«Los niños de Murillo» marinean por la Torre de Don Fadrique

Luz, música, mapping, danza con cuatro bailarines dirigidos por José María Roca participan en el espectáculo

Espectáculo de artes escénicas “Los Niños de Murillo”, en el Espacio Santa Clara Vanessa Gómez

MARTA CARRASCO

Cuando había monjas en el monasterio de Santa Clara y hacían tarritos de mermelada de naranja, un grupo de chiquillos se colaba por el patio para marinear por un palo que les llevaba a lo más alto de la torre de Don Fadrique, esa monumental torre medieval casi desconocida en Sevilla. Entre esos muchachos, estaba uno que luego sería un genio de la danza, Antonio el bailarín, que vivía en la calle Alvaro de Bazán.

Ahora, al transcurrir de los años, otros niños, esta vez adaptados a los tiempos, a través de maping, luz y música, se reflejarán en los muros de la torre medieval a través de un espectáculo que, dirigido por José María Roca , lleva por título «Los niños de Murillo» , un montaje más conmemorativo del Año Murillo y que ayer fue presentado por el delegado de Cultura, Antonio Muñoz y José María Roca.

Más de veinte personas han trabajado en la realización de esta obraque según José María Roca, va a dejar en el público momentos únicos e inolvidables y que está pensado para ir directo al corazón. «Es un programa perfecto para las noches de verano , que juega con la noche, con la fuerza de las imágenes en movimiento, con el territorio y con la danza, una disciplina cuyo lenguaje elimina la barrera idiomática y convierte el espectáculo en una propuesta apta para los turistas que cada día nos visitan».

Danza y proyecciones

«Los niños de Murillo» es una propuesta que convierte la emblemática torre en una pantalla sobre la que aparecen los pícaros que con tanta vida y realismo retrató Murillo. «Pero ahora por vez primera, el espectador podrá verlos jugar, trepar, trapichear, asomarse o esconderse por sus ventanas y puertas. Mientras toda esa acción se produce sobre la fachada, convertida aquí en un lienzo gigante, cuatro bailarines danzan y juegan con las imágenes sobre el escenario».

Un momento de la representación Vanessa Gómez

Los bailarines que intervienen son Iván Amaya, María José Villar, María Gómez Risquet y Carlos Camps. Son todos bailarines andaluces que habitualmente trabajan con José María Roca en danza contemporánea.

«Partiendo de los cuadros que tiene Murillo, sobre todo los niños mendigos e indigentes, hemos ido generando esa atmósfera para crear una coreografía que cabalga entre el baile y el juego. Hay muchas travesuras, porque queríamos recrear esos pícaros murillescos tan característicos de sus cuadros. Además, Murillo los retrata siempre de forma amable, sonriendo. Hemos convertido la torre en un lugar donde casi viven los niños. La verdad es que ha salido un trabajo muy bonito con gran complicidad con el espacio».

José María Roca dice que la obra es para todos los públicos, «convertimos la torre de Don Fadrique en un auténtico sueño, y tiene una duración ideal, 35 minutos,por eso se hacen dos pases los sábados».

El espectáculo se inaugura el miércoles de 6 de junio y está programado hasta el 28 de julio con funciones de miércoles a sábados.

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