Jordi Ribera, seleccionador español
Jordi Ribera, seleccionador español - EFE

Balomano | España-BrasilRibera, contra su legado

España juega los octavos contra Brasil, selección que ayudó a crecer y a consolidarse el entrenador español hasta hace unos meses

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En algún momento, los padres deben dejar volar a los hijos. A pesar de lo que duela. Lo sabe bien Jordi Ribera, que, después de educar, formar y querer a la selección de Brasil en dos fases desde 2005, entendió que debía abandonar el nido para que siguiera su propio camino. Hoy, (20.45 horas, TDP y ABC.es), ese camino vuelve a unirlos en una pista de un Mundial, pero en bandos contrarios. «Son cosas del destino», argumentó Ribera, hasta hace solo cuatro meses mentor e impulsor de todo lo que se encontrará hoy: jugadores, estrategias, pasión.

[ ¿Dónde ver el España-Brasil?]

El entrenador catalán decidió aceptar la llamada de la Federación de Brasil en 2005. Le atrajo tanto el proyecto que no dudó en cruzarse el país varias veces para crear una red de ojeadores con la que reclutar talento.

Y con su pasión contagió una idea de balonmano que se transmitió desde la base hasta la absoluta. Con ella creció el deporte en el país hasta alcanzar un primer hito: clasificarse para Pekín 2008. Pero no estaba todo hecho. Ribera acudió a una segunda llamada para llevar a Brasil a la élite: los octavos de final en el Mundial de España 2013, y sobre todo, los cuartos de sus propios Juegos -perdió contra Francia-, este pasado verano.

Ribera entendió la idiosincrasia del jugador brasileño y fomentó un balonmano en el que la inteligencia prima sobre el físico o los lanzamientos lejanos. Lo mismo en lo que se basa España, su actual equipo, el que defiende hoy en Montpellier.

Otro proyecto, más consolidado, pero en el que se ha dedicado con la misma pasión desde que tomara el cargo en septiembre. Viajar por todo el país para captar los recursos que creía necesitaba el grupo. Aportar ese cambio de mentalidad para refrescar estrategias. Con él han dado un paso adelante Álex Dujshebaev, Eduardo Gurbindo o Rodrigo Corrales,

y ha tomado más responsabilidad un creador como Daniel Sarmiento. También han llegado al Mundial Adriá Figueras, Iosu Goñi, Alejandro Costoya, Ángel Fernández o David Balaguer. Nombres que se han descubierto claves en esta «nueva» selección que afronta los octavos con humildad, pero con calidad para mirar mucho más arriba.

Lo han demostrado en los cinco partidos de la fase de grupos. Cada uno, un poco mejor que el anterior, hasta destaparse contra Eslovenia y mostrar las cartas de un grupo capacitado para todo. Ribera ya tenía las bases en España, pero sigue trabajando para añadir sus matices, su forma de pensar el balonmano, y llevarla hasta lo más alto. Allí, en la lucha por las medallas, o en esa hipotética final, donde se otea Francia si la lógica no impone lo contrario.

Aunque para empezar, Brasil, pupilos contra maestro. «No hemos tenido un partido fácil hasta ahora, y Brasil será igual. Tienen una gran primera línea con lanzamientos potentes, buenos extremos, buenos pivotes. Tenemos que adaptarnos a una defensa incómoda y diferente a la que nos hemos encontrado hasta el momento. Sobre todo, deberemos mantener el nivel defensivo, y esa variedad en ataque», advertía Ribera. Su propio legado.

Ver los comentarios