Un huracán llamado Roca Rey en la Feria de Fallas

El peruano corta tres orejas y sale a hombros en una noble corrida de Victoriano del Río

Roca Rey , al natural con el tercer toro de la tarde Mikel Ponce

ABC , ABC y Andrés Amorós

Crónica

Con el buen tiempo y el fin de semana, Valencia se llena de visitantes; con el gran cartel, se llena la Plaza. Da gusto verla «abarrotá» (dice una joven). Los toros de Victoriano del Río dan buen juego, en general: Roca Rey arrasa, corta tres orejas y sale en hombros.

Hace 37 años, tomó aquí la alternativa El Soro , el torero de la huerta valenciana, un héroe popular. Después de muchas batallas –en los ruedos y en el quirófano– está en el coso, como apoderado del paisano Jesús Chover , que toma la altenativa. Dicen que lo eligió porque apreció, en el joven, el mismo entusiasmo que él derrochaba: es cualidad necesaria, pero no suficiente. Por grande que sea su ilusionada entrega y el cariño de sus paisanos, el contraste con el oficio de sus compañeros es enorme. Recibe a portagayola al primero (con la moda actual, casi en el centro del ruedo); suma las inevitables chicuelinas, antes y después de varas; banderillea con entusiasmo. El toro va pronto y largo. El toricantano conduce las nobles embestidas, lo da todo y mata caído (con una estocada así, antes, no se hubieran tolerado los gestos triunfales): petición cariñosa de los paisanos. Derrocha voluntad con banderillas y muleta en el último, mata a la segunda y el público le despide con una ovación: Valencia tiene ya un nuevo matador de toros.

Roca Rey cierra su triunfal faena al burraco quinto Mikel Ponce

En el segundo, Roca Rey , vestido como un banderillero, quita por chicuelinas (¡no nos libramos!). El toro queda más corto que el primero y la gente, que esperaba faena, se decepciona. El toro no era de bandera pero tampoco la fiera corrupia, y del Juli se espera más. Acaba con la habitual estocada con salto, desprendida y trasera. El cuarto se queda un rato en el caballo, se viene, pronto, pero derrota, al final de cada muletazo. El Juli intenta meterlo en la muleta pero el trasteo no resulta brillante y la decepción se repite. Mata con facilidad y pitan al toro: ¿cómo iban a aplaudir un «Impuesto»?

Está iniciando Roca Rey una temporada en la que los públicos le ven ya como primera figura. Es, ahora mismo, una apuesta segura, por ambición, valor frío y cabeza clara. El año pasado, arrasó, en todas las Ferias, pero también demostró que sabe torear al natural con clasicismo, además de asustar , con sus alardes. Al tercero, justo de presencia y fuerzas, apenas lo pican. En el quite, iniciado –¿cómo no?– por chicuelinas, se ve a Roca sobrado, con este toro. Los habituales cambiados por la espalda prenden la mecha; la hoguera crece al ligar muletazos mandones por los dos lados. Cuando el noble toro se apaga, recurre al circular invertido, el desprecio y las bernadinas, mirando al tendido: algo de menos valor pero que el público jalea con entusiasmo. Suenan dos avisos (la faena ha sido larga y pausada). Pincha antes de la estocada y el premio se queda en una oreja.

La figura peruana sale a hombros Mikel Ponce

Recibe con los pies juntos al burraco quinto , que tiene las fuerzas justas, y enlaza con… ¿adivinan con qué? Efectivamente: con chicuelinas. Y Chover quita… ¡por chicuelinas! Es demasiado… No es raro que el toro se derrumbe: tanta chicuelina agota a cualquiera. Comienza haciendo el poste, algo vistoso, sin más; mejora al enroscarse el toro a la cintura, con mucho mando . Los circulares finales, muy en corto, suscitan rugidos y de nuevo cierra con las manidas manoletinas. La estocada, al encuentro, queda desprendida pero es de efecto rápido: dos orejas. El toro ha sido un buen colaborador pero Roca Rey le ha hecho de todo, demostrando su gran momento.

