Una de las fiestas populares que se ha retomado después de dos años de parón pandémico son los castellers de Vilafranca, en Barcelona, torres humanas imposibles que han vuelto a sorprender a vecinos y visitantes. Todo un símbolo de fortaleza, de unión, de aupar a los más débiles para conseguir algo grande.-Redacción-
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión