Feria de Abril de Sevilla 2019

Toros en Sevilla: Una simple cuestión de sitio

Octavio Chacón revindica su puesto con una actuación sin trofeos pero muy torera en el estreno de Castella con Miura

Octavio Chacón, durante la corrida de este domingo RAÚL DOBLADO

Lorena Muñoz

Casi sin darnos cuenta y con un calor de verano llegamos al final de la Feria de Abril . Hace 79 que los toros de miura no fallan a su cita con la Real Maestranza. Ocho décadas de historia convertida en leyenda forjada a base de casta y bravura, de sangre y de triunfo.

En esta misma plaza muchos toros de miura pasaron a la historia. Desde «Galleguito» y «Capachito» a los que Joselito El Gallo les hizo en 1915 dos faenas fundamentales para que el día siguiente José cortara la primera oreja de la Maestranza a «Cantinero» , el quinto de su encerrona con Santa Coloma.

Un año más tarde, en 1916, Juan Belmonte se consagró con «Lentejo» y «Rabicano». Y en la historia reciente, los aficionados maestrantes recuerdan a «Zabaleto», «Datilero» o «Amapolo», toros importantes para los toreros los lidiaron: Domingo Valderrama, Manuel Escribano y Pepe Moral.

Las figuras siempre se anunciaron con estos toros. Por propia decisión o por reivindicación. Como ha hecho Sebastián Castella que por primera vez se atrevió a hacer la gesta. Días antes nos contaba su preocupación por estar a la altura de las circunstancias. Mentalizado estaba y orgulloso también de hacer el paseíllo junto a dos compañeros.

Pero el francés no se sintió cómodo en ningún momento y solo encontró su lugar con el cuarto con un comienzo pegado a tablas que fue prometedor. El miura tenía el comportamiento de la casa con la cara por las nubes y sabiendo lo que había. Parecía que le cogería el aire pero justo el viento empezó a molestar. Lo intentó Castella que quiso pero no pudo. Vencido, no quiso ni acercarse a ver la puntilla del segundo toro de Miura - y puede que último- que estoqueaba en su carrera torera.

Hace tres años que Pepe Moral se anunció por primera vez con este hierro y desde entonces se ha convertido en un especialista. Las dos ultimas ferias ha acariciado la Puerta del Príncipe con este corrida al cortar dos orejas cada una de las tardes. Lejos de esa marca se quedó el diestro palaciego, que tuvo suerte con el lote, pero no acabó de encontrar el sitio que normalmente pisa. Para colmo estropeó con la espada la faena a «Costurero», un miura con posibilidades de triunfo.

Octavio Chacón volvía a la Maestranza después de 14 años. Aunque había habido cierta confusión con que era su debut en Sevilla, para el gaditano era su segundo paseíllo ya que toreó en el Corpus de 2005 junto a Manuel Escribano y Salvador Cortés, una del conde de la Maza. Desde el principio demostró que el sitio que tiene en estos carteles lo tiene más que ganado y que podría entrar en cualquier terna en la que quieran ponerlo. Pronto vimos su actitud en un templado y medido quite por dos delantales. Le tocó el toro que había formado un lío en los chiqueros que fue complicado de verdad y el diestro de Prado del Rey de verdad se la jugó.

Nos acordamos de Manuel Escribano que había estado en esta corrida en los últimos años y que nos contaba que iba a echar de menos no hacer el paseíllo en un festejo que le cambió la vida en 2013. «Escribano» se llamaba el sexto, un toro con más de cinco años que, paradojas del destino, fue devuelto a los corrales. Chacón se llevó la ovación de la tarde cuando se lo llevó a chiqueros desde dentro del callejón. Una cuestión de estar o no en el sitio.

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