Fútbol

La Federación certificó dos veces una «conformidad» que no existió

El secretario general firmó y envió al CSD una versión de lo ocurrido en la asamblea que contrasta con las grabaciones

Rubiales, imputado por falsedad documental

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Cualquiera que vea el vídeo que está colgado en la web de ABC con la parte de la asamblea de la Federación Española de Fútbol celebrada el pasado 16 de diciembre en la que se trató la ampliación de cinco miembros natos comprobará que en ningún momento existió votación ni tampoco el más mínimo amago de debate. Ni siquiera se escucha esa frase clásica de las juntas vecinales:«Se da por aprobado». Tampoco. Nada. El episodio consiste en una explicación por parte de Andreu Camps y de Luis Rubiales –secretario general y presidente de la Federación– de los trámites que se han seguido con el Consejo Superior de Deportes (CSD) y de la propuesta que se pretende elevar a la Comisión Directiva de dicho organismo, que es la encargada de visar cualquier reforma estatutaria. Pero no hay visos de aprobación, de conformidad ni de nada que se le parezca remotamente.

Ese mismo día, poco después de concluir la asamblea, Camps envía al CSD dos documentos en los cuales se habla de algo que no existió . El primero es un escrito dirigido al director general de Deportes, Mariano Soriano, en el cual le explica que adjunta una certificación de que la asamblea «ha prestado su conformidad» a que se incluyan nuevos asambleístas. Y el segundo documento es la propia certificación firmada por Andreu Camps en la que se vuelve a asegurar que «la asamblea ha mostrado su conformidad con los cambios de redacción propuestos para adecuar la propuesta inicial a la legalidad».

Esa reiteración lleva a pensar a la Federación Madrileña de Fútbol –responsable de la denuncia que ha llevado a Rubiales y Camps a tener que declarar el próximo 21 de mayo en un juzgado de Madrid por un presunto delito de falsificación de documento público– que «no estamos ante un malentendido, no estamos ante errores de interpretación o transcripción en la certificación, estamos ante una treta de los denunciados» para «intentar dar a entender al CSD que se ha aprobado en la asamblea la modificación de los estatutos».

«¿Alguien puede sostener que en los diez minutos de exposición del

“tema” en la asamblea general del 16 de diciembre se expusiera realmente lo tramitado ante el TAD y el CSD y su resultado? Claramente no. ¿O que realmente se planteara el acuerdo de modificación de loos Estatutos que finalmente se traslada al CSD? Claramente no», expone la Federación Madrileña, que llega a calificar de «engañifa» una maniobra «que así expuesta pasa desapercibida porque parece cierto lo que se dice, pero no lo es, como tampoco lo es lo que se certifica porque no ha habido acuerdo o aprobación alguna sobre el particular en dicha asamblea. Es falso, y falso es lo que se presenta al CSD».

Dos verbos distintos

Tras la información avanzada por este diario, la Federación Española emitió una nota en la que utilizó dos verbos distintos para referirse a lo ocurrido. Por un lado, asegura que la asamblea «asumió esa cifra sin necesidad de una nueva votación , puesto que no era nueva sino que ya estaba implícita en la redacción aprobada, por amplísima mayoría, en la sesión de junio». Y por otro, señala que el certificado solo dice que el secretario general «puso en conocimiento de los miembros de la asamblea las modificaciones». Sin embargo, cualquiera que vea el vídeo de la asamblea y que revise los documentos que hoy publicamos puede comprobar que ocurrió exactamente al revés:que la asamblea general no asumió nada, porque ni siquiera se le dio la oportunidad de aceptar o discrepar sobre lo que se le estaba presentando, y que después Camps no solo certificó ante el CSD la puesta en conocimiento de los asambleístas, sino que fue más allá al asegurar que estos habían «mostrado su conformidad con los cambios de redacción propuestos».

«Algo inexistente»

En su denuncia, la Federación Madrileña acusa a Rubiales y Camps de haberse valido de un certificado «con una aprobación de algo inexistente» para sacar adelante «una ampliación de miembros natos a conveniencia de los promotores ante el CSD». Y por la estructura del certificado, consideran que «es patente el dolo falsario» de los ahora investigados.

La Federación Española puso ayer especial énfasis en señalar que la

territorial denunciante fue una de las que habían votado en junio a favor de la primera propuesta de ampliación, cuando se aprobó casi por unanimidad. Sin embargo, fuentes jurídicas consultadas por ABC no creen que dicho argumento vaya a servir en los juzgados , porque un asambleísta puede estar de acuerdo con la ampliación de 19 miembros y sin embargo estar en contra de una ampliación de cinco. Por ejemplo, David Aganzo, el presidente de la AFE, que iba a ser uno de los 19 miembros natos incluidos en la primera propuesta, se vio perjudicado al quedarse fuera en la segunda y podría perfectamente haber votado en contra si se le hubiese dado opción.

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