'Toros sí, toros no: ¿cultura, tradición o barbarie?'

Rubén Amón: «La tauromaquia es eucaristía, muerte y vida»

La sede de la Fundación Cajasol de Sevilla ha acogido este martes la primera sesión del debate 'Toros sí, toros no: ¿cultura, tradición o barbarie?'

Rubén Amón ha publicado recientemente 'El fin de la fiesta. Por qué la tauromaquia es un escándalo... y hay que salvarla' Raúl Doblado

Jesús Bayort

La Fundación Cajasol abrió este martes su capote de brega, presta a lidiar con las cornadas más antitaurinas y con las embestidas más rebosantes de los taurinos . Bajo el título ‘ Toros sí, toros no: ¿cultura, tradición o barbarie? ’, el antiguo edificio de la Real Audiencia de Sevilla acogió durante esta mañana la apertura de unas jornadas que pretenden debatir sobre la legitimidad moral de la tauromaquia , cuyos directores de lidia fueron los periodistas Arturo Pérez-Reverte y Jesús Vigorra , enmarcada dentro de la quinta edición del ciclo ‘Letras en Sevilla’ .

Escenificando la escena taurina apareció el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido , ejecutando el ritual del despeje de plaza. Agradeció a Pérez-Reverte, «como magnífico director de orquesta», por «creer» en la libertad de expresión, en la cultura y en que todo esto nos ayuda a conformar una opinión general ». Pulido recordó que las ediciones anteriores del ciclo 'Letras en Sevilla' también levantaron ampollas, «con temas que generan división de opiniones» . «Esta casa no pone ningún tipo de restricción ni de veto, y está dispuesta a todos los temas que proponéis. Hemos hablado de Chaves Nogales , hemos visto la Guerra Civil español a , de Cataluña . Y para hoy, un tema que genera pasiones y controversia . Tenemos un elenco de ponentes de altísimo nivel. Aquí se van a poder expresar como buenamente quiera, manteniendo el respeto y las formas frente a la opinión de los contrarios».

Mano a mano saltaron al ruedo del debate Jesús Vigorra y Arturo Pérez-Reverte , quienes recordaron que con este debate se retomaba un ciclo que tuvo que ser suspendido en 2020 , cuando se debatiría sobre monarquía o república . «'Letras en Sevilla' nació con la idea de romper una maldición española, que es que el enemigo no tiene ninguna virtud y el amigo no tiene ningún defecto . Ese ha sido nuestro objetivo siempre. Hoy van a oír cosas que les gusten y cosas que no. Se trata de equidistancia , que lo escuchen desde el respeto y la ecuanimidad. Hay que oír argumentos para reflexionar y profundizar más en nuestras ideas», espetó Arturo Pérez-Reverte .

«Me gusta que los toros no sean Cultura»

Presentado como periodista, columnista, escritor y analista político, Rubén Amón abrió la terna como primer gran espada de la mañana. Su alegato distó del clásico panegírico taurino , aportando una visión metafísica , sin escurrir charcos ni mirar de reojo las bocanas de los burladeros. «El contexto en que se encuadra este debate demuestra que los toros son cultura porque si no estaríamos en un mataderos , y el espacio que nos rodea y la liturgia que nos acompaña confirman la percepción de los toros como cultura . Y si los toros no son cultura, peor para la cultura ». Así comenzó el articulista su intervención.

Versando en todo momento sobre los pensamientos que ha recogido en su último libro, ' El fin de la fiesta. Por qué la tauromaquia es un escándalo... y hay que salvarla ', ahondó en ese razonamiento cultural: «Cada vez me gusta más que los toros no sean cultura. Me gusta desenfocarlos de la trivialidad con que la cultura ha dejado de ser cultura , en la medida en que todo es cultura. Es cultura la receta de unas empanadillas, es cultura un baile popular, es cultura el estribillo de una canción de reguetón. Tanto aumentamos el foco de la cultura, tanto tiene interés alejarse de ese foco» .

La tauromaquia como expresión plástica

Durante los últimos tiempos el sector taurino ha tratado de defender la fiesta nacional a través de la riqueza genética del toro bravo , que es su tótem, y de la importancia que éste aporta al mantenimiento de la dehesa y su biodiversidad . Pero Amón no lo ve así, y se ha distanciado del mensaje: «Me da exactamente igual que de los toros dependa el porvenir del toro de lidia y me da exactamente igual la dehesa. Le tendrían que importar a los detractore s . A mí me interesa la tauromaquia como una expresión plástica, creativa, estética descomunal , cuya legitimidad y moralidad provienen precisamente del contacto con la muerte , precisamente contacto con la sangre . La tauromaquia es eucaristía , la tauromaquia es muerte y la tauromaquia es vida ».

«No voy a permitir que se me vincule ni con la crueldad ni con el sadismo . No voy a los toros a gozar con la muerte de un animal ni a recrearme con la muerte y la agonía. La peculiaridad de los toros respecto a la ópera consiste en que toda la verdad de los toros parece terminar siendo una mentira ; y en la ópera, que todo es mentira, al final, cuando agoniza La Traviata, dan ganas de lanzar una muleta para que se levante y pueda seguir viviendo».

52 millones de cerdos muertos

También aportó una serie de datos para desdeñar el alegato antitaurino sobre el compromiso que estos lobbies adquieren con todos los animales: « En España se matan 52 millones de cerdos al año en los mataderos; y 2,6 millones de bovinos . En las plazas de toros se lidian 2.000 toros. ¿Cuál es el problema entonces? ¿Que lo vemos? ¿Por qué nos escandaliza que el arte de la tauromaquia haya llevado a la sofisticación la faena rutinaria de un matadero . Una de mis ciudades favoritas es Olot , cuyo alcalde es soberanista y declaró a l municipio amigo de los animales . En el matadero de Olot se matan 14.000 cerdos al día . En la ciudad amiga de los animales se esconde la rutina con que se ejecutan los animales que luego nos comemos. Lo importante es no verlo y renegar el acontecimiento que sublima el hecho artístico de la faena ».

Posteriormente continuó la jornada la periodista y escritora Rosa Montero , hija del novillero y banderillero Pascual Montero . Vigorra la presentó como una « militante animalista ». Comenzó la escritora recordando sus primeras vivencias, cuando su padre « entraba al baño vestido de hombre y salía vestido de superhéroe para torear en Madrid». «Fue él quien me enseñó el amor por los animales. He ido a muchísimas corridas, hasta que crecía en la conciencia por encima de ellas . No creo que los toreros o los aficionados sean unos sádicos, pero creo en el prejuicio que nos impide ver. Ese prejuicio que permitió que la esclavitud se mantuviera durante siglos. Los animales, como los orangutanes , son capaces de aprender multitud de cosas y de transmitírselas a sus hijos».

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