Historias que lo cuentan todo
Hay un teatro que decide primero qué quiere decir o sobre qué quiere hablar y después plantea la historia a través de la que contarlo, y otro teatro que cuenta una historia y deja que sea ésta la que hable a los espectadores. El teatro de Claudio Tolcachir es de estos últimos. Hace ya más de una década que deslumbró con 'La omisión de la familia Coleman' -a la que siguieron 'El viento en un violín' y 'Tercer cuerpo'-, y no es exagerado decir que marcó un antes y un después en la escena española por sus puestas en escena -nacidas de la precariedad: las montó originalmente en el salón de su casa- efusivas y sinceras y por sus textos, trozos de vida arrancados de la realidad y con personajes que pareciera que se acababan de levantar de la butaca de al lado.
Tolcachir monta ahora 'Tercer cuerpo' con actores españoles (se cuelan en el reparto dos argentinos 'adoptados'); en ella, el espectador se cuela en las vidas de tres oficinistas y de una pareja en crisis. Tolcachir rompe las paredes y mezcla los espacios para enredar también las historias. La obra no quiere hablar de nada, pero finalmente habla de todo. Trata de vidas: de apariencias, de secretos, de frustraciones, de deseos incumplidos, de anhelos imposibles, de intentos, de miedos, de precariedades... Todo ello envuelto en un humor a veces transparente y a veces translúcido, con una puesta en escena apoyada en una interpretación viviente, que respira a borbotones hasta acompasarse con la respiración del público. Fundamental es el trabajo entregado y magnífico de los cinco intérpretes, entre los que destaca la inherente comicidad de Carmen Ruiz.
