Fútbol

Crisis en la directiva del Barça

La dimisión de Mestre abre un cisma interno y provocará una cascada de salidas

Jordi Mestre y Josep Maria Bartomeu durante un acto preelectoral EFE

Sergi Font

Son varios los motivos que han provocado la dimisión de Jordi Mestre , vicepresidente deportivo e íntimo amigo de Josep Maria Bartomeu. Discrepancias en la dirección de la parcela deportiva del club respecto a la política de fichajes, a la pérdida de peso de la Masía en el primer equipo y a la fuga de talento del fútbol base culé, tienen buena parte de responsabilidad en la decisión del directivo, que abandona el cargo justo cuando se acaba de abrir el mercado estival de fichajes y hay nombres de refuerzos importantes sobre la mesa. Precisamente, la segura llegada de Griezmann y el posible fichaje de Neymar también tienen su peso en la decisión de un directivo que ha abierto la caja de Pandora en el seno del club.

Esclavo de sus palabras, Mestre valoró el pasado verano la decisión de Griezmann («Queremos jugadores comprometidos y con ganas de triunfar aquí. Nos sabe mal que los socios se hayan sentido desilusionados por la forma y decisión del jugador») y quedó en evidencia pocos días antes de que Neymar se fugara al PSG («se queda en el Barcelona al 200 por cien»). Muchos tenían ganas de ver con qué cara presentaba el directivo al francés y al brasileño.

Pero la dimisión de Mestre va mucho mas allá . Es la punta del iceberg de una crisis institucional que afecta al área deportiva del club catalán y que deja en evidencia la disparidad de criterios en la junta de un Bartomeu al que ya le han abandonado cuatro vicepresidentes en tres años . Precisamente, el mandatario se ha afanado en asumir la vacante dejada por Mestre para evitar luchas intestinas por el poder, por el que se postulaban el resto de directivos responsables del área deportiva: Javier Bordas (en 2014 ya mantuvo un pulso con Zubizarreta, que quería fichar a Ter Stegen, al presentar un acuerdo con Courtois), Xavier Vilajoana y Silvio Elías . Los tres han podido con las defensas de Mestre, único valedor de Pep Segura, manager general de fútbol, al que se le culpa de una funesta gestión, con una altísima inversión en fichajes que no ha obtenido resultados a nivel de títulos europeos. Pedían su cabeza y Mestre se negó a cortársela.

Efectos colaterales

Su dimisión tendrá efectos colaterales directos y en las próximas horas se pueden producir una cascada de salidas en las que podría estar el propio Segura, al que ayer Bartomeu frenó su dimisión durante una improvisada reunión. También peligra José Mari Bakero , responsable del fútbol formativo profesional. A ellos se le sumarían muchos de los entrenadores del fútbol formativo.

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