Tragedia griega en el Ministerio de Cultura

El ballet «Medea» enfrenta al Inaem y al bailarín Antonio Márquez

Antonio Márquez, como Jasón en «Medea» su etapa en el Ballet Nacional Paco Ruiz
Julio Bravo

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Un ballet -« Medea »- enfrenta al bailarín Antonio Márquez y al Ministerio de Cultura. Hace unos días, el artista sevillano repuso esta obra, estrenada por el Ballet Nacional de España hace treinta y cinco años, en el teatro Calderón de Valladolid. Ayer publicaba un comunicado en el que denunciaba que «el Inaem, a través de diversas acciones y presiones, y en contradicción con sus propias “políticas de desarrollo de programas relacionados con el Teatro, la Danza la Música y el Circo”, ha tratado por todos los medios de impedir este estreno, sin consideración alguna sobre los muchos e irreparables daños que podrían originarse».

La respuesta del Inaem no se ha hecho esperar: «Pese a la expresa negativa del Inaem, la Compañía de Antonio Márquez y Bataclán Ideas y Espectáculos siguieron adelante con su proyecto de llevar a escena “Medea” en su formato original sin la correspondiente autorización de sus legítimos propietarios, poniéndola en escena en el Teatro Calderón de Valladolid los pasados días 4, 5 y 6 de octubre, hecho que supone una clara vulneración de la propiedad intelectual y los derechos de los creadores y pone en una situación comprometida tanto a sus bailarines como al Teatro».

Pero ¿cuál es el origen de este desencuentro , que ha provocado que el Inaem esté «recabando todos los detalles necesarios para reclamar responsabilidades y salvaguardar así los derechos de los creadores, en defensa del interés público que representa».

Hay que hacer un poco de historia. « Medea » -la joya de la corona del Ballet Nacional de España y una de las piezas cumbre de la danza española- se estrenó el 13 de julio de 1984 en el Teatro de la Zarzuela. Sus autores eran José Granero (coreografía), Manolo Sanlúcar (música), Miguel Narros (guión y vestuario) y Andrea D'Odorico (escenografía).

En el año 2012, el Ballet Nacional repuso la obra; ya en esa fecha había fallecido José Granero, y a su heredero, Julio Príncipe , no le satisfizo esta reposición y retiró sus permisos de representación de la coreografía al Ballet Nacional. Al fallecer, hace un par de años, Príncipe, los derechos pasaron al bailarín y maestro Javier Palacios .

Antonio Márquez

Según el relato de la Compañía Antonio Márquez y de la productora Bataclán, «el Ministerio de Cultura tiene noticia de este montaje en noviembre de 2018 en una reunión con el recientemente nombrado Subdirector General de Música y Danza, Antonio Garde y la directora General del Inaem, Amaya de Miguel , que nos manifiesta su apoyo a la Compañía y de la que nos llevamos una magnífica impresión. Posteriormente la productora de la Compañía Antonio Márquez solicita al Inaem una Ayuda a Gira por España en la que, inequívocamente, se incluye el referido estreno de “Medea”, con música de Manolo Sanlúcar y Coreografía de José Granero, en el Teatro Calderón de Valladolid en octubre de 2019. En el mes de marzo del presente año es concedida dicha ayuda».

La Compañía Antonio Márquez solicitó al Inaem «la cesión de los elementos de producción existentes en el Ballet Nacional de España (escenografía, vestuario...)», que les fue denegada. «“Medea” -argumenta el Inaem- forma parte del repertorio del Ballet Nacional de España y, por tanto del INAEM, que está comprometido con la defensa, preservación y difusión de este patrimonio y debe salvaguardar de su deterioro el vestuario y escenografía originales».

Entre los planes del nuevo director del Ballet Nacional de España figura, además, la reposición de «Medea». El inconveniente: los dereschos coreográficos de la obra. Según el Ministerio de Cultura, «los depositarios del patrimonio coreográfico de José Granero eran favorables a la cesión de los derechos al BNE para su reposición »; según la Compañía Antonio Márquez, «el Ballet Nacional de España a día de hoy no puede representar “Medea” porque desde 2014 no dispone de los derechos coreográficos de la obra del Maestro, retirados por Julio Príncipe (heredero de José Granero) tras la reposición realizada en 2013».

Ante la negativa del Inaem a ceder la producción original de «Medea», la productora Bataclán decidió realizar una escenografía y un vestuario nuevos y seguir adelante con la puesta en escena del ballet.

Compañía y Ministerio difieren sobre la cesión de derechos . La primera alega que «la productora, como corresponde, ha gestionado los permisos a través de la SGAE y directamente con los propios autores y herederos que no sólo manifestaron su conformidad con la autorización, sino que se congratularon por el hecho de que “Medea” pudiera volver a los escenarios presentada por la Compañía Antonio Márquez con una acreditada trayectoria a lo largo de 25 años».

El Inaem, por su parte, asegura que en reiteradas ocasiones advirtió a la Compañía Antonio Márquez «de la no cesión de los derechos de la música, del vestuario, ni de la escenografía para esta representación, tanto de manera telefónica como por escrito, durante los meses de julio y septiembre. Por otra parte, tenemos constancia de que los titulares de otros derechos relacionados con “Medea” tampoco han autorizado ni han otorgado autorización alguna a la Compañía de Antonio Márquez».

Así las cosas, Bataclán y Antonio Márquez acusan al Inaem de presionar al Teatro Calderón para que suspendiera las representaciones de «Medea»: «dos días antes de su estreno, el Ministerio inicia una singular presión: el director del Teatro Calderón recibe la llamada de Amaya de Miguel y un oficio de la Secretaría General del Inaem exigiendo la cancelación de las representaciones aduciendo la exclusividad de la obra; al mismo tiempo la concejala de Cultura y Turismo de Valladolid y el alcalde de la ciudad reciben las mismas presiones, que se extienden a la productora y la Compañía, e incluso a los propios autores de la obra, con amenazas de emprender acciones legales en defensa de lo que denominan el “interés público que representa el Inaem”, lo que se percibe, en fondo y forma, como un anómalo e inesperado comportamiento impropio de una institución oficial defensora de la Cultura, las Artes Escénicas y la Música».

El Inaem está actualmente «recabando todos los detalles necesarios para reclamar responsabilidades y salvaguardar así los derechos de los creadores, en defensa del interés público que representa». Habrá que esperar al segundo capítulo de esta disputa.

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