Carolina Marín, preparada para el oro
Carolina Marín, preparada para el oro - AFP

Río 2016 | BádmintonLa mente, el mejor golpe de Carolina Marín

La onubense cuenta con un entrenador mental que la prepara para cualquier imprevisto. Hoy va a por la final

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A través del teléfono o del ordenador, Juan Carlos Campillo analiza con Carolina Marín y su equipo las victorias y los partidos que quedan hasta llegar al oro. Es su «entrenador mental», con quien trabaja desde febrero todas las posibles situaciones que se va a encontrar en los Juegos. A solo dos partidos de la medalla, las sesiones virtuales se vuelven cada vez más precisas y más relevantes.

«En el alto nivel, las diferencias físicas y técnicas son mínimas. Todo el mundo se entrena a tope. Lo que cambia es cómo estás tú, cómo puedes gestionar tus emociones y lo que ocurre en la pista», explica Campillo para ABC. Ya había proporcionado al entrenador de Marín, Fernando Rivas, algunas técnicas para preparar el Mundial, pero querían ir un paso más allá con los Juegos y adoptaron las sesiones con Campillo como uno más de los entrenamientos.

Una vez a la semana, Marín pasaba por su consulta para recrear situaciones de los partidos que podrían darse en Río 2016. «Qué ocurre si hay aire en el pabellón, o si hay una mala noticia familiar antes del encuentro o una lesión o problemas con el público. Todas las opciones posibles para que no se encuentre indefensa, porque te las puedes encontrar y aunque llegues en tu máximo esplendor, no rindes», continúa Campillo. También lleva a otros deportistas de alto nivel de golf, atletismo o incluso al seleccionador Julen Lopetegui, y admite que el equipo de Marín solo trabaja en positivo. «Estamos en el convencimiento del ganar. Está todo enfocado a eso. No le hemos dedicado ningún tiempo a la derrota. Tiene claro que se pierde un partido no puede ser por error propio, solo por que la rival haya sido mucho mejor».

Receptiva

Carolina Marín lo ha entendido a la perfección y sale a cada partido convencida de su éxito. «Que salga tan fuerte al principio no es casualidad. Es una chica muy receptiva. Absorbe todo con mucha humildad y tiene muchas ganas de seguir aprendiendo. Con esa actitud, no tiene límites. Los tiene el deportista que no escucha o cree que lo sabe todo, pero Carolina ve siempre una oportunidad de crecimiento». No obstante, a las sesiones que compartían en el Centro de Alto Rendimiento no iba solo la onubense, también acudía Rivas o Anders Thomsen, o los tres. Una forma de fortalecer la confianza del grupo y gestionar los momentos de tensión. «En un partido los deportistas no suelen ni mirar ni escuchar ni procesar las directrices que le indica el entrenador en los descansos. Y que pueden ser relevantes porque ve el partido desde fuera. En estas sesiones conjuntas tratamos de crear y mantener la energía y la conexión para que la información sea más fluida».

No se han olvidado de nada, ni de crear una coraza en torno a Carolina en la que desprenda agresividad con su sola presencia. «Trabajamos el lenguaje corporal, la actitud, los gestos, la mirada. Que la rival tenga que sudar mucho si quiere derrotarla», señala Campillo. El «coach» o «entrenador personal lamenta que en el deporte español este tipo de preparación no sea tan común como requiere la competición. «Lo hemos dejado un poco de lado y no se le da la importancia que se merece. Creemos que no pasa nada, que si sacas la técnica y el físico y demuestras lo que te has entrenado es suficiente, pero la presión de los Juegos es mucho más. Dejamos el éxito en manos del talento del deportista, pero sin prepararlo para situaciones imprevistas. Lo utilizamos después, cuando hay problemas».

Con Marín no. Se ha encargado de anticipar el futuro: visualizar el oro con todas las trampas que se le van a cruzar en el camino. Hoy Li Xuerui es una de ellas, pero está preparada.

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