Real Madrid

Lucas y Asensio, el relevo generacional

El gallego y el mallorquín han dejado en segundo plano a Bale y Benzema; los dos jugadores españoles son decisivos para el Real Madrid

TOMÁS GONZÁLEZ-MARTÍN

Es ley de vida en el Real Madrid. Si no rindes con regularidad pierdes la titularidad . Lo hemo visto frente al PSG, la Juventus y el Bayern . Bale y Benzema eran intocables hasta hace un año. Los dos ganaron al lado de Cristiano las finales de la Champions de Lisboa y de Milán. Hasta que las lesiones, en el caso del galés, y el bajo rendimiento, en el caso del francés, exigieron un cambio que Zidane ha aplicado cuando se jugaba realmente la temporada.

El balear, decisivo: sus estallidos de talento dieron los dos goles clave ante el PSG para anotar el decisivo en Múnich

Ambos futbolistas no pueden quejarse de oportunidades. Ningún profesional en la historia de este club ha tenido más ocasiones de mejorar y mantener su puesto que estos dos delanteros. La paciencia del entrenador ha sido infinita, especialmente con su compatriota, a quien ha aconsejado desde que Mourinho le condenó a la reserva en favor de Higuaín. Con el británico se le acabó la paciencia antes, porque su falta de sacrificio cuando más hacía falta le puso una cruz y la raya. Habría sobrepasado el límite. Pero la razón principal del ocaso de los dos atacantes extranjeros ha sido el eficaz rendimiento de Lucas y de Asensio. El gallego se ha ganado su sitio en el equipo con su regate, su manera de romper las defensas, sus once asistencias de gol, sus ocho dianas y sobre todo con un trabajo defensivo como cuarto centrocampista y como lateral que ningún otro medio sabe hacer. El balear es «distinto», como señala el informe técnico interno de la entidad. No defiende como su amigo, pero ha nacido para este negocio. El «dribling» y el disparo le vienen de serie holandesa (su madre).

El gallego define el 4-4-2: se ha transformado en el cuarto mediocampista que Zidane buscaba. Presiona, defiende, ataca y da goles

Para Marco, ejecutar una finta y conseguir un gol es algo que le sale de dentro. Es un maestro del balón con 22 años. Está dotado con el talento. Hace sencillo lo difícil. No se pone nervioso ante un portero. Y como todos los genios, aparece y desaparece del campo en un santiamén, pero cuando aparece es increíble.

Bale y Benzema suman en conjunto 23 goles. El galés lleva 14 y el francés, 9. Acumulan 4.715 minutos. El galés, 1.972; el francés, 2.743. Y llevan 13 asistencias: el galés tiene 6 y el francés, 7

Los dos jóvenes se han catapultado hacia el estrellato. Han tomado el testigo de los dos veteranos. Lucas y Asensio representan el relevo generacional de un dúo, el formado por Bale y Benzema, que comparte su decadencia.

Lucas y Asensio suman juntos 19 goles, once del balear y ocho del gallego. Llevan entre los dos 5.158 minutos de juego. Marco, 2.589; Lucas, 2.569. Y suman en total nada menos que 22 asistencias, once cada uno. La diferencia es que son decisivos. Han sido determinantes en muchos partidos.

Zidane ha demostrado su personalidad al tomar decisiones drásticas cuando el club ponía en liza su futuro en ciento ochenta minutos. Miren que les ha dado mimos a Bale y Benzema, hasta quedar descolgado de la Liga en diciembre. El fracaso en la Copa concentró todas las apuestas del Real Madrid en la competición más complicada, la Copa de Europa. Y el técnico decidió apostar por Lucas y Asensio como revulsivos para sacar al Real Madrid adelante en la situación más peliaguda.

Lucas y Asensio fueron los principales culpables de la clasificación del campeón de Europa en la eliminatoria frente al PSG. Dirigieron la reacción del equipo cuando todo el mundo se temía lo peor. El gallego presionó y entró por la banda derecha. El mallorquín dio dos pases de gol que descifraron la contienda. Se han ganado el protagonismo para el futuro.

El estado en «off» de Bale en Turín fue la imagen del cambio . Lucas salvó los muebles al club con el penalti de Benatia en el Bernabéu. Y en el infierno de Múnich, los dos españoles quemaron las naves del Bayern. Vázquez, con un partido sensacional, multiusos. Marco, con un gol de mago, en bonita combinación con su amigo de Curtis. Bale, mientras, miraba desde el banquillo, como en Turín.

Benzema salió después y aportó fútbol. Su actitud es diferente a la de Bale. Quiere rendir, pelea, es positivo. Busca la reinserción. El galés está desconectado. La luz en el Real Madrid la encienden Lucas y Asensio.

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