Lozano no investigará cómo se gestó la «ampliación exprés»

El Consejo Superior de Deportes, supuesta víctima de los documentos presuntamente falsificados, no tiene intención de abrir ninguna investigación al respecto . Es al organismo gubernamental al que le colaron como verdadera una presunta «conformidad» que, a tenor del vídeo de la asamblea, jamás existió. Pese a la gravedad de los hechos que han llevado a la imputación de Rubiales y Camps, la actual secretaria de Estado no tiene intención de aclarar por qué su predecesora dio validez a una reforma de Estatutos que ni siquiera había figurado en el orden del día de la asamblea de la Federación Española de Fútbol. «Este Consejo deja actuar a la justicia», se limitaron a responder ayer fuentes del CSD al ser preguntadas por este periódico.

No habrá investigación sobre la presunta falsificación , pero tampoco sobre la supuesta «mano amiga» que desde dentro del Consejo pudo haber acelerado toda la tramitación entre los días 10 y 12 de diciembre para que Rubiales y Camps pudieran al menos informar sobre la ampliación en la asamblea convocada para el día 16. Varios clubes profesionales, que van a personarse como acusación particular en el juzgado número 10 de Madrid, apuntan a que esa «mano amiga» que lo aceleró todo fue Mariano Soriano, director general de Deportes, que ha sido ratificado en su cargo por la actual secretaria de Estado, Irene Lozano.

Desde el CSD consideran que tales sospechas «responden a consideraciones personales, particulares y de algunos periodistas, pero en ningún caso a hechos que puedan considerarse irregulares». Por lo tanto, creen normal que en tres días se realizaran tres trámites que normalmente llevan: el día 10, la presidenta del CSD dio traslado a la Federación del informe del TAD, «concediendo un plazo de diez días para que aquella realizara cuantas alegaciones estimara oportuno». La Federación solo apuró unas horas y contestó al día siguiente con un escrito en el que modificaba su solicitud tal y como le había pedido el CSD.Y unas horas después, Rienda respondió a la Federación autorizando a la reforma estatutaria.

Todo fue tan apresurado, que no dio tiempo a que Rubiales y Camps pudieran introducir la autorización en el orden del día. También llegó fuera de plazo a la comisión directiva del CSD del día 20, a pesar de que se intentó meter sin éxito sacarla adelante. Finalmente, todas estas maniobras no valieron para nada, porque la Federación Española ha desistido de la ampliación , lo que no ha impedido la apertura de unas diligencias en las que se personará también el que fuera candidato a la RFEF y actual presidente de la Asociación Transparencia y Democracia en el Deporte, Miguel Ángel Galán.