Es, ahora mismo, el fenómeno que todos quieren ver y no los defrauda, por su gran capacidad, tanto en la joyería (el toreo fundamental) como en la bisutería (los recursos). Por las Fallas ha pasado un huracán llamado Roca Rey. Si los toros le respetan, seguirá arrasando.

Sexto toro

Último toro de la tarde. Turno de Chover, que recibe una ovación de despedida.

Quinto toro

Sale el quinto, Jaro, número 71, negro burraco, de 538 kilos. Los estatuarios son de escalofrío. Compás abierto de Roca, con tremendo asiento. Baja la mano y lo lleva toreado. Entregadísimo el torero, pone a la plaza en pie. Mata de una estocada baja. Pese a ello, el presidente atiende a la gran petición de trofeos. Dos orejas.

Cuarto toro

Impuesto, número 12, negro mulato, de 532 kilos. Gana terreno El Juli en los lances de saludo. Brinda al público un toro bruscote, con el que no se siente cómodo. No tiene suerte con el lote la figura madrileña. Estocada y descabello. Silencio.

Tercer toro

Maleada, número 185, negro mulato, de 536 kilos, con el hierro de Toros de Cortés. Silencio de expectación cuando se planta en los medios para el quite, por tafalleras y chicuelinas de compás abierto. De nuevo brota el silencio cuando se coloca para ejecutar dos cambiados por la espalda sin pestañear ni prácticamente arquearse. Una estatua. A derechas, con la muleta puesta y dispuesta, tira del toro con poderío y con enorme asiento, con la arrongancia de los grandes. Los alarga por el izquierdo, aplomadísimo y rotundo. Soberbio en el de pecho. Engarza el invertido y tira del desdén mirando al tendido. Llena totalmente el escenario. Alarga demasiado y suena un aviso cuando va a ejecutar unas bernadinas ajustadísimas, con mirada al público. Pinchazo y espadazo. Lo levanta el puntillero. Otro aviso. Se enfría la posible doble petición. Oreja.

Segundo toro

Ebanista, número 100, colorado, de 539 kilos. Tras el encuentro con el caballo, el toro protesta, cosa que se aprecia en el quite de Roca Rey por chicuelinas, con algún apuro, y que parece no venirle bien al toro. El Juli , genuflexo en el inicio, le va buscando las vueltas. Le falta ritmo al toro, renqueante. Tira de técnica el torero madrileño, pero la brillantez se antoja imposible. Cada vez se queda más corto, la gente se impacienta y no le queda otra que coger la espada. Estocada caída. Silencio.

Primer toro

Tallista es el nombre del toro de la alternativa de Jesús Chover . Herrado con el número 32, es negro mulato, de 537 kilos. El toricantano se marcha a la puerta de chiqueros, a recibir a portagayola a este pimero, que mete la cara con fijeza en las verónicas, rematadas con media de hinojos y una larga. Sonríe cuando toma las banderillas, con facultades pero desigualdad. Valencia está con el joven torero de la tierra. Brinda el toro de la ceremonia a sus padres: «Papá, más, gracias por todo y sobre todo por darme la oportunidad de ser libre». Se dobla con el toro, que lo pide por abajo y transmite. Muy bueno este ejemplar de Victoriano del Río, con el que intercala ambos pitones deseoso, sin muchas apreturas. Acaba por manoletinas mirando al tendido. Bajonazo. Petición de oreja y vuelta al ruedo.

Paseíllo

Con llenazo de «No hay billetes», hacen el paseíllo El Juli, de azul marino y oro; Roca Rey, de violeta y azabache, y Jesús Chover, de blanco y oro.

Sorteo

Esta mañana se han sorteado los toros de Victoriano del Río (dos con el hierro de Toros de Cortés, tercero y sexto). Los sobreros son de Puerto de San Lorenzo.

Cartel

¡Buenas tardes! Bienvenidos a la sexta corrida de la Feria de Fallas. Cartel de alto voltaje, con El Juli, Andrés Roca Rey y Jesús Chover, que toma la alternativa.

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