Concierto Pablo Alborán en Sevilla

Pablo Alborán: «Ahora mismo es muy complicado confiar en cualquier político»

El artista malagueño llega mañana al estadio de la Cartuja con su gira «Prometo»

El cantante Pablo Alborán durante la presentación del «Tour Prometo» José Ramón Ladra

Fernando Rodríguez Murube

El malagueño Pablo Alborán regresaba al panorama musical el pasado mes de noviembre tras dos años de ausencia. Y lo hacía a lo grande, como todo lo que ha hecho a lo largo de su corta pero intensísima carrera, con el lanzamiento de un nuevo disco, «Prometo», que pese a ver la luz casi en Navidad, fue el disco más vendido del año en España. Y es que éxitos casi instantáneos como «No vaya a ser» o «Saturno» le han vuelto a alzar a lo más alto.

De este modo, el artista que ha revitalizado la música pop en español en la última década, volvía a arrasar con una obra personal y sorprendente, continuista pero con matices ricos y novedosos, resultado de dos años de reflexión en los que Alborán ha crecido como artista. Un álbum en el que está todo lo que ha convertido su música en un fenómeno internacional, pero que también hace hueco a todas sus nuevas influencias, resultado de su curiosidad y evolución musical.

Recientemente ha regresado a España tras su exitosa gira por Latinoamérica, donde ha llevado su música por primera vez a países como Costa Rica o Guatemala, además de volver a actuar en Argentina o Colombia.

La gira del nuevo disco de Pablo Alborán, el cuarto de su carrera, llega mañana a Sevilla, al estadio de la Cartuja , donde más de 30.000 personas volverán a disfrutar de un auténtico espectáculo de masas tal y como lo fueron tus anteriores citas en la capital hispalense. Será la quinta de las 18 ciudades que visitará en total el cantautor y pianista malagueño. En su espectáculo, diseñado «exclusivamente para Sevilla», no faltarán ninguno de sus temas más famosos como «Te he echado de menos», «Donde está el amor», «Pasos de cero», «Recuérdame», «Volvería», «Quién» o «Por fin».

Alborán ya ha dedicado en Instagram unas palabras a sus seguidores sevillanos este pasado miércoles, y en más de una ocasión ha dicho que «haría cola con sus fans» en agradecimiento a la devoción que muestran en cada una de sus citas musicales.

Viene de triunfar rotundamente en Latinoamérica y acaba de arrancar su gira española. ¿Cómo afronta el concierto de mañana?

Llego con unas ganas impresionantes de cantar en Sevilla. En el Olímpico jugamos en casa, porque esta ciudad siempre me ha tratado como si fuera de aquí, con mucha pasión y entrega, y porque hay dos músicos y varios componentes del equipo que son de aquí. Desde que supe que íbamos a hacer Sevilla, incluso antes de conocer que era en La Cartuja, ya tenía ese gusanillo. Además, el concierto será grabado para ser emitido en un canal de televisión y eso supone otro aliciente más.

¿Qué diferencias hay entre esta gira y las anteriores de Pablo Alborán?

Con esta gira hemos dado un paso adelante muy importante. Será un concierto muy brillante a nivel artístico, audiovisual, de luces, etc. Llevamos casi un año trabajando muchísimo para que sea un engranaje perfecto, para que la gente vea casi un cuadro en vez de un concierto. El resultado es que estoy disfrutando como un bebé con esta gira, hasta el punto de que cuando acaba cada concierto me quedo con la sensación de que volvería a repetir, y eso antes no me pasaba. Tengo ganas de que el público disfrute lo que hemos preparado, porque presentamos un show exclusivo para Sevilla. Sinceramente, no creo que esperen lo que traemos.

¿Y a nivel puramente musical?

Para empezar, que el nuevo trabajo, «Prometo», es un disco mucho más libre, y eso se nota bastante en directo. Otro aspecto diferenciador es que el criterio a la hora de elegir el repertorio para estos conciertos ha sido muy claro: yo quería que todas las canciones estuvieran ligadas de algún modo. Para ello muchos de los temas de mis primeros discos se han arreglado para que en esta gira tengan un sonido más actual. Me gusta definirlo como una especie de viaje en el que la gente disfruta durante dos horas de un recorrido musical por muchos lugares, por muchas atmósferas.

Tras su exitosa última gira decidió tomar aire. ¿Para qué le han servido estos dos años de retiro voluntario?

Supuso un punto y aparte que me ayudó a ver las cosas con más perspectiva, algo que a veces es muy necesario. Pude ver la industria, la música y el trabajo de una manera diferente. Además, pude disfrutar con mi familia y con mis amigos de siempre, y por supuesto enriquecerme musicalmente. Pero el verdadero motivo es que estaba saturadísimo. Hasta el punto de creer y pensar que todo el mundo era mi enemigo, y cuando pasa eso es que hay un problema. Entendí que había llegado el momento de parar y decirme a mí mismo que igual el problema lo tenía yo. Ha sido lo mejor que he hecho.

¿Cómo sentó a su entorno profesional el hecho de que parase cuando estaba en la cima?

Ahora estoy viendo en Netflix la serie sobre Luis Miguel y me está sirviendo para darme cuenta de cómo de interesada ha sido y es a veces la industria musical. Sin embargo, yo he tenido una suerte inmensa en ese sentido, porque cuando decidí parar tuve la fortuna de que mi entorno más cercano me apoyó y me entendió en todo momento. Algo que valoré y sigo valorando muchísimo.

¿Qué música ha escuchado durante este tiempo? ¿Recomienda algún disco reciente?

A mí me vuelven loquísimo el flamenco y el jazz, y me he empapado de estos dos estilos. Además, me ha gustado mucho el último disco de John Meyer, y también «Salvavidas de hielo», el último de Jorge Drexler.

El tenista Rafa Nadal se ha manifestado recientemente sobre la actual situación política en España. ¿Piensa que es interesante que personajes públicos e influyentes como él o usted muestren su opinión al respecto?

Si es desde el respeto, por supuesto que sí. No solo la gente conocida si no también el ciudadano de a pie. Ahora en las reuniones con mis amigos es muy habitual hablar de política, y eso antes no me pasaba. No sé si es bueno o es malo, pero sí estoy convencido de que la política no tiene que ser un tema exclusivo de ellos (los políticos), tiene que ser más que nunca de nosotros (los votantes), porque siempre votamos, pero no siempre elegimos.

¿Y cuál es la sensación de Pablo Alborán sobre todo lo que está ocurriendo?

Estamos en un momento muy complicado. Antes podía estar de acuerdo con algunas cosas de unos y con otras de otros, pero mi sensación de ahora, que estoy viajando tanto, es un poco apocalíptica. El hecho de pensar que todo el mundo es igual, que la cosa nunca cambia, que todo el mundo roba, que los políticos siempre son corruptos, provoca que ahora mismo sea muy complicado confiar en quien sea. Y esa situación da miedo, porque crea una horrible sensación de desánimo y falta de esperanza.

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