Cornejo, la centenaria sastrería que viste a Galdós

Los Teatros del Canal acogen una exposición con medio centenar de trajes realizados por la legendaria firma para las obras del autor canario

Una imagen de la exposición Ep
Julio Bravo

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En 1920, con una pequeña colección de trajes, el sastre Humberto Cornejo Arenillas fundó un pequeño negocio en el número 28 de la Cava Baja, en el castizo barrio madrileño de La Latina. el encargo del vestuario de varias zarzuelas fue el principio de su relación con el teatro y el cine. Las superproducciones de Samuel Bronston en nuestro país en los años cincuenta y sesenta -«Orgullo y pasión», «El fabuloso mundo del circo», «El Cid»...- supusieron el despegue definitivo de una firma que, cien años de su formación, es parte imprescindible del mundo del espectáculo en España y presencia ineludible de los títulos de crédito y los programas de mano de películas y funciones teatrales. «No sé cuántos trajes podemos tener en los almacenes -decía hace unos años Humberto Cornejo, nieto del fundador, del que ha heredado también su nombre, y que dirige actualmente la firma-, pero de mi casa pueden salir vestidas 300 o 400 mil personas ».

La sastrería Cornejo no podía faltar en las conmemoraciones del Año Galdós ; gran parte de las series, películas y obras de teatro realizadas sobre las obras del autor canario: « Fortunata y Jacinta », « El abuelo », « Tristana »... Juan Carlos Pérez de la Fuente , director artístico del Año Galdós en la Comunidad de Madrid, ha querido darle su sitio a una empresa todavía familiar -ya son cuatro generaciones las que han cuidado del negocio- y ha organizado la exposición «Cornejo, el sastre de Galdós», que estará abierta en los Teatros del Canal hasta el 10 de enero próximo. Carmen Lucini , una historiadora del arte y museógrafa especializada en colección textil y moda, ha creado el concepto de la exposición y es la responsable de la conservación de los trajes.

«Hemos traído medio centenar de trajes a la exposición -explica Cornejo-. hay trajes de la serie «Fortunata y Jacinta», de Mario Camus, con figurines de Javier Artiñano . Hay vestidos de Maribel Martín y Ana Belén , que protagonizaron la serie. Fue mi primera superproducción en Cornejo, yo acababa de entrar a trabajar, y calculo que había entre cincuenta y cien trajes nuevos para los protagonistas. Pero además nosotros hicimos, sin que nos lo pagara TVE, otros cincuenta trajes nuevos, para que no se notara tanto la diferencia entre los de los protagonistas y los del fondo. En esa serie, desde luego, fabricamos más de cien trajes. Era una gran producción de TVE».

No ha sido fácil reunir el material de la exposición, los trajes, que se encuentran habitualmente en los 9.000 metros cuadrados de almacén que guardan un sinfín de piezas de vestuario de época. «Pérez de la Fuente me ha facilitado fotos de algunos espectáculos porque nosotros no encontramos los figurines». Y es que lo habitual es que los trajes de las distintas producciones vuelvan a la Sastrería Cornejo una vez concluida la explotación de la obra o el rodaje de la película. «Los únicos que compran hoy el vestuario son la Compañía Nacional de Teatro Clásico , el Teatro de la Zarzuel a y el Teatro Real -cuenta Humberto Cornejo-, cuando se mete en producciones que van a tener una diez años de vida. El cine y la televisión, desde luego, nunca compran, porque no necesitan la ropa para nada. Supone que nosotros invertimos en los trajes, pero es que precisamente vivimos del alquiler».

La exposición está dividida en cinco ambientes o cinco «escenas»: El autor, El taller, El camerino, El escenario y La gira . La primera recrea el despacho de Benito Pérez Galdós, en el que junto a una levita y un sombrero aparecen libros de los autores, españoles e internacionales, que marcaron al escritor canario. La segunda escena «recrea el ambiente del Taller de sastrería de la casa Cornejo, bastión de la creación de ensueños -dice Pérez de la Fuente-. Es un homenaje a todos los oficios en la sombra, intérpretes sensibles y discretos de sueños ajenos». La tercera supone «una visita a la intimidad del camerino de un actor o actriz de repertorio. Hay en estos espacios, básicamente, trajes de dos producciones de «Fortunata y Jacinta»: la serie antes citada y el montaje teatral que dirigió hace casi tres décadas el propio Pérez de la Fuente.

La cuarta evoca el escenario, el destino último de todos los esfuerzos, incluidos los de los creadores del vestuario. Lo ocupan, fundamentalmente, los trajes de « Puerta del Sol », un espectáculo que el propio Juan Carlos Pérez de la Fuente dirigió en 2008 (con motivo del bicentenario de la guerra de la Independencia), y que estaba basado en los « Episodios Nacionales » de Galdós. Junto a los trajes y uniformes (además de los que se usaron en aquel montaje se incluyen otros similares) se exponen elementos de la escenografía, como un cañón y varios caballos. Y la quinta escena rinde homenaje también a los comicos -«Itinerantes que hacían sus representaciones de pueblo en pueblo», reza el diccionario de la RAE-, con la trasera de un camión a la que se están subiendo los baúles del vestuario. Entre ellos está el que vestía Olivia Molina en el montaje teatral de «Tristana» presentado hace cuatro años. La exposición se cierra con una foto gigantesca de aquella representación en la que se ha incrustado una parte del texto: «No sabré amar por obligación; solo en la libertad comprendo mi fe constante y mi adhesión sin límites».

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