Vettel, especialista en broncas

El sentido del humor de Vettel es volátil. Sopla de un lado o de otro según le va a él en la Fórmula 1. Y la regla para entenderlo es bien sencilla: si gana, todo va bien. Como no lo hace, su percepción de la realidad, los rivales y el mundo que le rodea es otra. Después de un año repleto de follones, en Bakú también ha tenido un incidente mínimo con Fernando Alonso.

«Alonso se fue muy lento al pit. Parecía que nos estaba dando una vuelta en un autobús turístico por Bakú», dijo el alemán, que vive presionado por la ausencia de resultados en Ferrari y por el estrés que genera un país y los medios de comunicación que sienten al cavallino rojo como una selección nacional.

Antes de esto en Bakú, ya le contestó Vettel de mala manera a un periodista en Canadá. «Al fin podrás escribir algo bueno de mí», le soltó después de su podio.

Pero durante la carrera, Vettel, que iba líder, lanzó un comentario así de despectivo. «Quitadme a esos coches de ahí», bramó cuando conducía y dos monoplazasse supone que le estorbaban. Como si los otros pilotos no pudieron hacer su trabajo en la pista.

Vettel ya se marchó con cajas destempladas del circuito de Bahreín, sin esperar a aque terminase la carrera, mientras todo su equipo empujaba la labor de Raikkonen. Agarró el pase, el coche y se fue al hotel.

En China cargó sin ninguna razón contra Daniil Kvyat por una presunta maniobra arriesgada del ruso en la salida. «Está loco», le dijo. Le increpó en la antesala del podio.

En Rusia tuvo razón al quejarse del comportamiento otra vez de Kvyat, que lo echó de la carrera. Pero su actitud fue muy fea. Se fue derecho al muro de Red Bull para protestar poor la acción del ruso, que fue despedido del Red Bull antes de la siguiente prueba en Montmeló. Hoy Kvyat está en Toro Rosso.