López Simón y Espartaco
López Simón y Espartaco - ANGEL DE ANTONIO

Méndez de Vigo: «Lo más sensato ante la Tauromaquia reside en la libertad y el respeto»

El ministro de Cultura entregó el VIII Premio Taurino ABC a Espartaco y López Simón en una velada de apasionada defensa de la Fiesta

MADRID Actualizado: Guardar
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El acto de entrega del VIII Premio Taurino de ABC a Espartaco y López Simón ha constituido, una vez más, una gran fiesta, en la que se ha proclamado el carácter cultural del toreo y el firme compromiso de este periódico para seguir defendiendo sus valores. Ha entregado este año los galardones el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, al que acompañaban, en la presidencia, Santiago de Ybarra (presidente de honor de Vocento), Catalina Luca de Tena (presidenta-editora de ABC), Javier Benjumea (Teniente de Alcalde de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, que ha presidido el jurado) y Manuel Martínez Erice (consejero delegado de Las Ventas, colaborador de estos premios).

Muchos profesionales y aficionados, asistentes al acto, coincidían en subrayar el acierto del jurado, al haber unido a un veterano matador y un joven diestro: a Espartaco, «por su excepcional gesto torero, al reaparecer una sola tarde, en Sevilla, el Domingo de Resurrección, y culminar así una brillante trayectoria profesional»; a Alberto López Simón, «como representante destacado de una nueva generación de toreros, que están aportando a la Fiesta un revulsivo de competencia, ilusión y atractivo para los nuevos públicos».

Las dos perspectivas se traducían en dos discursos de agradecimiento muy distintos, en el fondo y en la forma, pero de idéntico interés. Espartaco habló, sin papeles, con espontaneidad y llaneza; López Simón leyó un texto profundo y bien elaborado.

Nos contó Juan Antonio cómo había recibido la propuesta de volver a torear en Sevilla y cuánto le pesaba la responsabilidad: «A veces los toreros todavía seguimos soñando con cosas que son imposibles». Fue Victorino Martín, en el acto de entrega de este premio, hace un año, el que le decidió: «Si quieres hacerlo, el momento es ahora». Con humor y humildad, reconoció que él no estaba ya en condiciones de competir con jóvenes toreros como López Simón (al que él hubiera votado, sin duda, si hubiera estado en este jurado) pero sí creía tener cierto mérito por haber arriesgado su prestigio para servir a la defensa de la Tauromaquia: «Ojalá se sepa calibrar realmente lo que somos los toreros, cómo sentimos y qué de verdad ponemos nuestra vida siempre en juego. Ojalá en estos momentos todo el mundo piense de esa forma y podemos llevar a España al sitio que merece».

Alberto, por su parte, sorprendió a muchos asistentes con un discurso que iba mucho más allá de dar las gracias: «Nunca podré agradecer lo suficiente al toro todo lo que me ha dado. Gracias a él he podido canalizar todo lo que llevo dentro. Cada tarde que he hecho el paseíllo, he conseguido expresar, soñar e imaginar a su lado, sintiéndome profundamente libre. Cada embestida es un regalo del cielo, cada tarde que nos miramos a los ojos es un sueño, y vivir por y para él, un enorme privilegio». También fue muy comentado el respeto con que se refirió a su compañero de premio, como ejemplo de los valores que imperan en la Fiesta: «Espero seguir aprendiendo, como he intentado hacer siempre de personas como usted, que tanta grandeza ha regalado al toreo». Y replicó con rotundidad a los antitaurinos: «Con la bandera del progreso en mano, como si de una especie de inquisición se tratase, una corriente de personas están convencidas y, lo que es más grave, están dispuestos a imponernos que la única manera de salvar al toro de lidia es evitando su muerte en el ruedo... Son desconocedores de lo relativo a la mística, el amor y la pasión que existe entre el hombre y el animal, en esta profesión. No lo ven nacer, no lo ven crecer y no lo ven vivir. Y tampoco les interesa. No saben que, cada vez que un torero se pone delante de este bello animal, entrega nada menos que su vida... Pero si algo nos enseña por encima de todo la tauromaquia es que la palabra arte es demasiado grande para que nadie intente limitarla». Y el tono con que el joven diestro leía su texto demostraba claramente la rotundidad de sus convicciones.

Catalina Luca de Tena, por su parte, reiteró que «ABC sigue y seguirá fiel a su trayectoria de más de un siglo: la defensa a ultranza de la Tauromaquia, reconocida, en el mundo entero, como seña de identidad de la cultura española». Como afirmaron los miembros de la Asociación Taurina Parlamentaria al premiarlo, «las páginas de ABC constituyen una referencia imprescindible para conocer la historia del toreo, por su dilatado compromiso con la Tauromaquia, de forma inequívoca e incuestionable». Citó luego al socialista Tierno Galván, «gran ilustrado, que, como alcalde, apoyó la consolidación de la Escuela Taurina de Madrid Marcial Lalanda, que ahora sufre los ataques de la nueva administración municipal». Y concluyó con una llamada a la esperanza: «Aunque algunos se empeñen, la Tauromaquia no va a desaparecer. Afrontará situaciones de zozobra, pero tengan la seguridad de que tiene por delante un gran porvenir. Y, en la medida de sus posibilidades, ABC se compromete a colaborar en esta tarea, que comparte con tantos españoles, y se reafirma en su defensa incondicional de la Fiesta y de los valores culturales de la Tauromaquia».

Cerró el acto Íñigo Méndez de Vigo, exponiendo las actuaciones que ha realizado el Ministerio de Cultura desde que, en julio de 2011, siendo presidente Rodríguez Zapatero, pasaron a él las competencias que antes estaban en Interior: lo esencial, que, a partir de una Iniciativa Legislativa Popular aprobada por el Congreso, se pusiera en marcha la Ley de 12 de noviembre de 2013, que otorga a la Tauromaquia la consideración de patrimonio cultural y establece la obligación de que los poderes públicos garanticen su conservación, promuevan su enriquecimiento y tutelen el derecho de todos los ciudadanos a su conocimiento, acceso y libre ejercicio. Todo esto se ha traducido, entre otras cosas, en el Plan Nacional de Fomento y protección de la Tauromaquia (Pentauro); la creación, en el 2013, del Premio Nacional de Tauromaquia; la actualización de los registros de profesionales... «En mi opinión, la postura más sensata ante la Tauromaquia reside en la libertad y el respeto. Porque cultura es libertad y, por tanto, debemos permitir todas las expresiones artísticas que, como la Tauromaquia, tienen una tradición de conocimientos, actividades y manifestaciones culturales, comunes a la inmensa mayoría de los españoles».

Los discursos, todos ellos de muy alto nivel, han subido el ánimo a todos, en un momento en el que la Fiesta sufre tantos ataques, por sectarismo ideológico e ignorancia. Todos coincidíamos, eso sí, en la necesidad absoluta de unirnos y pasar, sin ningún complejo, a la defensa activa de la Fiesta. Se inicia ahora una nueva temporada con los ilusionantes carteles de Olivenza, Castellón, las Fallas, la Feria de Abril... El premio a Espartaco y López Simón simboliza esa competencia entre los maestros consagrados y los jóvenes aspirantes al trono, que debe darnos muchas tardes de auténtica emoción. Tenemos derecho a seguir soñando con la belleza única de un arte que es, a la vez, universal y profundamente español.

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