Así fue la reaparición de Rafaelillo con victorinos en Jaén tras la fractura de 14 costillas con miuras

Corta una oreja a la lariada e interesante corrida, con un toro premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre

Rafaelillo, de azul pavo y oro en su reaparición Tauroemoción

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Hoy es el gran día de Rafael Rubio 'Rafaelillo' , el día de su vuelta a los ruedos -con victorinos, en Jaén-, después de su gravísima cogida el 14 de julio de 2021 en la Feria de San Fermín de 2019 cuando un toro de Miura le estampó contra las tablas. Catorce costillas rotas, dos de ellas 'cabalgadas', encabezaban un parte de guerra desgarrador. El torero murciano se debatía entre la vida y la muerte.

«Cuando me cogió el toro, me quité la chaquetilla y pegué un chillido. En la enfermería se vivieron momentos muy duros . Ahí sentí que me apagaba como una vela, me faltaba el oxígeno y, cuanto más nervioso estaba, mis pulmones más se desinflaban. Quise llamar a mi mujer y mis hijas para decirles que las quería, pero no me dejaron... Cuando me di cuenta, me estaba durmiendo; mi posición en la camilla era como un perro , arrodillado, chillando, con la camisa rajada, con una bola en el cuerpo. Salvarme la vida era cuestión de minutos...», relataba el héroe en una reciente entrevista con ABC.

El equipo médico del doctor Hidalgo logró salvar su vida. Y Rafaelillo rescató a Rafael Rubio Luján . «Una vez más, el torero rescató al hombre», confesó. Esta tarde reaparecerá con el toro 'Mistral' de la cinqueña corrida de Victorino Martín . Completan el cartel Rubén Pinar y Alberto Lamelas en un cartel organizado por Tauroemoción, empresa capitaneada por Alberto García , uno de los más activos en estas temporadas Covid.

Con una estupenda entrada dentro del aforo permitido y sin olvidar las restricciones sanitarias, hacen el paseíllo Rafaelillo, de azul pavo y oro; Pinar, de blanco y plata, y Lamelas, de lila y oro. Tras terminar, se guarda un minuto de silencio. Aquella plaza muda rompe luego en una emotiva ovación. Se nublan los ojos de Rafaelillo.

Mistral, el toro del reencuentro

Cuando aparece el primer toro , Mistral, aplauden la presentación del toro de Victorino, un cárdeno de 472 kilos con la seriedad en lo alto. Echa las manos por delante y se revuelve en el capote de Rafael Rubio. Más corto se queda aún en el quite de Pinar. El torero y el hombre, el hombre y el torero, que son uno solo, brindan a las tres mujeres de su vida, su mujer, Felicidad; y sus hijas, Claudia y Valeria, esas niñas a las que transmite los valores del toreo. Rafaelillo se planta con la derecha. No es nada fácil el toro de Victorino, que se para y lanza miradas de pocos amigos. Se nota que hay un toro en el ruedo . Y se nota que hay un torero. Hay que tragar mucho con un animal con su guasa. Meritoria la faena, con unos buenos naturales. Se revuelve Mistral en el de pecho. Pincha el matador y la estocada hace luego guardia.

Filigrana se llama el segundo, número 73, negro entrepelado y con 518 kilos, de más fea presencia que el anterior, más alto y estrecho. Rubén Pinar brinda su faena a Rafaelillo con un toro que va a peor y el albaceteño opta por no alargarse. Entierra una estocada. Descabella. Silencio en filas.

Alberto Lamelas recibe con una larga cambiada de rodillas al tercero, Placentino, número 54, de 458 kilos. Ya en pie, brotan los oles en los lances, ganando terreno. El toro transmite con toda su casta a cuestas. Mucha decisión del matador. Aplausos al picador. Brindis al respetable. Emoción desde la primera serie, con la muleta por delante. De verdad el torero y encastado Placentino. Todo tiene importancia. No es sencillo mantener un acople total, pues tras dos tandas el toro no es lo mismo. Lamelas, con mucho mérito, se muestra siempre entregado y queriendo hacer las cosas bien. Exigente victorino, con la boca cerrada. Pinchazo y estocada. Primera oreja para el torero de la tierra.

Aparece el cuarto de la tarde, segundo del lote de Rafaelillo . Sus datos: Mosquero, número 113, cárdeno, de 538 kilos. Requiere un toque para arrancarse y a la vez un temple superlativo. A la mínima, pierde las manos. Lo intenta Rafael Rubio, pero cuesta que aquello cale con el toro sin apenas poder. Sin suerte el murciano con el lote de su reaparición. Mata de estocada caída, de efecto fulminante, que hace que afloren los pañuelos. Oreja para Rafaelillo.

Pañuelo azul

Ordenante es el bautismo del quinto, número 68, cárdeno, de 507 kilos. Rubén Pinar brinda al público. Técnico y con mucho oficio desde el inicio, en una permanente búsqueda del temple. Muy buena una serie diestra. Firmeza del albaceteño con un estupendo victorino. Notable faena, aprovechando el noble viaje de Ordenante . Pincha y se escapa el premio. Una lástima. Asoma el pañuelo azul para el victorino.

Muy serio el sexto victorino, un tío de plaza de primera. Bolsiquero se llama, número 103, de 580 kilos. La gente se queda con ganas de ver un segundo puyazo. Humilla y lo pide todo por abajo; en el pase de pecho de Lamelas se revuelve. Hay que poner todos los sentidos delante de este victorino, que repone. Disposición y valor del torero de Cortijos Nuevos. El bajonazo afea el final de una variada e interesantísima corrida de Victorino. Aun así, hay petición de oreja, no concedida. Da una vuelta al ruedo.

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