Río 2016 | GolfLeona Maguire, golfista por telepatía

No deja de ser común que exista una relación de parentesco entre los golfistas y sus "caddies". Aunque se trata de un trabajo profesional y remunerado, a menudo los jugadores prefieren tener a su lado a alguien de su extrema confianza antes que a una persona con la que no le una más vínculo que el meramente laboral. De hecho en la competición olímpica femenina que mañana comienza hay combinaciones de todo tipo: madre e hija (el caso de la paraguaya Julieta Granada); marido y mujer (Azahara Muñoz); hermano y hermana (Carlota Ciganda); hermana y hermana (Brooke Henderson) o, lo que ya es rizar el rizo, gemela con gemela (Leona Maguire).

El caso de estas irlandesas de 21 años es curioso, pues llevan sorprendiendo en el terreno amateur desde hace tiempo.

En la Solheim Cup de Dublín 2011 la organización local ya las trataba como auténticas heroínas y su paso por el campo aficionado está siendo espectacular. La que más está despuntando es Leona, que acaba de proclamarse por segundo año consecutivo número uno del mundo, pero su hermana Lisa no le anda a la zaga. De hecho, sus hándicaps son bajísimos (plus 5 y plus 3, respectivamente) lo que quiere decir que empiezan cada recorrido con esos golpes de menos con respecto al campo y a sus competidoras de categoría.

Esta semana, sin embargo, la de la Isla Esmeralda se mide a las profesionales al más alto nivel. "Todavía no me he hecho 'pro' porque quiero acabar los dos años de universidad que me quedan -declaró Leona- pero mi futuro está con estas jugadoras. De hecho, el próximo otoño disputaré la escuela de la LPGA para ver si puedo jugar el circuito cuanto antes". Se da la circunstancia de que es una de las tres aficionadas que competirán en Barra de Tijuca, junto a la suiza Albane Valenzuela y a la hongkonesa Tiffany Chan. Buena prueba del gran nivel que tienen las categorías inferiores a nivel internacional.

Lo curioso de las Maguire es que son plenamente intercambiables. De hecho, Lisa reconoce que "juego los mismos palos y hago las mismas distancias que mi hermana. Pensamos de manera parecida y no tenemos ni que hablarnos cuando le llevo la bolsa". Tanto es así que Leona sonríe divertida y apunta que "lo que pasa es que nos comunicamos por telepatía, por eso sabemos lo que debemos hacer en cada instante". Eso sí, entre ellas no se perdonan una. "Estamos siempre compitiendo, desde pequeñitas- reconoce Lisa -. De momento es un poco mejor que yo, pero le va a costar trabajo seguir ganándome", bromea.