Eurocopa 2016

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Will Grigg La estrella anónima e inesperada de la Eurocopa 2016

Will Grigg se ha convertido en un ídolo por culpa de las redes sociales aunque no ha jugado ni un minuto aún

Will Grigg: 
La estrella anónima e inesperada de la Eurocopa 2016

Por encima de cualquier otro jugador de Irlanda del Norte se impone la figura de George Best, el genial mediapunta del Manchester United apodado "el quinto Beatle" que deslumbró al mundo en los años sesenta y setenta con sus regates imposibles, sus excesos y sus excentricidades.

Su sucesor estos días se llama Will Grigg y pese a que no ha jugado ni un minuto en la Eurocopa ha logrado que toda la grada norirlandesa coree su nombre en cada partido y contagie de simpatía al resto de aficiones.

Con su club, Best ganó varios campeonatos ingleses y la Copa de Europa de 1968, año en el que fue distinguido con el Balón de Oro. Pero en los 37 encuentros que a lo largo de 13 años disputó con su selección nacional no logró jugar un Mundial ni tampoco una Eurocopa. El fútbol internacional le pasó de lado.

Best (Belfast, 1946 - Londres, 2005), al que se le recuerda también por un irónico sentido del humor ("Gasté mucho dinero en alcohol, mujeres y coches rápidos. El resto lo malgasté"), desplegó su incorregible talento en los años en los que la televisión pasaba del blanco y negro al color.

Paradojas de la vida moderna, las redes sociales han convertido a uno de sus anónimos compatriotas en la gran estrella de su selección en la primera Eurocopa en la que participa Irlanda del Norte, con opciones incluso de clasificarse para octavos de final como primeros de grupo, por delante de la Alemania campeona del mundo.

El héroe en cuestión se llama Will Grigg y es un delantero de 24 años que milita en el modesto Wigan Athletic de la Football League Championship, club que acaba de lograr el ascenso a la segunda división inglesa tras ganar esta campaña la Leage One.

Grigg aportó a esa gesta 5 asistencias y 25 goles -20 dianas desde enero- con los que llamó a las puertas del seleccionador de Irlanda del Norte, Michael O'Neill, quien le incluyó en la lista de los 23 para la Eurocopa.

El joven ariete -nacido en Inglaterra (Solihull) pero con pasaporte norirlandés- aún no ha saltado al terreno de juego, ni en la derrota contra Polonia (1-0) ni en la victoria contra Ucrania (0-2), pero es la musa de la afición norirlandesa y nombre retumba en las gradas cuando su país juega al fútbol.

La culpa la tiene Sean Kennedy, un aficionado del Wigan que se grabó en el salón de su casa con una pandereta, versionando la noventera canción de Gala "Freedom for Desire", y convirtió el vídeo en un fenómeno viral.

A capela, con el soniquete del tema original de fondo, Kennedy alteró la letra de la canción, cuyo estribillo quedó así: "Will Grigg's On Fire, your defence is terrified" (Will Grigg está en racha, tu defensa está aterrorizada).

La musiquilla caló primero entre los aficionados del Wigan y pronto la hicieron suya los seguidores de la selección de Irlanda del Norte, una nación de 1,8 millones de habitantes dividida durante décadas por un conflicto armado entre nacionalistas (de confesión católica y partidarios de unirse a Irlanda) y unionistas (en su mayoría protestantes y favorables a permanecer en el Reino Unido).

Hoy las gradas del Estadio de Francia de Saint Denis, a las afueras de París, se poblarán de aficionados norirlandeses para animar a los suyos en la última jornada del grupo C contra Alemania, que es líder provisional (4 puntos), empatada con Polonia (4 puntos) y seguida de Irlanda del Norte (3 puntos) y Ucrania (0 puntos).

[¿Dónde ver el Irlanda del Norte-Alemania?]

En un grupo muy abierto, los norirlandeses pueden tanto lograr el pase a octavos como primeros de grupo, como caer eliminados, a expensas de lo que ocurra en el duelo entre Polonia y Ucrania y en el resto de grupos (clasifican los cuatro mejores terceros de los seis grupos).

Sea cual sea el devenir de la selección de Irlanda del Norte, de lo que no hay duda es de que volverá a escucharse el pegadizo himno en honor de Will Grigg. Sonará en París, si logran la victoria, y aún con más motivos si debuta el delantero del Wigan.

Pero también retumbará si les toca hacer las maletas y tomar un avión con rumbo a casa, donde muy posiblemente su incondicionales les reciban como grandes campeones al aterrizar, quizá, en el Aeropuerto de la Ciudad de Belfast George Best.

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