Toros en Sanlúcar la Mayor

Una entonada faena de Lama de Góngora inspira a 'El Farru' por soleá

El matador de toros sevillano cortó cuatro orejas en la corrida celebrada este sábado en Sanlúcar la Mayor; Javier Jiménez, una

Lama de Góngora, toreando al segundo de la tarde Salvador López Medina

Jesús Bayort

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Un aparente lleno en los tendidos , como primer éxito de la tarde. Ni los once años que llevaba Sanlúcar la Mayor sin celebrar un festejo taurino han mermado su arraigada afición. Un público que merecía una plaza de mayor de condición: las chapas de la portátil -por cierto, instalada a la espalda del cementerio municipal ¡toma bajío!- no inspiraban demasiada confianza. Como dirían los taurinos: plaza de ' pelendrinaje '.

Los toros de Buenavista tuvieron mucha tela que cortar. Sin un peligro aparente para los tendidos, rebosaron temperamento y carecieron de entrega . Pocos momentos de relajo permitieron a los alternantes, aunque a base de disposición hay quien sí lo consiguió. Lama de Góngora fue uno de ellos. Aquel sevillano que en su etapa pueril había encandilado a la afición hispalense ya tiene poco de niño , y hoy demostró haberse convertido en un hombre. El marcador arrojó un resulto voluminoso para él, aunque el triunfo estuvo en la verdad y el compromiso de su primera faena , enfajándose con el impetuoso segundo.

Ni fácil ni agradable era su embestida . Durante el vibrante recibo a la verónica le endosó una templada media con sello propio. El animal fue creciéndose, pese a la leña que José Chacón le había dado por abajo . Y en la muleta tampoco paró, con momentos incluso ásperos. Lama, como ya le ocurrió en Guillena hace dos semanas, brilló más con la zurda . Trata de echarle más los vuelos de la franela, contrastando con la tensión de la mano opuesta. Por ese lado izquierdo le corrigió el defecto de puntear; y, a través de firmeza y buen trazo, acabó obligándolo a embestir como él quería. Finalmente consiguió una vibrante tanda por la diestra , dándole 'de comer' muy adelante. El milagro que nunca falla. Se tiró a matar por derecho, y eran de justicia las dos orejas . Si es capaz de mantener esa firmeza, disposición y claridad en la Maestranza , no sería descabellado pensar que tiene papeletas para relanzar su carrera . De momento ya tiene algo a su favor para parecer figura del toreo: su cuadrilla . Paradójicamente, el banderillero bueno cuesta lo mismo que el menos bueno.

Chacón en banderillas

'El Farru' Salva López

El quinto ya fue otro toro. Y, por lo tanto, la faena fue menos compacta que la anterior . El protagonismo fue para José Chacón, aupado por la afición que lo sigue y por los flamencos que lo acompañan . Lo obligaron a embraguetarse en banderillas . Ni la plaza ni el piso invitaban a muchos laberintos, pero el flamenco de Coria tiene demasiada raza . Sonó la música para su gallardía torera. Como también sonó la garganta de El Farru , que le cantó una sentida soleá a Lama de Góngora, durante el momento menos redondo de la faena. Tantos pasajes de emoción, amén de otra buena estocada, le valieron otras dos orejas al sevillano. El presidente , reincidente en la causa, le dio una sorprendente vuelta al ruedo al toro . Ya le ocurrió una vez en Guillena y lo justificó como premio al hermano que anteriormente se había lidiado...

La solvencia de Javier Jiménez

Técnico y voluntarioso estuvo Javier Jiménez , ante el incierto y bruto primero . El de menos posibilidades de toda la corrida. Con el cuarto pudo desquitarse, con un interesante recibo a la verónica y una sentida faena de muleta. Aprovechó el temple del animal y le imprimió estética . Aunque tampoco terminó de romper, y por momentos embestía algo dormido , Jiménez lo entendió a la perfección. Se gustó en los remates por bajo , y cerró toreramente su labor intercalando doblones con ayudados y trincherillas .

José Ruiz Muñoz , el famoso sobrino-nieto, pecó de falta de oficio y confianza con su lote. Tiene reciente su alternativa y eso le pasó factura. La técnica y disposición de sus compañeros habían tapado los defectos que en sus manos se les vieron a los toros . Lo intentó con el tercero y se najó con el sexto .

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