Ronda Rousey sale de la cueva

Ronda Rousey comienza a ver la luz al final del túnel en el que entró al caer noqueada por su compatriota Holly Holm. La luchadora californiana, que ha sufrido graves secuelas físicas después de la pelea que la despojó del título del peso gallo, comienza poco a poco a regresar a la intensa actividad pública que mantenía antes de la primera derrota de su carrera en la UFC.

La presencia de Rousey en los medios de comunicación y en las redes sociales alcanzó su punto álgido antes de la pelea con Holm, «la hija del predicador», cuando su popularidad se convirtió en verdadera fama mundial. Sin embargo, la inesperada derrota y la forma en que se produjo pusieron a la estrella de las artes marciales mixtas al borde de la depresión.

Ahora, visiblemente recuperada de la derrota y sus secuelas físicas, y mientras se prepara para una revancha con Holly Holm, la californiana comienza a retomar su actividad pública. Y lo hará de la mejor forma posible, participando en el programa 'Saturday Night Live'. Rousey será la primera luchadora de UFC que aparezca en el popular espacio de la televisión estadounidense.

Rousey participa en varios gags con Beck Bennett, una de las estrellas del espacio televisivo. En ellos tiene que lidiar con el supuesto enamoramiento del actor, que acabará por los suelos después de intentar con la luchadora uno de sus famosos agarres. Y más allá de las mejores o peores dotes para la interpretación de la californiana -que ha participado en varias producciones de Hollywood- la mejor noticia está en su sonrisa. Ronda Rousey está de vuelta.