Tokio 2020

La motivación de Valero: Braveheart, Luis Aragonés y un papá con superpoderes

Un vídeo enviado por su entrenador, Carlos Coloma, impulsó al ciclista en esa última vuelta hacia el bronce

Vídeo: ATLAS
Emilio V. Escudero

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« ¡Hazlo por tu hijo! ». El grito de uno de los mecánicos de la selección española a David Valero antes de la última vuelta llevaba escondido un mensaje mucho mayor. No era una simple arenga apelando al corazón de un padre . Iba más allá. Al vídeo que le había llegado la noche anterior a la carrera y en el que el medallista tenía toda la motivación necesaria para afrontar con rabia y ambición esos últimos kilómetros.

La grabación casera llevaba la firma de Carlos Coloma , entrenador del andaluz y bronce en los pasados Juegos de Río . En la misma quería que David dejara a un lado todos sus prejuicios y sus lastres. Que dejara de pensar que no podía ganar solo por el simple hecho de que otros lo hubieran hecho en otras ocasiones y él no. «Lo que intenté durante la última semana de concentración antes de viajar era que se centrara en su hijo pequeño, que tiene dos años. Marco siempre le dice que va a ganar, que es un extraterrestre y que tiene superpoderes y le dije que no pensara en nadie más. Que los mayores siempre dicen que hay cinco o seis favoritos y le sacan de las opciones de la medalla y eso mentalmente ejerce un sensación negativa, porque parece que ser diploma ya es suficiente. Yo le dije que podía ganar y que si veía que tenía opciones de ganar o de subir al podio que se acordara de su hijo », explica Coloma en una conversación telefónica con ABC.

Para recordarle eso que tanto habían hablado antes de viajar a Tokio, el exciclista le envió una grabación el fin de semana. « Le envié un vídeo que contenía escenas de Luis Aragonés arengando a los jugadores de la selección, imágenes de la película 'Braveheart' y también una escena de su mujer con su hijo. Ahí, el pequeño le decía que iba a ganar. Que él sabía que iba a ganar y que cuando volviera a casa le iba a dar muchos besos . Creo que esto le ha podido ayudar, porque la mente sin prejuicios de un niño puede darle alas a cualquiera», apunta el técnico, que confiesa que ha llorado mucho más ahora que cuando él ganó el bronce.

«Hoy he llorado mucho. No me quedan lágrimas porque ha sido un día muy emotivo. Cuando me ha llamado David hemos llorado mucho los dos . Lo que he sentido con él estos meses, después de mi retirada, ha sido muy grande y verle cruzar la línea de meta y ser medalla de bronce es una sensación indescriptible. No puedo compararla con lo que sentí cuando yo fui bronce en Río, pero puede ponerse a la altura», resume el exciclista.

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