Real Madrid

Asensio copia el «planning» de Ronaldo

Zidane le dijo: «Ten paciencia». Es un futbolista decisivo y jugaría más a partir de febrero, cuando se dirime todo. Así ha sido

TOMÁS GONZÁLEZ-MARTÍN

Paciencia. Es la palabra que más ha escuchado Asensio desde que llegó a la primera plantilla del Real Madrid hace veinte meses. Tenía veinte años y una calidad intemporal. El informe de la dirección deportiva del Real Madrid exponía que era un jugador que superaría a muchos en muy poco tiempo, porque había nacido para esto, para regatear a un rival siempre que recibiera el balón, para disparar a portería con un talento a la antigua usanza. Su osadía estaba basada en un don innato. Estos futbolistas ya no surgen. Pero Zinedine Zidane le advirtió. Estaba predestinado a ser titular y debería esperar a serlo, porque delante había grandes profesionales curtidos que lo habían ganado todo , como Bale, como Benzema, como Isco . Entraría paulatinamente en el once. Jugaría mucho, pero no sería titular fijo. Y cada temporada disfrutaría de más minutos. Zidane ha cumplido lo prometido. Al mallorquín, no obstante, le ha costado aguantar ese rol en esta campaña tan complicada , con la Liga perdida demasiado pronto.

«Vas a jugar más cada año», le prometió Zidane. En la temporada 2016-2017 disputó 38 partidos. Debutó con veinte años y sumó 1.918 minutos, en los que marcó diez goles y dio tres. Marcó en la Supercopa de Europa 2016 ante el Sevilla y en la final de la Champions 2017 en Cardiff

El entrenador ha seguido con «Marco», así le llama, los pasos de Cristiano. Trasladó el «planning» del veterano al joven, porque los dos, con una diferencia de once años de edad, son talentos determinantes. El balear es un joven con magia y esta sería necesaria en los momentos clave del curso, a partir de febrero, cuando se jugaría el futuro del club en la Champions, el único torneo factible para el Real Madrid.

«Vas a jugar más cada temporaa», le prometió Zidane. Y es cierto. En la campaña actual, 2017-2018, lleva 48 partidos, 2.616 minutos de competición, once goles y cinco asistencias. Marcó dos golazos al Barcelona en la Supercopa de España, dio dos goles frente al PSG y anotó el 1-2 en Múnich. Y le falta la punta del iceberg: la visita del Bayern, en la que será protagonista, su esperada segunda final de Copa de Europa y cuatro jornadas de Liga

Al muchacho le costó digerir la situación. Tras su éxito en agosto, goleador monumental frente al Barcelona en la Supercopa de España, anotó otros dos golazos al Valencia en septiembre. Y la serie de fallos del equipo en el campeonato español le destinó a ser suplente. Acusaba la falta de regularidad de su juventud en un conjunto que requiere rendimiento constante siempre.

Disputaba casi todos los encuentros de Liga, pero en los segundos tiempos, en busca de exprimir su clase concentrada en los últimos veinte minutos. El responsable de la plantilla apostó por la vieja guardia para que diera la cara ante la difícil situación liguera. No quiso quemar mediáticamente al chaval en esa diatriba. Le desmarcó de la presión ambiental.

Ramos, el capitán, plasmó en un mensaje esa realidad: «Marco debe ir poco a poco , no le exijamos todo ya, dejémosle avanzar, se hará cada vez más un gran jugador, pero démosle tiempo» . Los postulados de «Zizou» eran trasladados a la afición por el jefe de campo, por el rey del vestuario.

 Asensio sufrió con esa realidad. Se la habían expuesto con anterioridad. « Vas a jugar más que el año pasado, pero a su debido tiempo, ten paciencia» . Paciencia, paciencia. Esa palabra es consuetudinariamente opuesta a tener veinte años. Es decirle a un Ferrari que corra a cien, que ya llegará su hora de apretar el acelerador.

El mallorquín tuvo que esperar para jugar con mayor intensidad . Lo hizo a partir de la eliminatoria con el PSG, cuando la entidad quemaba todas sus naves. Asensio decidió el duelo con dos pases de la muerte en el Bernabéu. El chico se ganó el protagonismo. Y fue titular en París. Y disfrutó de su participación ante la Juventus. Y selló un gran gol ante el Bayern.

El entrenador le prometió que tendría más minutos que la temporada pasada y así se ha producido. Le decía la verdad. En la anterior sumó 38 encuentros, 1.918 minutos de competición real, en los que consiguió diez goles. En la campaña actual lleva 48 partidos, 2.616 minutos de juego, once tantos y cinco asistencias. Y esto no se ha terminado. Falta la punta del iceberg, la que brilla o te hunde, la segunda semifinal de la Champions y su esperada segunda final consecutiva. En Cardiff anotó una diana. Superar sus récords de precocidad no es sencillo.

Lo que ha hecho el francés es programarle . Es genial para solucionar partidos importantes. Mañana también jugará ante el Bayernl. Su jefe ha cumplido lo prometido y el futbolista, ahora, está contento. Pero cuesta esperar.

Si, Zidane le aconsejó paciencia. Que todo llegaría . Partidos, minutos y goles. Y su acierto en el remate lo dmuestra cada vez más. Tras firmar el 1-2 ante el Bayern, ya suma 11 tantos esta campaña. Marco Asensio no pudo elegir mejor escenario para batir su récord de goles. El mallorquín logró el 1-2 en el Allianz Arena picando el balón con maestría para certificar la remontada blanca. Apoteósico. Magistral. Parece que rematar es algo intrínseco a su naturaleza, sin nervios, tranquilo . Es lo suyo.

Dos golazos al Barcelona en la Supercopa de Europa, otros dos golazos al Valencia en Liga y el anotado en Múnich destacan en su lista de aciertos

Múnich presenció su tanto número 11 esta temporada, superando los 10 con los que finalizó la pasada campaña. Solo Cristiano Ronaldo y Bale llevan más goles que él en la plantilla madridista en el presente curso.

La temporada pasada debutó con otro gran gol al Sevilla, en la Supercopa de Europa, y cerró la campaña con el 4-1 a la Juventus en Cardiff

Agosto fue el comienzo de una buena amistad. Sus primeros tantos de la campaña llegaron en la Supercopa de España. Un golazo en el partido de ida en el Camp Nou y otro en la cita de vuelta en el Bernabéu, ambos disparos desde lejos y por la escuadra, que contribuyeron decisivamente en la conquista del título ante el Barcelona. En Liga, ha marcado seis dianas: dos contra el Valencia y el Betis y una ante Éibar y Las Palmas. En Copa vio puerta ante el Leganés y el Fuenlabrada. Y, ahora, la Champions ha sido la cuarta competición en la que marca esta temporada. Un acierto determinante.

En la campaña anterior también firmó tantos inolvidables , al Sevilla en la Supercopa de Europa y a la Juventus en la final de Cardiff. Está tocado con la varita mágica. Solo tiene 22 años.

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