Daniel Bianco, en el acto de presentación como director del Teatro de la Zarzuela
Daniel Bianco, en el acto de presentación como director del Teatro de la Zarzuela - alberto nevado

Daniel Bianco, nuevo director del teatro de la Zarzuela

«Hay que abrir las puertas y las ventanas del género», dice el escenógrafo argentino, que sucede a Paolo Pinamonti

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Daniel Bianco, escenógrafo y gestor de origen argentino, y hasta ahora director artístico adjunto del teatro Arriaga, es el nuevo director del teatro de la Zarzuela, donde desempeñará su labor durante los próximos cinco años. Bianco, que sucede al italiano Paolo Pinamonti (nuevo director del teatro San Carlo de Nápoles), ha sido el elegido por el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem) de entre los veintiséis candidatos que se presentaron al proceso abierto de selección previsto en el código de Buenas Prácticas.

«Argentino de Madrid», como lo presentó Montserrat Iglesias, directora general del Inaem, lleva más de treinta años residiendo en España, donde ha cimentado un notable prestigio como escenógrafo, tanto en el mundo del teatro de texto como en la lírica o en la danza.

Conoce perfectamente la casa. En ella, recordó Blanco, «tuve la oportunidad de hacer mi primera escenografía “Don Gil de Alcalá”. Llevo al teatro de la Zarzuela en el corazón».

El proyecto de Daniel Bianco tiene como leitmotiv la «vocación de contemporaneidad». «Quiero convocar y seducir a todo tipo de públicos; para ello espero contar con los mejores profesionales y apostar por los artistas emergentes. Hay muchos cantantes jóvenes y directores musicales jóvenes de mucha calidad. Algo está pasando y yo no puedo permanecer ajeno». Bianco pretende que el único límite sea el respeto a la música. Sabe que los libretos de muchas zarzuelas -lo mismo que los de muchas óperas- no están a la altura de sus partituras, y es partidario de adaptar los textos. «No me gusta levantar ampollas, pero si se levantan, no pasa nada. Me gustaría revisar la dramaturgia de muchas obras. Hay zarzuelas en las que no se necesita hablar tanto, y además el espectador lo agradece. Hay que abrir las puertas y ventanas del género. La zarzuela no se puede quedar estancada, hay que abrir las compuertas».

Naturalmente, tiene en cartera los principales títulos del repertorio, pero también pretende descubrir zarzuelas olvidadas. «Recordar es placentero, pero descubrir es mágico. Prefiero la curiosidad del descubrimiento a la dinámica del recuerdo».

La labor de gestor y el siempre complicado engranaje de un teatro público no le son ajenos. Ha pasado por numerosas unidades de producción del Inaem y ha trabajado como coordinador artístico, director técnico y de producción. en el teatro María Guerrero, el Teatre Lliure de Barcelona, la Compañía Nacional de Teatro Clásico y el Teatro Real.

Escenógrafo de prestigio, ha desarrollado su labor especialmente en el campo de la ópera. Estrecho colaborador de Emilio Sagi, ha realizado la escenografía de todos sus últimos montajes. En unos días se podrá ver su trabajo realizado en «La Celia», un musical sobre Celia Gámez, con texto de Santiago Castelo, y un poco más adelante la opereta de Léhar «La viuda alegre»; ambas producciones en los teatros del Canal. También hay que destacar su estrecha colaboración con Lluís Pasqual.

En el campo de la ópera ha trabajado en prestigiosos teatros, como el teatro Colón de Buenos Aires, la Ópera de Roma, el Gran Teatre del Liceu, el Teatro Real. la Ópera de Montecarlo o la Ópera de Lausanne.

Su decálogo

1 – Programar, recuperar, conservar y difundir el repertorio lírico español: la ampliación del repertorio lírico español debe basarse en una labor de investigación y búsqueda de obras desde su valor musical y por su interés artístico.

2 - Difundir la zarzuela promoviendo coproducciones y alquileres de producciones propias del Teatro, dentro y fuera de España: además de prestigiar a la institución, la coproducción otorga la posibilidad de abaratar costes de producción y cachets y de conseguir representaciones en las sedes de los teatros coproductores.

3 – Reforzar el objetivo del departamento de actividades pedagógicas para preparar a los públicos del futuro, ampliándolo a través del programa ZARZA: «zarzuela por y para jóvenes», con funciones matinales y de tarde en el Teatro en colaboración con los centros educativos de primaria y secundaria.

4 – Insistir en la búsqueda del mayor nivel musical y de interpretación y exhibición escénica con el fin de ofrecer espectáculos de calidad que conecten con el más amplio espectro de público.

5 - Incrementar y diversificar los públicos a través de una oferta estudiada: manteniendo en sus propuestas artísticas un lenguaje actual, y estableciendo vínculos con los artistas emergentes de la escena internacional, para alcanzar con ello el mayor impacto popular y la máxima contemporaneidad.

6 - Optimizar el uso de espacios y equipamientos:, mediante proyectos como las «Visitas teatralizadas» o «Las notas del ambigú», recitales para voz, piano y recitador, con música del mismo periodo que aquella de los espectáculos programados en el escenario.

7 - Garantizar la distribución óptima de los recursos humanos para asegurar la viabilidad del Teatro.

8 - Fomentar la participación de profesionales españoles de las artes escénicas. Poner en marcha un «Concurso de jóvenes talentos» y un «Concurso para una obra de encargo».

9 - Desarrollar un plan de patrocinio explotando las posibilidades que ofrece el nuevo marco legal del mecenazgo en las artes.

10 - Elaborar nuevas estrategias de marketing y comunicación: crear un sello potente y definido del Teatro que sea reconocido a nivel mundial, que debe incorporar al mismo tiempo el atractivo de su programación, su marca de calidad y su talante innovador.

Ante la repentina marcha de Pinamonti, que deja el cargo a partir de este otoño al haber sido nombrado nuevo director artístico del Teatro San Carlos de Nápoles, el Inaem ha realizado un proceso de selección al que se presentaron 26 candidaturas.

Alicia Moreno, Félix Palomero, Pilar Tomás, Daniel Bianco e Ignacio García fueron los cinco candidatos finalistas a suceder a Paolo Pinamonti al frente del teatro.

Tal y como establece el vigente código de buenas practicas del Inaem, en este proceso se han tenido en cuenta los méritos de las candidaturas presentadas de acuerdo con los fines, principios y objetivos establecidos en el estatuto del Teatro de la Zarzuela.

Asimismo, las propuestas han sido valoradas por los vocales del Consejo Artístico de la Música del INAEM, órgano de participación y asesoramiento del Instituto. Además, a lo largo de este mes se han celebrado entrevistas personales con los seleccionados, según informa EP.

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