Mundial de Superbikes

Ana Carrasco: «En las motos no hay machismo, sí desconfianza a lo desconocido»

La primera mujer que gana un Mundial contra hombres narra a ABC las barreras que tuvo que sortear hasta llegar a la cima

Ana Carrasco, en su visita este lunes a ABC justo después de proclamarse campeona del mundo BELÉN DÍAZ

Mario L. Clavero

Desde que nació tenía una moto en casa. Ha llevado su pasión por las dos ruedas al máximo nivel. No contenta con ser la primera mujer en ganar una carrera, también es la primera que gana un Mundial de motociclismo. Después de hacer historia y triunfar en el campeonato de Supersport 300, la categoría pequeña de las Superbikes, Ana Carrasco (Cehegín, 1997) responde a las preguntas de ABC con la misma alegría con la que encara las curvas de los circuitos: ágil, atrevida y sin guardarse nada . A pesar de que ya han pasado varias horas desde su triunfo, su felicidad sigue latente como en el primer minuto.

La piloto murciana se ha hecho reina entre hombres con su título conquistado en la pista francesa de Magny-Cours. Un título que no sabía que había conseguido cuando la carrera más importante de su vida había concluido. « Es verdad que al pasar la meta no sabía que había ganado. Hasta que no llegué a la quinta curva donde estaban los fotógrafos, que fueron los que me lo dijeron, no me enteré. Fue una alegría enorme porque el fin de semana fue muy difícil. Tuvimos que salir muy atrás en la parrilla (puesto 25) y pintaba todo un poco mal. Intentamos hacer una buena carrera y remontar todas las posiciones posibles », afirma Carrasco, que terminó decimotercera en el trazado galo.

Frente a las adversidades

A grandes obstáculos ha tenido que enfrentarse la española para hacerse con el campeonato. El primero de ellos fue un cambio de normas que cambió el panorama del paddock por completo. «Cuando se modificó el reglamento en la cuarta carrera, salimos muy perjudicados. La reducción de revoluciones en la moto y que me tuviesen que poner 14 kilos de peso extra fueron factores que hicieron que la moto fuese completamente distinta». El campeonato es suyo, pero Carrasco considera que la clave para hacer frente a estas adversidades de la temporada reside en su equipo. «Es una escudería con mucha experiencia y me ha ayudado a manejar la situación. Cuando llegaron las modificaciones en el reglamento me ayudaron a mantener la calma y a concentrarme en las carreras de cada fin de semana y no en el campeonato».

Acapara portadas en todo el mundo, muchos ya quieren volver a verla en el Mundial de MotoGP, donde compitió tres años en la categoría de Moto3. En principio, piensa en continuar en el campeonato que la ha visto hacerse campeona, pero no descarta ninguna opción. «Cuando ganas se abren muchas puertas. El año que viene seguiré en el campeonato de Superbikes porque me siento muy cómoda. Creo que aquí puedo seguir creciendo como piloto. Tengo gente alrededor que cree en mí y que me ayuda a ganar. De momento, no está en mis planes volver al Mundial de MotoGP , pero nunca se sabe».

Estadios de fútbol, canchas de baloncesto, circuitos… Cada vez es más habitual ver gradas repletas de mujeres, pero resulta más complicado verlas ganar compitiendo en deportes tradicionalmente masculinos. « Siempre ha habido muchas aficionadas a las motos , pero el hecho de que haya mujeres compitiendo y consiguiendo buenos resultados ayuda a que muchas más se sientan atraídas por este deporte», resume.

Cambios de reglamento, caídas y falta de material de primer nivel. Infinidad de barreras ha tenido que superar la piloto de Kawasaki, pero entre ellas no está el machismo, como ella misma valora. « No creo que en las motos exista machismo, sino desconfianza en algo que no se había visto. Ahora, se ha comprobado que una mujer puede ganar un campeonato. He estado muchos años en los Mundiales peleando con material que no era del todo competitivo y siempre me ha faltado alguien que apostara por mí. Este ha sido el primer año que lo he tenido y he podido demostrar que tengo el nivel para ser campeona», se defiende.

Nadie se lo ha regalado y mucho menos ha sido cuestión de suerte. Y el próximo año, Ana Carrasco quiere más. No sabe si cambiará de categoría, pero de seguir en Supersport 300 la siguiente temporada, hará lo que todos los pilotos sueñan: lucir el número uno en su carenado. Por algo es la campeona del mundo.

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