CULTURA

Tiguel Mena: «Somos un número, un producto, una exhibición ante el mercado de las redes sociales»

El escritor presenta su obra 'El reloj de pulsera', que narra la historia de unos amigos estudiantes en la Facultad de Medicina de Cádiz

Una obra literaria cargada de tensión, amor y angustia que conduce por las calles gaditanas

Tiguel Mena con su libro, 'El reloj de pulsera'. L.V.
Esther Macías

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Miguel -pseudónimo y nombre literario, Tiguel Mena- vuelve al mundo de la literatura y lo hace con su novela 'El reloj de pulsera', de la editorial Aliar Ediciones. A día de hoy va por su segunda edición, aunque promete que la historia tenga tres partes, la que se acaba de publicar y dos más.

'El reloj de la pulsera' narra la historia de unos amigos estudiantes de Medicina en la Facultad de Medicina de Cádiz. Se conocen en verano y llegan a la confianza durante el mismo. Todo parece ir bien hasta que un suceso pone «patas arriba» a la Facultad y a media ciudad.

Una obra literaria cargada de tensión, amor y angustia que conduce por las calles de Cádiz y sus alrededores en un ambiente veraniego y universitario.

- ¿Cómo fue el lanzarse para escribir una novela? ¿Qué le da la literatura?

Hacía años que escribía historias que tratan sobre las desigualdades, el desinterés, los perjuicios de las redes sociales, las relaciones tóxicas entre amigos y con la pareja, etc. Siempre incluyo matices y connotaciones sobre la actualidad política, la economía y la sociedad. Pero hay que tener cuidado y mucho tacto porque la literatura no es solo lo que transmites, sino de qué forma.

Mi primera novela, por ejemplo, tiene como mensaje de fondo que todo niño y niña que tenga un sueño o una meta en la vida la persiga siempre y cuando esté dentro de sus posibilidades. Es bueno y necesario remarcar esto porque los niños tienen mucha imaginación, habrá decenas de cosas que quieran tener y conseguir pero solo podrán con algunas. Respaldarlos y ayudarlos es necesario, que mantengan los pies en la tierra también. Mi segunda novela, en cambio, trata sobre los perjuicios de la red social. Lo curioso es que cuando empecé a escribirla creía que lo que contaba en ella solo sucedería en casos extremos. A día de hoy prácticamente en 2024 sabemos a ciencia cierta que podría ocurrir en cualquier día. Por un motivo: creemos que controlamos nuestras redes sociales pero la realidad es que nos exponemos demasiado ante ellas, la gente sabe demasiada información nuestra y son las apps las que nos dominan. El problema es que hay gente que no le da importancia pero es más serio de lo que parece. Somos un número, un producto, una exhibición ante el mercado de las redes sociales.

A mí la literatura me da paz, tranquilidad, desconexión. Tengo un diario donde escribo cada día o cada dos días a modo de desahogo como herramienta terapéutica, y otro donde escribo microrrelatos y mis historias. Evidentemente no todo se publica, pero sí lo que considero para dar promoción y publicidad a mi estilo y mis historias. Luego está lo que decido enviar a editoriales de manera más formal y seria, porque eso ya sí entra en el mercado literario.

- ¿Cuáles son los autores que siempre tiene cerca?

Autores consolidados y con masa literaria detrás tengo a Carlos Ruiz Zafón, Eva Garcia Sáenz de Urturi, Elvira Castro, Rosa Montero, Almudena Grandes, Dolores Redondo, María Oruña, etc. Considerados ilustres a Machado, Alberti, Unamuno, Miguel Hernandez, Rosa Luxemburgo, Clara Campoamor, Simone de Beauvoir . Y de la esfera internacional a JK Rowling, Kate Morton y Agatha Chrithie. Pero por mencionar a algunos de cada estilo, podría estar días dando nombres. Autores cercanos de donde resido habitualmente tengo amigos novelistas, poetisas y de lo más importante en este gremio, los lectores.

- ¿Por qué ha elegido ambientar la obra en Cádiz?

Buena pregunta, porque en realidad no tenía intención de concretar la zona de los hechos. Es decir, no tenía en mente ninguna zona específica donde explicar que transcurren los hechos, pero una había que poner y embarcarse en ella. Resulta de que la misma semana que empecé a escribir el primer capítulo estaba en la playa con un amigo, en La Caleta, y justo a mi lado se posó una gaviota mirando al mar, al mismo tiempo pasó una chavala mirando su móvil y por la forma de mirar la pantalla y de mover los dedos estaría respondiendo un mensaje o escribiendo algo. La cosa es que hay gente que pasa por alto los detalles que transcurren a su lado día a día, pero la gente que tiene imaginación los anota y les basta una palabra o un hecho concreto para darte un relato. Ahí fue donde nació el primer capítulo y la base de la historia. En Cádiz porque es una ciudad muy bonita y acogedora.

- Se esperan dos partes más, ¿pero se sabe más o menos cuándo se podrán leer?

- Sí, la segunda parte está acabada y en manos de una editorial. De hecho ya tengo el guión de la tercera, que cierra la historia y termina el círculo de los personajes. Hay ciertos plazos que el autor no controla, pero sí la información, me lo preguntan cada día cuando salgo a la calle. Se podrán leer pronto. Reconozco que me pasé un poco separando la historia en tres para dar vida al suspense.

- Para aquellos que les gustaría escribir un libro, ¿es fácil emprender el camino en el mundo editorial? ¿Se ha sentido respaldado desde el primer momento?

No, no es nada fácil. Existe como una doble vara de medir. Si eres un escritor conocido y con masa literaria detrás el camino es menos difícil. Pero si eres un escritor poco conocido y con tan solo el respaldo de los más allegados eres como un grano de arena en once kilómetros de playa. Además hay mucha gente que le da mucha más importancia a lo grande que sea el nombre del autor que a la calidad de la obra. La literatura de barrio está subsistiendo en España y cada cierto tiempo tienes que innovar porque salen nuevas apps o sitios donde encontrarte con los lectores. Hay editoriales para las que eres un producto de mercado, buscan los más rentables en el menor tiempo posible. No deja de ser negocio. Es una realidad que mientras antes se asuma, mejor. Conozco gente con un gran talento literario que podrían escribir hasta guiones de series, pero tienen que empezar a darse a conocer o directamente tener contactos y que al mismo tiempo les den la oportunidad. Consejo que doy: que los escritores principiantes no tengan como meta superar a alguien o parecerse a alguien. La literatura hay que disfrutarla. No solo trata de tener talento; sino también de espacio y tiempo, de motivación e inspiración, de inteligencia emocional y saber elegir la palabra exacta en el momento oportuno para el texto correcto

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