CRITICA DE DANZA

Virtuoso desafío

Estreno en el teatro de la Maestranza del Dresden Frankfurt Dance Company

Dresden Frankfurt Dance Company ABC

MARTA CARRASCO

Exitoso estreno del Dresden Frankfurt Dance Company en el teatro de la Maestranza, con un programa compuesto por cuatro obras, «Metamorphers», «Echoes from a restless soul», «Postgenoma» y «Moto Perpetuo», todas del director del elenco, Jacopo Godani.

El ex-bailarín y coreógrafo italiano, forjado en la escuela Mudra de Béjart, tomó en 2015 el releve al mítico William Forsythe quien había dirigido durante 20 años el ballet en Frankfurt. Godani ingresó en el Frankfurt Ballet en 1991 como intérprete, pero ahora al frente de la compañía intenta crear un lenguaje coreográfico propio basado en el desafío físico de los bailarines y sobre todo en el virtuosismo controlado.

El elenco es impresionante, no hay palabras para describir la forma física que exhiben, la minuciosidad de gestos y, sobre todo, cómo responden a las exigencias de Godani que pone el acento coreográfico especialmente en las torsiones corporales, el virtuosismo de brazos y manos abiertas, y el uso de las puntas, con un material dancístico clásico reinterpretado más allá del lenguaje tradicional.

«Metamorphers», con música en directo, Cuarteto para cuerda nº 4 de Bartók (quizás demasiado amplificada), interpretada por el Ensemble Modern, fue la primera obra. Un gusto ver bailar con la música en escena. Una pieza algo fría, pero efectiva y de lucimiento coral.

También música en directo en la segunda pieza, «Echoes from a restless soul», con música de Ravel , quizás lo más lírico de la noche, con impresionantes y bellísimos pasos a dos y un vestuario que recordaba a Versace, además de un magistral solista al piano.

«Postegoma» es un paso a dos sólo para virtuosos, con música de 48Nord, la pieza exige de una interpretación fulgurante y casi milimétrica.

Y, finalmente «Moto Perpetuo» , también con música de 48Nord, una coreografía donde los 18 bailarines del elenco exhiben no sólo una enorme energía, sino una exacta coordinación, exigencia técnica e interpretación. Aquí la dificultad se extiende también a la técnica en puntas de las bailarinas.

El lenguaje de Forsythe todavía se vislumbra en el trabajo de Godani, que poco a poco, sin olvidar sus maestros, crea su propio libro de instrucciones donde las formas, la ocupación del espacio, y sobre todo el desafío, son los factores más importantes. Porque es así, Godani desafía a sus bailarines en cada obra, y para bien de la Danza, ambos han salido ganadores.

El público aplaudió calurosamente cada una de las obras, y despidió en pie a la compañía que salió hasta cinco veces a saludar. Hay que recordar que por este teatro de paseo Colón hemos visto pasar a grandes leyendas de la Danza como Maurice Béjart, Jiri Kilyán, Carolyn Carlson, Bill T. Jones, Antonio Gades, Nacho Duato, Ullate..., y esos tiempos deben volver. La Dresden Frankfurt Dance Company es un buen punto de partida. Y si puede ser, no como una excepción dentro de la programación, sino con un criterio claro de crear afición y hacer temporada. La Danza y los aficionados, así lo demandamos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación