Toros

Pablo Aguado y Alfonso Cadaval conquistan a la afición ecuatoriana

Los diestros sevillanos se repartieron seis orejas y un rabo en el festival celebrado en la hacienda Tambo Mulaló en Latacunga (Ecuador)

La composición y naturalidad de la figura de Pablo Aguado hacen una idea de la magnitud de su faena Andrea Grijalva

Jesús Bayort

Un viaje de casi nueve mil kilómetros es el que han realizado los sevillanos Pablo Aguado y Alfonso Cadaval para debutar como matadores de toros en Ecuador . Una campaña americana casi anecdótica por las circunstancias sanitarias actuales, que no ha sido óbice para que cosecharan sendos triunfos en el festival celebrado en la plaza de toros de la hacienda Tambo Mulaló en Latacunga .

Los sevillanos conquistaron a la afición ecuatoriana y se trajeron el esportón cargados de trofeos: seis orejas y un rabo , a repartir entre ambos diestros. Un triunfo que los reconforta en sus convicciones toreras en tan atípica temporada y en una situación profesional tan diferente: Aguado, dándose al traste la campaña en la que partía como torero predilecto de todos los carteles ; y Cadaval, en un proceso de maduración como diestro emergente.

Así las cosas, el máximo triunfador del festejo matinal fue Pablo Aguado, que obtuvo el límite de trofeos de su segundo novillo, al que ralentizó en el toreo a la verónica . Una faena que estuvo marcada por el sello más personal del sevillano: n aturalidad, despaciosidad y mucho gusto . El público que llenó los tendidos de la plaza latacungueña vibró con la pasión que les caracteriza ante la sublime faena de Aguado . Una labor que fue rubricada con una excepcional estocada que tumbó patas arriba al novillo de Santa Coloma . El rostro del sevillano evidenciaba su felicidad mientras paseaba el rabo.

Anteriormente dejó retazos de su buen toreo al natural con el manso novillo que partió plaza. La condición abanta y desclasada marcó una faena en la que sólo pudieron sobresalir dos tandas con la zurda. Las buenas maneras de Aguado y la media estocada con la que lo despachó le sirvió para cortar la primera oreja del festejo .

Alfonso Cadaval trenzó el segundo paseíllo de su temporada. Desde el Día de Andalucía no actuaba en público y no se lo pusieron fácil: tuvo el l ote menos propicio para hacer el toreo. Dos novillos en los que no pudo demostrar más que buena actitud y capacidad . Confiado en su buen momento profesional, decidió regalar un sobrero de Peñas Blancas al que sí pudo cortarle las dos orejas . Un novillo con el que pudo desplegarse a la verónica y gustarse con la franela en la diestra.

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