer no se concedió ventaja al rival.

Zidane lo ha conseguido. En esta ocasión, en Turín, la advertencia ha tenido eficacia. Nadie ha filtrado el once. Una cuestión es que un periodista investigue para saber la alineación (nosotros publicamos el lunes que la incógnita externa era Isco o Asensio , pero que el técnico lo tenía decidido y el favorito era el malacitano) y otra cuestión es que un profesional de la casa lo cuente. Zidane hizo oficial la alineación a las ocho menos cuarto de la tarde del día 3 abril, cuando tuvo que dar el once a la UEFA. Y todo el mundo confirmó que Francisco Alarcón era el elegido. El filtrador, los filtradores, estuvieron en silencio. Sabían que había vigilancia extrema. Es como debe ser. Como debería ser siempre. Aviso para navegantes. Salió Isco y dio el pase a Cristiano en el 0-1. Sin chivato. Mejor para el Real Madrid. Ganó por 0-3. Sentenció los cuartos de final. Y Cristiano dejó un gol para la historia.