Entrevista

Mikel Izal: «Que la gente conozca tu música por el boca a boca es la forma más romántica de crecer»

La banda madrileña llega este sábado al auditorio Rocío Jurado con su gira «Autoterapia»

Izal actuará este sábado en el auditorio Rocío Jurado ABC

Fernando Rodríguez Murube

Izal, la banda madrileña formada por Mikel Izal, Alejandro Jordá, Alberto Pérez, Emanuel Pérez «Gato» e Iván Mella, actúa este sábado en el auditorio Rocío Jurado para presentar su gira «Autoterapia». Esta banda se ha ubicado entre las preferencias del público indie en los últimos años, como lo demuestra el hecho de que vengan de colgar el cartel de entradas agotadas en ciudades como Barcelona, Valencia o Madrid, donde reunieron a 34.000 personas las pasadas noches del 5 y 6 de abril en dos shows consecutivos en el WiZink Center de Madrid.

A escasas horas antes de la gran cita en la capital hispalense, Mikel Izal (voz y compositor) atiende a este periódico para analizar la exitosa carrera del grupo, sus influencias musicales, etc.

Comparado con otras bandas, vuestro éxito llegó relativamente pronto, hace unos tres años, apenas cinco después de que arrancara el proyecto Izal. Haciendo un repaso de vuestras anteriores visitas a la ciudad, en 2015 actuaron en el CAAC y tres años después dieron el salto al auditorio Rocío Jurado (asistieron unas 3000 personas). Ahora, se han vendido más de 6000 entradas. Siempre creciendo y ganando adeptos.

Siempre hemos dicho que quien nos ha llevado hasta donde estamos ha sido la gente con el boca a boca, compartiendo la música por redes sociales, y ésa es una forma de crecer que no puede ser más romántica, enriquecedora y democrática. Ahora llegamos a Sevilla, al Rocío Jurado, de una forma muy diferente. Recuerdo perfectamente ese día, cuando llegamos a aquel auditorio gigante todavía no estábamos acostumbrados a ese tipo de conciertos, creo que hubo medio aforo más o menos, que ya estuvo muy bien. Pero ahora llegamos a Sevilla, al Rocío Jurado de una forma muy diferente, vamos a estar muy cerca de lograr llenarlo según tengo entendido.

¿Qué ha pasado en este tiempo?

Básicamente mucho trabajo, muchísimos conciertos, muchísimas reuniones de trabajo para ver por dónde tirar, qué hacer y qué ideas nuevas podíamos poner sobre la mesa para que el proyecto avanzara. Desde el año que me comentas, también ha habido dos discos que creemos que son, sin duda, los más maduros, los más trabajados…No me gusta utilizar la palabra mejores en este caso, porque depende de los gustos de cada uno y de las emociones. Durante los primeros discos todos los miembros compaginábamos la banda con trabajos bastante exigentes —Mikel, por ejemplo, era ingeniero de telecomunicaciones—, y a partir del momento en que nos profesionalizamos y a dedicarnos en cuerpo y alma a la música es cuando empiezan a pasar todas estas cosas que comentas.

¿El disco «Copacabana» fue el punto de inflexión?

Sí. El listón ya estaba alto con «Copacabana», pero con «Autoterapia» creo que lo hemos superado. Al menos, a nosotros musicalmente es el que más nos ha llenado y más nos ha emocionado. Lo realmente increíble es que dos discos consecutivos supongan sendos puntos de inflexión (para bien en ambos casos). En este sentido no nos queda otra que disfrutar del momento y de estos dos milagros [risas].

Siguiendo con esta línea, doy otro dato: en abril de este año, hace apenas un par de meses, Izal llenó dos veces el Wizink Center (34.000 personas en total). ¿Dónde está el techo de esta banda?

Más allá de cifras y de hitos, está claro que cuando gestionas bien estas situaciones y cuando las sabes disfrutar y ocurren cosas así, pues te hacen feliz. Estamos trabajando más que nunca en este sentido, en saber digerir bien todo lo bueno que nos está pasando, con perspectiva y naturalidad. En nuestro caso, Desde 2011 que empezamos a tocar hemos dado cientos de conciertos, seguramente rondemos los mil. Ahora hacemos giras de 40 o 50 shows al año en aforos grandes, pero hemos llegado a hacer 150 porque había que visitar todos los garitos de España. Todo ha sido de una manera muy tangible. El camino ha sido muy largo, muy artesanal, quizá el gran público y la prensa, como es lógico, solo nos han escuchado durante los últimos cuatro años, pero nosotros somos muy conscientes de que hay un trabajo importante detrás, y por eso valoramos mucho lo que tenemos. No nos ha puesto alguien de repente en un escenario delante de 17.000 personas, eso sí sería difícil de digerir.

A pesar de todo, El de los festivales continúa siendo un circuito básico para vosotros.

Sí, sin ir más lejos lo fue el año pasado. Los festivales han sido nuestro gran escaparate a lo largo de estos casi diez años. Sinceramente, les debemos mucho del público que nos sigue hoy día. Está claro que mucha gente nos conoció en los festivales. Sobre todo entre 2013 y 2015, año en el que publicamos «Copacabana», hicimos alrededor de 50 festivales. Una locura. En ese sentido, tenemos que dar las gracias a los organizadores de los festivales, ya que en ese momento no llenábamos los aforos que llenamos hoy pero confiaban en nosotros.

Es evidente que Izal es una banda de directo. Aunque pueda parecer una afirmación de Perogrullo, no lo es, porque no todas las bandas tienen su punto fuerte en los directos (no vamos a dar nombres). ¿Dónde está vuestro secreto para tener un directo tan potente?

Creo que en directo es donde damos el do de pecho. Dentro de esta ecuación de crecimiento, es una maravilla que el directo, que al final es lo que importa, sea capital para nosotros. Mucha gente se convenció viéndonos tocar. No sé qué más puede pedir un músico. Es la verdad de un grupo: empiezas a tocar y la gente que está delante se emociona o no se emociona. Hay mucho trabajo, cada vez más. Desde el primer día hemos estado muy concienciados de intentar dar lo mejor en cada concierto, de que sonara lo mejor posible y de que el público disfrutara con nuestra música. Además, desde hace tres o cuatro años tenemos más recursos, hay que recordar que nos lo pagamos absolutamente todos y así la cosa llega donde llega, pero aun así invertimos mucho (y cada vez más) en el show digamos extra musical, aunque todo es musical, porque todo va enfocado a favor de que la música luzca más, en este sentido nada es 'gratis' en la producción, todo tiene un motivo. Por ejemplo, llevamos unas luces y una escenografía que no habríamos soñado hace 3 años.

En este sentido, creo que habrá tenido un curro importante llevar al directo este disco. ¿Ha sido el disco más difícil de llevar al directo?

La verdad es que no. Como te decía antes, ha sido el disco que más nos ha emocionado, y las canciones suenan muy bien, ya sonaban muy bien en los ensayos, que no desmerecía nada en directo.

Pero por ejemplo en la canción que abre y da nombre al disco, «Autoterapia», hay arreglos de violines que supongo habrá sido complicado de sustituir en directo para que la canción no pierda encanto. En este caso en concreto pienso que el aporte del violín es, en gran medida, el culpable de que esta canción emocione tanto.

Ya te digo que no llevamos violín en el directo[risas] . Pues mira, ahí el señor Alberto Pérez, nuestro excelso guitarrista, se saca de la manga un recurso que es tocar la guitarra como Dios. Tenemos la suerte de que Izal cuenta con unos instrumentistas que son una verdadera pasada. Partiendo de esa base, siempre tenemos la oportunidad de poder darle una vuelta de tuerca a las canciones, a los arreglos de los discos para llevarlos al directo, hasta el punto de transformar el espectacular arreglo que en el disco nos regala el gran Ara Malikian, que es insuperable y son palabras mayores.

Para terminar, hablemos de Influencias musicales. A mi modo de ver, está claro que grupos indies como Love of Lesbian o Second tienen algo que ver en este sentido. Pero qué otra música ha influido o influye en Izal a la hora de hacer canciones.

A los grupos que mencionas los descubrí cuando empezamos nosotros, así que no considero que sean una influencia. En mi cerebro compositor, sin duda, mi referente ha sido Queen. Es lo que más escuché entre mis 15 y mis 20 años. Mi referente a muchos niveles, por muchos ingredientes de su música que entonces me impactaron. Luego eso se mezcla con Sabina, incluso con Ismael Serrano, Jorge Drexler, cantautores que cuidan las letras, una faceta que también me gusta pulir. Extremoduro también fue una referencia para mí en cuanto a letras y actitud (transgresión, la poesía dura). Quizá sea un cóctel un poco extraño, pero que al final es lo que da como resultado las canciones que compongo.

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