Fútbol
El Madrid no sabe remontar si empieza perdiendo
Uno de las señas históricas del equipo blanco, en el olvido. Los de Zidane no le dan la vuelta a un partido desde febrero de 2020
La historia del Madrid está cimentada en un trasatlántico de títulos, muchos de ellos conseguidos de manera heroica, con gestas seguramente inalcanzables para el 99% del resto de los equipos del mundo. Entre ellas, levantar partidos y resultados imposibles. Si hay un club que lleva el gen de la remontada en su ADN ese es el Real Madrid.
Que se lo pregunten a un buen número de equipos europeos que lo sufrieron en primera persona durante los setenta y ochenta, y también recientemente en los últimos años, cuando los blancos ganaron cuatro de cinco Champions . Además, los combinados españoles llevan décadas padeciendo esa manera de competir que tan bien resumen una de las enseñas motivadoras del Madrid del siglo XXI: «Hasta el final, vamos Real». Por eso choca mirar las estadísticas y ver que el conjunto de Zidane lleva casi doce meses sin voltear un marcador en contra cuando empieza perdiendo. Quizás ahí se explique un buen tanto por ciento de la dinámica descendente del equipo.
La última remontada del Madrid fue en El Sadar, el 9 febrero de 2020, justo un mes antes de que la pandemia pusiera el fútbol y la vida del revés. Los blancos ganaron con solvencia a Osasuna (1-4), a pesar de que los navarros se adelantaron con un tanto tempranero de Unai García . Desde entonces, el Real Madrid ha empezado perdiendo sus partidos en siete ocasiones, dos de Liga (Cádiz y Alavés), cuatro de Champions (City, Borussia Monchengaldbach y en dos ocasiones Shakhtar) y la semifinal de la Supercopa de España (Athletic Club). Solo en uno de estos partidos, ante los alemanes en la fase de grupos de la Champions, logró un mínimo resultado positivo: 2-2 tras estar con un par de goles de desventaja. Contra el Real Betis, en septiembre del año pasado, lograron los de Zidane voltear un marcador adverso, pero en el Villamarín comenzaron ganando. Del 0-1 de Valverde se pasó al 2-1 antes del descanso, y la remontada se culminó en los minutos finales, después de que los blancos empatasen con un autogol bético, con un gol de penalti de Sergio Ramos.
«Sin ganas»
El clásico poder intimidatorio del Madrid, invisible en estos últimos tiempos, le ha convertido en un equipo frágil, y eso también se nota en su espíritu competitivo: «No se puede salir al campo sin ganas de jugar, y eso es lo que nos está pasando», explican en la planta noble de Valdebebas a colación del enero negro de los blancos, que retrata a un equipo sin alma, sin piernas y sin ideas. Además, el Madrid no solo no es capaz de remontar un partido desde hace un año, sino que es víctima de su otrora infalible medicina. El peor Valencia en años le levantó un 0-1 para acabar goleándole 4-1, y el Villarreal y el Elche lograron igualarle el tanto inicial de ventaja (1-1 en ambos casos).
Más grave ha sido lo ocurrido en estos últimos quince días. El Alcoyano , un equipo de Segunda B, logró remontarle en Copa un 0-1 con diez jugadores. El sábado pasado, el Levante logró darle la vuelta a un 1-0, y aunque en esta ocasión eran los blancos los que estuvieron con uno menos, no se justifica el rendimiento sobre el verde de Valdebebas . Al Real Madrid se le ha olvidado de remontar.
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