Iosu Goñi
Iosu Goñi - Eduardo de San Bernardo
Balonmano | Mundial de Francia

Iosu Goñi: «Que nos valoren tanto fuera es para estar orgullosos»

El navarro, consolidado en Francia, acumula minutos de calidad en su primer Mundial para liderar el relevo generacional de la selección

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Lleva tres temporadas en el Pays d’Ayx francés y acaba de renovar hasta 2020. Es la confianza depositada en su lanzamiento, en sus ayudas en defensa, en su crecimiento como jugador. Iosu Goñi (Pamplona, 1990) celebra este gran momento de forma con su estreno en un Mundial con la selección. Está feliz, y se le nota en la pista.

Es uno de los elegidos por Jordi Ribera para avanzar en la revolución generacional. Pausada y medida, pero que da visos de querer atrapar el relevo con responsabilidad y ganas. «Es una motivación enorme jugar por fin una gran competición y ayudar al equipo», se expresa para ABC. No es su primera internacionalidad, se estrenó en 2014 de la mano de Manolo Cadenas, pero su otro entrenador en el Ademar León, Ribera, vuelve a recordarle que es importante para España. Y aprovecha la oportunidad para devolverles la confianza con minutos de calidad, ante Islandia y Túnez.

«Jordi me hizo subir al primer equipo en León. Me ayudó mucho en mis años de formación. Es un orgullo seguirlo en esta etapa. Sus llamadas fueron momentos de una felicidad enorme. Agradezco la confianza que me está dando en cada encuentro. Todavía tengo que jugar un poco más tranquilo en minutos importantes para ganar responsabilidad».

«Volver a hacer algo grande»

Son ellos los que lo han ayudado a que sus lanzamientos desde el exterior tengan una soltura impropia de quien debuta en un torneo de este calibre. «De primeras te metes un poco de presión, pero te tranquilizan, te hacen estar en tu sitio y centrarte. Todos te acogen fenomenal, es un grupo con un ambiente increíble. Tengo mucho que agradecerles, la gente con mucha experiencia te ayuda a ser uno más desde el principio. Siempre hay bromas en los momentos que se puede. Pero cuando hay que cumplir son muy serios y vamos todos a una. La unión en el vestuario es vital para lograr resultados como bloque».

Una filosofía que se traslada a la pista, y que se amolda a cada rival, y a cada norma, como la de atacar con siete jugadores. «Ves que hay equipos que la han implantado y es obligatorio adaptarse. Más que por utilizar esa estrategia, es para afrontar posibles situaciones». Matices que, observa, la heterogeneidad de balonmanos que se juntan en el vestuario sean fáciles de adquirir, por el mayor repertorio de recursos. «Somos una selección no nueva, pero ha llegado Jordi y hay una fase de adaptación. Es ajustar los tiempos entre nosotros, conocernos bien en la pista. El equipo va a estar preparado tanto con los cambios como para poder sorprender», explica con cierto optimismo esta emigración obligatoria de la que sabe mucho.

Al Ademar León, donde pasó de 2009 a 2013, llegaron las deudas, la crisis y los impagos. Tras un fugaz viaje a la liga qatarí, el Pays d’Ayx se fijó en él, en sus 195 centímetros, en su capacidad goleadora, en su progresión. «Me hubiese gustado seguir en España, pero las cosas son así. Para mí es una experiencia preciosa, conocer el balonmano francés, con sus diferencias. He intentado coger lo bueno de uno y de otro y estoy contento. Cuando llegué sí que tenía ahí un poco... hay menos ambiente que en España, pero estoy en una zona en el Mediterráneo con mucho movimiento, y me siento como en casa. Incluso cuando estoy fuera lo echo un poco de menos. ¿Lo peor? No digo que sea malo, pero comen peor que nosotros», sonríe. Hoy es capitán y acumula estadísticas de grande.

Es la confirmación de que el balonmano español atrae, y mucho, al resto del mundo. Seis selecciones en este Mundial están lideradas por entrenadores nacionales. «Se fijan en el balonmano que se hace en España, y eso es algo de lo que tiene que enorgullecerse el país. Que el mundo nos valore, incluso en gente que está por amor al arte en clubes y categorías inferiores, que esa gente sea valorada, que nos llamen del extranjero... es un orgullo». Quiere hacer que España todavía se sienta más orgullosa al luchar por todo en este torneo de Francia, donde los anfitriones parten como favoritos, sin discusión. «Es histórica, jamás se ha visto una selección con tanta fuerza, que juegue tan bien. Pero quizá tengan más presión porque todas las miradas están puestos en ellos».

«No estar en Río fue duro»

España, analiza, todavía tiene mucho más que ofrecer. «En estos dos partidos nos ha faltado un poco de efectividad, de chut a larga distancia, el portero nos ha sacado bastantes balones. Hay que limar fallos, pero si mantenemos la defensa y el contraataque jugaremos de tú a tú con todos». Es su oportunidad de hacer algo grande por él y por el equipo, al que todavía escuece la ausencia en Río 2016. «Para el balonmano español fue un palo muy, muy duro. Eso nos da un plus de motivación y de exigencia sobre nosotros mismos, para poder redimirnos. No de imagen, pero sí de un momento duro. Demostrarnos que podemos volver a hacer algo grande».

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