«El método Grönholm», quince años de un fenómeno teatral

Tamzin Townsend vuelve a dirigir la obra de Jordi Galcerán, esta vez con Luis Merlo, Marta Belenguer, Vicente Romero y Jorge Bosch

Luis Merlo, Marta Belenguer, Vicente Romero y Jorge Bosch, en una escena de la obra Isabel Permuy
Julio Bravo

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No podía imaginar Jordi Galcerán hace poco más de quince años, cuando estrenó « El método Grönholm » -primero en catalán y después en castellano-, que esta obra sobre cuatro personas que optan a un puesto de ejecutivo en una multinacional, el trabajo soñado, se iba a convertir en uno de los mayores fenómenos teatrales recientes. Pero las cifras no mienten: se ha representado en más de sesenta países -«en Alemania se han hecho más de trescientas producciones», revela el autor-, además de haberse llevado al cine y a la televisión.

El estreno de 2004 en castellano lo dirigió una inglesa menuda y enérgica, Tamzin Townsend , que tres lustros después, convertida ya en una de las grandes directoras de nuestra escena, regresa a la obra con la que se consagró. Lo hace con un reparto compuesto por Luis Merlo -con el que también vuelve Townsend a reencontrarse-, Jorge Bosch -que formaba parte del elenco de hace quince años-, Marta Belenguer y Vicente Romero . «Es una función especial -confiesa la directora-, porque si mi nombre va asociado a una obra es a ésta; además me permite trabajar con Luis y con Jordi».

Galcerán añade que para él es una especie de prueba. «Quiero ver si se sigue leyendo igual, si funciona como hace quince años». Aunque reconoce que ha tocado «pequeñas cositas», dice que la obra es exactamente la misma. «La gente, la naturaleza humana , no cambia -tercia Tamzin Townsend-. Y esta obra habla de cómo somos, de la competitividad; eso es eterno, no envejece». «Hay frases -apostilla Luis Merlo- que incluso tienen mayor actualidad ahora, como cuando mi personaje dice: “con tanta corrección política y tanta mandanga”. La atemporalidad y la universalidad de un texto son la parte del iceberg que no vemos en él: todas las pasiones que compartimos, da igual de dónde seamos, nuestra condición social o política», concluye el actor.

Merlo -que hace algo más de seis años estrenó otro texto de Galcerán, «El crédito»- destaca una de las claves de «El método Grönholm»: el humor . «No conoce edades, razas, condición política, situación económica... Cuando consigues que una obra tenga un humor sólido y que sus personajes siempre tengan verdad ; cuando una idea pasa del escenario al patio de butacas convertida en humor... Eso es un milagro».

Tamzin Townsend ha afrontado la puesta en escena de «El método Grönholm» «como si en el pasado hubieras tenido una relación con alguien y la retomas después de quince años. Tienes familiaridad con ella, pero el tiempo ha pasado; conozco mucho la obra, la llevo muy dentro, pero ni he podido ni he querido montarla igual. Son cuatro actores diferentes -incluso Jorge Bosch es otro-, y todos hemos cambiado , incluida la sociedad. Y además confío muchísimo en la obra».

Autor, actor y directora esperan que vaya a ver la obra gente joven , que ha oído hablar de ella pero no pudo, por edad u otras circunstancias, verla hace quince años. Galcerán asegura, sin embargo, que no escribe pensando en un público determinado. «Mi trabajo es contar historias. No soy consciente de lo que la historia significa , de hasta dónde puede llegar... Eso se aprende con el tiempo. De “El método...” ha hablado tanta gente, que he ido construyéndola intelectualmente a posteriori. Pero yo escribí una historia que me parecía cruel y divertida».

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