Toros en Sevilla. feria de Abril 2022

Morante de la Rioja y Diego de la Puebla

Al torero de La Puebla del Río lo tratan como si fuera de Logroño y al diestro de Arnedo lo han visto torear como si fuera de esta orilla del Guadalquivir

Morante de la Puebla, en un trincherazo al primer toro de la tarde Juan Flores

Jesús Bayort

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Sí, han leído bien el titular: Morante de la Rioja y Diego de la Puebla . No es un error del contracronista, fruto del oro líquido sanluqueño. Aún no hemos entrado en los días señalados para humedecernos con el ansiado elixir. El titular es la gran conclusión que deja la tarde: a Morante lo tratan como si fuera de Logroño y a Urdiales lo han visto torear como si fuera de esta orilla del Guadalquivir. Que al primero no le pidieran la oreja todos los presentes sólo se puede explicar de una manera: cada vez hay menos afición. Que el presidente decidiera no otorgarla sólo se puede explicar de otra manera: no debe ser buen aficionado.

Cabe recordar que Fernando Fernández Figueroa es famoso, entre otras circunstancias, por concederle una Puerta del Principe a Juan José Padilla . Sin lugar a dudas, un conjunto artístico bastante superior a lo realizado por Morante de la Puebla. Posiblemente, la decisión final se debió a un problema de vista: ni apreció bien la faena ni pudo contar con exactitud el número de pañuelos. Tampoco debió notar ni el campo ni los corrales que el cuarto estaba reparado de la vista. La cosa iba de cegueras. Lo cierto es que Morante ha dejado la faena de mayor sabor y torería de las cinco corridas que llevamos. El recibo a la verónica valía una oreja ; el galleo por chicuelinas, otra; y los prodigiosos naturales y derechazos enlazados, sin tirones ni brusquedades, otra. Total, que en vez de un pañuelo debía haberle sacado tres . Puestos a desvariar, desvarío yo también.

La faena de Morante al primero de Jandilla fue tan sublime que la gente ni se llegó a orientar. La tauromaquia, como todo en esta vida, atraviesa una etapa de globalización y degeneración de gustos. Si la comida rápida fue capaz de imponerse al cuchareo clásico español , cómo no iban a imponerse en el toreo los estajonavistas a los artesanos. Como muestra de ello, la gente salió hablando más de la faena de Manzanares al sexto que la de Morante al primero.

Pues sintiéndolo mucho, este humilde escriba se queda con los artesanos: con Morante de la Rioja y con Diego de la Puebla . Orfebres del toreo que, pese a sumar más años que un bosque, y más años que la terna del próximo martes (Daniel Luque, Álvaro Lorenzo y Ginés Marín), son capaces de labrar el toreo de mayor quilates. Un toreo imperecedero que no entiende ni de edad ni de lugar de nacimiento, sea en La Puebla del Río o en Arnedo (La Rioja).

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