Liga portuguesa

Casillas juega pese a las sospechas sobre su rendimiento

El nuevo entrenador del Oporto sopesó sentar hoy al guardameta madrileño por sus últimos fiascos

Lisboa Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

A pesar de las sospechas sobre su rendimiento, Íker Casillas formó parte del once titular este domingo frente al incómodo Marítimo de Funchal. Cierto que su adaptación a la segunda ciudad portuguesa marcha viento en popa y que la venta de camisetas con el número 12 a la espalda no ha hecho más que crecer desde que se estrenó en agosto, pero sus malas actuaciones en partidos estratégicos están dando al traste con sus planes idílicos.

Además, su gran valedor, el entrenador vasco Julen Lopetegui, ha sido fulminado por el sempiterno presidente portista (el polémico Pinto da Costa, que lleva nada menos que 34 años en el cargo y acaba de anunciar que se presenta a la reelección) y ya se ha quedado sin red en esta aventura que muchos consideraron inadecuada.

Y es que sus errores en la portería han corrido paralelos a una serie de fracasos del equipo que lo han llevado a ser eliminado de la Liga de Campeones y a descender hasta el tercer puesto en la competición doméstica, por detrás del Sporting y del Benfica.

El sustituto de Lopetegui es el técnico portugués José Peseiro, quien llega procedente de Egipto y saltó a la palestra como adjunto de su compatriota Carlos Queiroz durante su etapa en el Real Madrid. Por tanto, conoce muy bien al guardameta. Hasta se permitió declarar en octubre de 2014: «Veremos por cuánto tiempo continúa siendo titular en el Real Madrid. No se puede cambiar de portero todas las semanas, pero ningún entrenador mantiene a un portero que comete fallos constantemente».

Unas palabras que antecedieron a su rotunda conclusión: «El fin de Casillas está próximo», epitafio que retumba hoy en los oídos del cancerbero de la selección española, cada vez más relegado por el brillante guardameta del Manchester David de Gea. Estas circunstancias reflejan que no se trataba únicamente de una manía persecutoria de José Mourinho y que por algo Carlo Ancelotti no terminaba de fiarse de Íker. Sus «manos de mantequilla» el pasado fin de semana en casa del Vitória Guimaraes le costaron el partido al Oporto y los aficionados más acérrimos del bicampeón de Europa comienzan a perder la paciencia con su fichaje «galáctico».

Falta de concentración

Lo mismo aconteció durante la derrota en casa frente al Dinamo de Kiev en la Champions, solo 15 días antes de caer ante el Chelsea de Mourinho, catapulta a la Europa League (donde le aguarda el temible Borussia Dortmund en febrero). Se le acusa a Casillas de falta de concentración, unida a una sensación de inseguridad que sorprende en el país vecino porque llegó con la vitola de campeón mundial y, por partida doble, de la Eurocopa.

Ver los comentarios