Real Madrid

«Que Alá bendiga todas tus decisiones»

El mensaje nacional se escucha en el avión y en el aeropuerto, en las mezquitas y en los museos, en la ciudad vieja y en la moderna; los hoteles también reciben al turista con este lema, que advierte donde estás, en el país musulmán más recto

Tomás González-Martín

El mensaje de llegada a Yeda en el avión de Saudia Airlines era contundente: «Que Alá te ayude en todas tus decisiones». En árabe, inglés, en francés y en español. Era la advertencia: entrabas en la nación más estricta de la religión musulmana. Por si no lo tenías claro. . A los cien madridistas presentes por lo ancho y largo de los hoteles, muchos de ellos familiares de jugadores, les resuñtó muy extraño.

El mensaje se repite en todos los sitios, en muchos hoteles, en el Hilton, en el Crown, en el Hyatt, en el Crown Plaza, en el Holiday Inn, en el Ibis, en el Mercure, donde el lema era más extenso: «Que Alá bendiga todas tus decisiones de cada día».

La visita al museo Al Tabeyat, un mausoleo de toda la cultura de Arabia Saudí desde hace nueve centurias, expresa constantes menciones a Alá, como si la entrada al precioso recinto exigiera una convicción musulmana previa. Está pensado para los musulmanes de todo el mundo, pero al occidental se le antoja extraño tanto consejo religioso. Allí nos recibió, en la puerta, un empleado con la camiseta del Atlético.

El museo Darat Safeya, más moderno, también hace referencias al profeta y a la necesidad de hacer todo, cada día, pensando en cumplir con la fe islámica. Muchos madridistas se acercaron a este lugar de arte, con camisetas blancas y banderas españolas, incluidos profesionales del Real Madrid que se tomaron dos horas de asueto para ver esa exposición de objetos y construcciones antiguos y actuales.

En la Jameel House of Traditional Arts nos encontramos con un recepcionista con la camisola de Hazard. Había objetos bonitos de hace cincuenta y cien años, desde fotos en color sepia a carteles árabes del siglo XIX con los retratos de las familias más poderosas de Yeda y sus casonas de la vieja ciudad, ahora patrimonio de la UNESCO. Al entrar, se solicitó seguir los consejos del profeta, mientras un guía observaba las camisetas blancas de algunos seguidores y saltó: « Yo soy del Barça ».

A las doce y media de la mañana escuchamos a muecín entonar la llamada a la oración, con un té en la puerta de la mezquita más importante de la ciudad vieja, donde solo pudimos entrar los hombres . Para las mujeres, el mensaje no llegaba. Un té en la corta espera. Muchos varones se negaron a entrar si ellas no lo hacían . Fuimos después a ver el hotel Hyatt, y el Ritz Carlton, el más vanguardista, pero el mensaje no faltaba: «Bienvenidos, que Alá bendiga todas tus decisiones». Que así sea.

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