Holly Holm, tras vencer a Ronda Rousey
Holly Holm, tras vencer a Ronda Rousey - REUTERS
Artes Marciales Mixtas

Las confesiones de Holly Holm, verdugo de la «imbatible» Ronda Rousey

Explica los secretos de su victoria sobre su compatriota y asegura que «de diez peleas con ella le ganaría diez»

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Es la luchadora de moda en las Artes Marciales Mixtas (MMA). Su contundente victoria sobre la, hasta el momento, imbatida Ronda Rousey, ha catapultado a la fama a sus 34 años a esta deportista nacida en Albuquerque. Holly Holm, «la hija del predicador», con una trayectoria inmaculada en las MMA, se ha colgado el mérito de ser la primera en tumbar a la famosa californiana, cuya celebridad, incluso más allá del deporte, había tocado techo.

En una entrevista con el New York Times Holm ha explicado los pormenores de su pelea con Rousey. Desde la preparación para batirla a los instantes decisivos en el octógono.

«Ronda no tiene solo una dimensión: tiene el juego del agarre, las llaves de cadera, te empuja en la jaula...

Es muy agresiva. Intenta agarres de brazo en varias posiciones. Así que nuestra preparación fue para todo eso. Pero también profundizamos en las cosas que yo hago bien», explica sobre las semanas de entrenamiento previas al combate. «¿Podría haber salido a sobrevivir? Sí. Pero solo sobreviviendo, solo defendiéndome de todo lo que Ronda me lanzara, no habría logrado la victoria. Nuestro objetivo era tener cuidado con lo que ella hiciera pero no tener miedo de hacer lo que queríamos hacer», añade.

He tenido que pelear con los ojos hinchados, con la nariz rota y sangrando... y eso me ayudó contra Rousey

«Estaba impresionada con Ronda. Estaba aplastando a todas en la categoría con facilidad. Pensaba que iba a ser muy dura de batir», reconoce, al tiempo que también confiesa que «pensaba que lo podía hacer porque tengo un estilo diferente a cualquiera que se hubiera enfrentado. Realmente pensaba que podría hacerlo y eso es la mitad de la batalla. He tenido que enfrentarme a muchos estilos diferentes y me he tenido que adaptar a ellos. He tenido que pelear con mis ojos hinchados, con la nariz rota y sangrando, he sido la más débil antes... y ese tipo de momentos me ayudaron contra Rousey».

Preguntada por cuántas veces cree que ganaría a la californiana de enfrentarse a ella en diez ocasiones, Holm muestra su carácter: «Diez. Porque si me digo a mi misma que habría una en la que no puedo lograrlo, entonces sería vulnerable. Sé que soy batible, así que voy a entrenar dos veces más duro. Ella va a volver. Está muy enfadada por perder el título y tengo que ser dos veces más lista que la última vez»

Seguro que de producirse una revancha, Holm no perderá el tiempo con reproche y tácticas previas a la pelea: «A mí sus comentarios previos a la pelea no me influyeron. No me importan, siempre querré pegarle así de fuerte y siempre querré noquearla. Me tengo que recordar no meterme en estas cosas, es un gasto de energía. La lucha es un deporte muy emocionante y no quiero perder el tiempo en hacer teatro».

La pelea y la patada del K.O.

«Recuerdo algunos momentos, casi a cámara lenta. Cuando lancé mis primer par de izquierdas supe que podría dominarla mientras no me descuidase. Sabía que ella intentaría hacer su juego de agarre y judo, en lo que es la mejor», explica Holm en la entrevista en el NYT.

Ronda estaba un poco frustrada. Puede serlo el que no te salgan cosas que suelen funcionarte

La campeona del peso gallo explica que «muchas veces hay un cansancio no solo físico, sino también mental, por estar pensando todo el tiempo en los ataques y en la defensa. Te deja exhausto pensar en todo ello. ¿En cuantas peleas se ha visto a los luchadores uno en frente del otro simplemente lanzando golpes? Han perdido la concentración y solo van hacia adelante sin un plan ni una técnica. Mantener la concentración es lo más duro de pelear».

«Me metí debajo de ella y es cuando cayó. Supe que si imponía mi voluntad podría acabar con ella. Hubo un golpe que la aturdió y un poco de revuelo, la empujé y cayó. Y cuando regresó fue el momento perfecto para la patada que la tumbó», recuerda sobre el momento en que noqueó a la anterior campeona. «Ella estaba un poco frustrada. Intentó un agarre con el brazo, y con la cadera. Puede ser muy frustrante cuando estás peleando y estas cosas suelen funcionarte», añade.

La lucha y su futuro

Cuestionada por el daño que reciben las luchadoras, Holm asegura que no piensa en ello, al menos durante las peleas. «Sé que suena mal, pero en una pelea tu mente solo piensa en una cosa hasta que se acaba. Estábamos en una batalla por sobrevivir. Los pensamientos sobre si puedes causar daño a tu adversario no cruzan mi mente hasta que acaba la pelea».

La norteamericana explica la sensación de noquear a una rival: «Es increíble cuando derribas a tu oponente. Un golpe limpio es una recompensa al trabajo duro. Y quieres hacerlo otra vez. Es adictivo»

Un golpe limpio es una recompensa al trabajo duro. Y quieres hacerlo otra vez. Es adictivo

Sobre su futuro, Holm reconoce que su intención es «pelear mientras me dure la pasión. No sé cuántas peleas o años más serán. Hay gente que se siente fuerte a los 30. Yo tengo 34. Me he dado cuenta que me siento más fuerte ahora que cuando tenía 24. pero también estoy más dolorida por las mañanas. Si tengo un golpe o una moratón me lleva un poco más que un baño de hielo deshacerme de él. Al final de la semana mi cuerpo pide un día de descanso».

«También depende de cuánto daño hayas recibido en tu carrera. En el boxeo hay más daño cerebral porque hay doce asaltos, los golpes se enfocan más en la cabeza... En las Artes Marciales Mixtas (MMA) hay más sangre por los cortes en los codos y esas cosas, pero yo prefiero tener un corte o un poco de sangre que daño cerebral. Ves a la gente conseguir una agarre de brazo, que es muy incómodo, pero yo prefiero tener una lesión en el brazo que en mi cabeza», dice al tiempo que asegura que no tiene miedo: «No he encajado tantos golpes. Si sintiera que los he tenido me habría retirado. Soy muy afortunada de haber tenido una carrera dominante. Solo he tenido dos derrotas, el resto fueron peleas ganadas».Finalmente, sobre las perspectivas que se abren en su carrera tras derrotar a Rousey y conquistar el cinturón del peso gallo, se refiere a «una oportunidad de mejorar mi salario». «Quizás el campeonato sirva para decir contra quién y dónde pelearé. Nunca en mi carrera dije quiero pelear contra esta persona o contra esta no, y si me ha funcionado no lo voy a cambiar. Si hubiera sido más cautelosa, tal vez no habría peleado con Ronda tan pronto», concluye.

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