Un público entregado inunda Sevilla de cultura y rememora la Expo 92

La sexta edición de la Noche en Blanco reunió a numerosos sevillanos que visitaron los espacios monumentales más destacados de la ciudad

Mucho público en las visitas guiadas M. J. LÓPEZ OLMEDO

N. ORTIZ

Pasadas las 20:30 de la tarde, bajo la silueta de una imponente torre de Don Fadrique, la violonchelista Beatriz González Calderón interpretaba el Preludio de la primera suite para violonchelo y daba el pistoletazo de salida a la sexta edición de la Noche en Blanco.

Con unas temperaturas aún bastante elevadas, fueron muchos los sevillanos que anoche salieron a la calle para disfrutar de las más de 160 actividades que tuvieron lugar en las distintas zonas de la ciudad.

Aunque el evento no tenía una temática concreta, sí había muchas iniciativas destinadas a recordar el XXV Aniversario de la Expo . La Cartuja fue, por tanto, una de las zonas más visitadas de la noche.

En el Pabellón de la Navegación , que acoge una muestra de objetos y recuerdos de la Exposición Universal, se vivió, incluso, una de las estampas mas típicas del recinto hace venticinco años: una larga cola de personas esperaba ante la entrada del pabellón su turno para ver la exposición. Por un instante, parecía que el tiempo no había pasado por la Isla de la Cartuja, sensación que aumentaba al ver a Curro, la mítica mascota, que entretenía a muchos de los sevillanos que se encontraban en los alrededores.

Colas para visitar la Catedral JUAN FLORES

También fueron muchos, sobre todo familias, los que eligieron Isla Mágica para celebrar la Noche en Blanco. El parque temático preparó una programación especial en recuerdo a la Expo 92 que incluía, para deleite de pequeños y mayores, la proyección de un fragmento del espectáculo que se proyectaba sobre el lago del recinto aunque, esta vez, se vio sobre el Fuerte de Isla Mágica y no sobre el agua.

Además, el Jardín Americano volvió a cobrar vida y acogió un concierto que forma parte de un programa conmemorativo de la primera vuelta al mundo.

Muy cerca de allí, el CaixaForum , una de las novedades de esta sexta edición de la Noche en Blanco, fue uno de los sitios más visitados, y eran muchos los contemplaban embelesados las obras de Soroya y Fortuny. Algunos, como Carlos, que acudió con su novia, no habían visitado aún el nuevo espacio cultural de la ciudad. «No conocía el CaixaForum y qué mejor manera de hacerlo que en una noche tan especial», confesaba.

Iglesia del Salvador

En el casco histórico, las colas continuaban: en el Museo de Bellas Artes , por el varios grupos de quinceañeros se paseaban curiosos, en Santa María la Blanca, el Palacio de los Marqueses de la Algaba y, por supuesto en la Catedral y el Alcázar . La iglesia del Salvador , otra de las novedades de este año, también reunió visitantes que pudieron contemplarla de una manera única, a la luz de la luna llena que ayer iluminaba, en blanco, Sevilla.

El Caixaforum fue uno de los espacios más visitados J. M. SERRANO

Por otro lado, la iglesia de San Luis de los Franceses , que se incorporó el pasado año a la nómina de lugares participantes, se consolidó como uno de los monumentos más atractivos del evento. Aún no eran las ocho de la tarde cuando la cola ya rodeaba el edificio, con muchas personas expectantes por ver esta joya del Barroco que ha sido abierta tras años de restauración.

Los sevillanos, además, acogieron de buen grado la apertura del Hospital de los Viejos , y la cola era considerable a pocos minutos de la apertura. También hubo un goteo constante de visitantes en la Fundación Cajasol , que ofreció ayer dos interesantes actividades: la muestra «Sáenz de Tejada. La elegancia del dibujo. Crónica de París», permaneció abierta hasta las 2 de la madrugada con posibilidad de visitas guiadas y se celebró, además, un concierto de música folk.

En el Teatro Lope de Vega , por su parte, los participantes en visitas guiadas pudieron conocer de primera mano cómo se sienten los artistas encima del escenario, cómo es el palco de la Casa Real o qué motivos embellecen los techos, entre otros muchos datos.

Casa de la Ciencia

La cercana Casa de la Ciencia , que ha estrenado temporada hace pocos días y donde pueden verse exposiciones sobre nutrición, informática o el fenómeno de la luz y, por supuesto, el Planetario, fue uno de los puntos de atracción para las familias. En concreto, según explicaba la propia institución, a las diez de la noche más de 500 personas la habían visitado ya. Y aún quedaba mucha noche por delante.

Además, decenas de iniciativas privadas en talleres de artesanía, salas de teatro o bares inundaron ayer la ciudad. Hubo recitales de flamenco rutas históricas, actividades infantiles o catas de vino. Alternativas para todos los gustos en un evento que, según el delegado municipal de Cultura, Antonio Muñoz, y el director de la Noche en Blanco, Manuel Fernández, «se ha consolidado en la agenda cultural de la ciudad».

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