Peter Brook: «Todas las respuestas están en Shakespeare»

A sus 94 años, el director de teatro británico, premio Princesa de Asturias de las Artes, rebosa vitalidad

El director de teatro británico Peter Brook, a su llegada a Oviedo EFE

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Hay gente que tiene una vitalidad innata. Son esa clase de personas a las que no les pesan los años, o no tanto, al menos, como para condicionar su obra, a la que viven entregados, y están convencidos, además, de que cuando les llegue la hora, la muerte les pillará trabajando. Son personas como la poeta Ida Vitale , la novelista Edna O’Brien o el director teatral Peter Brook . A sus 94 años, este londinense con cara de haber protagonizado más de una vida, llegó el lunes a Oviedo escoltado por su hijo, Simon Brook, y su nuera, Nina Parry, y dispuesto a recibir, el próximo viernes de manos de Don Felipe, el premio Princesa de Asturias de las Artes 2019 en el Teatro Campoamor. La emoción que confesó sentir, al verse reconocido, no impidió que regalara un saludo torero a su llegada, el lunes por la tarde, al Hotel de La Reconquista, el mismo en el que ayer mantuvo un encuentro con la prensa.

Brook ha preferido no conceder entrevistas y concentrar todos sus esfuerzos en una agenda que nada tiene que envidiar a la del resto de premiados, con visita incluida a Avilés. Y eso que no llegó a tiempo para asistir al estreno en España, el pasado sábado, en la Fábrica de Armas de la Vega ovetense, engalanada para la ocasión, de su última obra, «Why?», que en unas semanas también podrá verse en Madrid.

Humor, amor y Brexit

Dotado de un sentido del humor contagioso, Brook, considerado el mejor director teatral del siglo XX y uno de los grandes renovadores de esta disciplina artística, comenzó reivindicando la utilidad del teatro, «aunque sea sólo para una semana», y la posibilidad que siempre tenemos de «dar amor, hagamos reír, eso es importante». Tras atreverse con algunas palabras en castellano, dispuesto a meterse al público en el bolsillo, tuvo que responder a la pregunta inevitable sobre el Brexit y el futuro que le espera a su país natal. «Voy a hablar con el corazón. Estamos rodeados de políticos que cometen errores graves, pero este es el más estúpido de los últimos años. La unión Europea era un ideal de países que buscaban el consenso. La Historia lo demuestra, en Europa ha habido luchas entre distintos países por las fronteras, y esta idea de tener los Estados Unidos de Europa, como los Estados Unidos de América, sin que ningún país perdiera su soberanía, pero teniendo la convicción de que existe algo mayor, más importante que todos ellos... El Brexit es trágico, porque rompe con esa idea».

Brooks también quiso dejar claro que el error mayúsculo, el origen de toda la catástrofe que se avecina, lo originó la celebración de un referéndum que «convirtió el Brexit en una estupidez terrible», porque «sólo se puede decir sí o no si conoces todos los detalles, pero la gente no tenía ni idea de las consecuencias para la agricultura, la bolsa...». El caso es que ahora «nadie sabe cómo se va a resolver».

Con respecto a esa vitalidad suya que le lleva a seguir trabajando sin descanso, el británico apeló a su bardo favorito. «Ninguno sabemos cuánto tiempo vamos a estar aquí. Todas las respuestas están en Shakespeare, y él nos dice que tenemos que aguantarlo todo, seguir adelante. Hasta mi último momento, cuando esté retirado y bebiendo la mejor manzanilla que existe, si puedo seguir trabajando, lo haré. Hay una ley de la energía que dice que cuanta más das, más recibes. Sus preguntas son las que me hacen seguir, esa relación de recirpocidad es lo que nos mantiene vivos». Eso sí, nada de considerarlo «creador», pues sólo hay uno, y eso sería «una blasfemia».

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