La gran gesta de 2022: Antonio Ferrera se encierra con seis toros de Miura en San Fermín

El torero extremeño donará los honorarios a la Casa de la Misericordia en el centenario de la plaza de Pamplona

Antonio Ferrera, en la plaza de Pamplona Ap

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El gran gesto de la temporada ya tiene autor: Antonio Ferrera . No lo habrá mayor este año: el torero extremeño se encerrará con la corrida al completo de Miura en la plaza de Pamplona, el escenario donde sale el Toro. Así, con mayúsculas. Y no solo dará cuenta de media docena de bravos de Zahariche, sino que sus honorarios, después de semejante trago, se los donará a la Casa de la Misericordia en el centenario de la plaza.

Con miuras se encierra también Manuel Escribano en el broche de la Feria de Abril de Sevilla, pero Ferrera suma el valor de la hazaña al gesto solidario de donar sus dineros a los ancianos de la Misericordia. Eso también es torería. Para enmarcar en la historia del toreo.

Ferrera, especialista en encerronas, ya se las vio con seis victorinos en Olivenza en una mañana en la que ofreció una dimensión importantísima. Fue una jornada de gloria espectáculo total, con orejas, rabo y el indulto del superclase Madero. Y anteriormente, hubo muchas más, desde Badajoz a Madrid.

Ferrera, con oficio contrastado y una tauromaquia capaz de afrontar retos así, se enfrenta ahora a seis toros de la A con asas. Solo su nombre impone: Miura, una ganadería unida a la historia del coso pamplonica. El broche de los cien años será todo un acontecimiento, «con singular importancia», subraya el protagonista en un comunicado. «La plaza de Pamplona es el recuerdo vivo, de las ambiciones, de mejora, del gran maestro José Gómez Ortega 'Gallito', que es un referente inexorable, en todos los sentidos», dice la nota.

El último rabo

Además, se da la circunstancia de que Ferrera debutó en Pamplona en 1999 con miuras. Y el 15 de julio de 2006 escribió una página para la historia al convertirse en el último en cortar un rabo a un victorino en una tarde sangrienta en la que sufrió tres cornadas.

Ahora, en sus 25 años de alternativa, el matador dice que «es un gran honor brindar en esta etapa, de suma importancia para su trayectoria, a la casa de Misericordia, y a su proyecto e iniciativa humanística y altruista, dicha corrida en beneficio de su proyecto principal reflejo de todo buenhacer».

Respecto a la ganadería, subraya que es «un hierro, inconfundiblemente pasional y apasionante». «El reto de torear seis miuras en solitario y la finalidad del evento representan un aliciente, con una carga irresistible y sumamente grata, aparte del significado, emocional, sentimental, pasional y profesional que entraña», concluye el comunicado del autor de una hazaña histórica.

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