«¿Quién mató a Sherlock Holmes?», un musical donde el mayordomo es un piano
Iván Macías y Félix Amador, creadores de «El médico», ponen en pie una producción «reducida y sostenible» basada en el detective inglés
Desde que Sir Arthur Conan Doyle creara el personaje en 1887, Sherlock Holmes se ha convertido en un auténtico icono y ha sido llevado al cine, la televisión y la escena en numerosas ocasiones y de muy diferentes maneras. Ahora se estrena en el Teatro EDP Gran Vía « ¿Quién mató a Sherlock Holmes? », un musical de pequeño formato «para tiempos de crisis», creado por Iván Macías y Félix Amador , los responsables del musical «El médico». La dirección del espectáculo es de José Luis Sixto y la coreografía de Federico Barrios . El reparto lo componen Daniel Diges , que encarna a Sherlock Holmes; Enrique R. del Portal (Dr. Watson), Talía del Val (Irene Adler), Enrique Ferrer (Profesor Moriarty), Josean Moreno (El Anfitrión) y Julia Moller (Señora Roberts).
La criatura que acaba de nacer fue concebida hace unos meses; concretamente en mayo de este año. Aplazado por la situación creada por la pandemia el proyecto de convertir «Los pilares de la tierra» en musical, Macías y Amador volvieron la mirada al flemático detective , que siempre había rondado sus pensamientos. «La idea era hacer algo sostenible y donde se pudiera garantizar la seguridad de la gente».
Para crear «¿Quién mató a Sherlock Holmes?», sus autores han colocado en el crisol las novelas de Sir Arthur Conan Doyle, su época -finales del siglo XIX- y a sus personajes. « El resultado es una historia que es como si fuera un relato perdido de Conan Doyle -explica a ABC Iván Macías-. Creemos que es muy fiel a su universo, y hemos tratado a todos los personajes con muchísimo respeto, dentro de que es un musical y lo que se pretende es entretener a la gente; que disfrute y se emocione».
La obra reúne en una mansión del Londres victoriano a varios personajes, cada uno de los cuales ha recibido una nota que dice: « Le han descubierto. Venga esta noche a mi mansión de Tennison Road si quiere salvarse ». Allí se unen el Dr. Watson, Irene Adler, el profesor Moriarty y Mrs. Roberts. Ninguno de ellos se conoce entre sí ni conoce al anfitrión; éste les cuenta que Sherlock Holmes va a ser asesinado. «Algunas de las últimas películas y series televisivas han roto el estereotipo de Sherlock -dice el compositor-, y le han aportado otros tonos al personaje. Pero ese estereotipo parecía difícil de llevar al escenario, aparte de que ha sido maltratado en alguna ocasión».
«Nosotros tratamos de presentar un producto cuidado dentro de las limitaciones, porque queremos hacer algo de calidad, pero evidentemente con una magnitud distinta a la de "El médico"». Y es que, insiste, la primera condición de «¿Quién mató a Sherlock Holmes?» era « la seguridad. Queríamos que todos los chicos se sientan seguros en el escenario -tienen tests diarios de antígenos-, que el público se sienta igual, Para ello no podíamos tener un equipo artístico y técnico como en "El médico"; aquí son 25 o 30 personas. No hay descanso... Este musical tiene una razón de ser, la pandemia. ¿Lo hubiéramos hecho en otras circunstancias? Seguramente sí, pero sería otro musical distinto».
Está seguro Iván Macías de que 2020 va a ser un año muy prolífico para la cultura. «Estoy convencido de que pronto conoceremos muchas cosas escritas durante estos meses de pandemia, y que no han tenido la oportunidad de estrenar como hemos tenido nosotros. Ha sido un año trascendente, y eso se tiene que reflejar necesariamente en los teatros ».
No hay obra policíaca que se precie sin su mayordomo . También lo hay en «¿Quién mató a Sherlock Holmes?». Es el piano, el único instrumento que sonará en directo. «De hecho, hay mucha improvisación en sus intervenciones. Además de acompañar las canciones, existe mucha música ambiental». De momento, por cuestión de seguridad, el resto de los instrumentos están grabados, cuenta Macías. «Pero tenemos la opción de tener en directo a toda la orquesta», aclara. Musicalmente, la intención del compositor es que el público la identifique inmediatamente como «música de salón», con swing. «Nos hemos ido al bebop de los años veinte, al jazz, al sonido de Nueva Orleans, no muy alejado de la estética del diecinueve pero más atractivo para el público de hoy. Y hay, claro, tres o cuatro canciones totalmente de Broadway».
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