Ana Belén, protagonista de la obra ‘Eva contra Eva’ en el Teatro Lope de Vega

La palabra metateatro asusta porque huele a bostezo. ‘Eva contra Eva’, sin embargo, es una obra destinada a un público general, pues trata emociones universales que trascienden la temática de este montaje. Su cartel, encabezado por Ana Belén, Mel Salvatierra, Javier Albalá, Manuel Morón y Ana Goya, ha generado enorme expectación. Las entradas se han agotado para disfrutarla este sábado 1 de mayo en el teatro Lope de Vega a las 18 horas y el metateatro, por su tratamiento, de pronto se ha vuelto atractivo para un patio de butacas que con ansias lo espera.

Inspirada en la rompedora ‘Eva al desnudo’ (1950), de Joseph L. Mankiewicz, película que comparte hazaña con ‘Titanic’ (1997) y ‘La La Land’ (2016) en sus catorce candidaturas a los premios Óscar, de los que ganó seis, nos introduce en el universo de la interpretación para reflexionar acerca del paso del tiempo. Una suerte de juego de espejos en la que dos actrices, de dos generaciones distintas, deben interpretar a un mismo personaje . En esta coincidencia chocan dos maneras de entender la vida y la profesión. Y a esta fórmula, además, se sumarán otros tres rostros para tocar el oficio desde todos sus vértices.

Sílvia Munt , la experimentada directora a cargo de ‘Eva contra Eva’, defiende la versión libre de un clásico de la gran pantalla: «Había cosas en esta película maravillosa que ya son más propias de otro tiempo; debemos entender que tiene más de setenta años. Ese choque de trenes, en el que se da una imagen de las mujeres como seres malos y competitivos, siempre enfrentados, lo hemos tratado de otra manera. Están condenadas, a pesar de sus diferencias, a entenderse, como sucede en la realidad. Escenas como las del crítico abofeteando a una actriz o puntos de vista como esa necesidad imperiosa de formar una familia de otra de ellas los hemos revisitado para ver su vigencia», explica.

Cada una de las generaciones, la que con avidez arranca su carrera y la que, inevitablemente, contempla la evolución del mundo, su aspecto físico y los papeles que le ofrecen, encierra sus propios miedos y fantasmas. «Los que vienen tienen esa necesidad de existir, de darse a conocer. Los que llevan mucho tiempo en esto han de aguantar el tipo , hacerse mayores con dignidad. Y por ahí se cuela el cómo uno se ve a sí mismo, cómo te ven los demás, cómo te querrías ver, cómo quieren verte, aunque seas de otra manera... Eso es lo que está en escena y lo que da el diálogo», afirma Munt.

La oportunidad de ver a Ana Belén, icono de la música española, sobre las tablas, ha despertado el interés de la mayoría. Ella es, según quien la dirige, «un regalo. Nunca habíamos trabajado juntas y para mí ha sido como destapar lo que es: una grandísima artista. Como todas, con una gran humanidad, una gran potencia y una gran fragilidad . Es un cóctel molotov que tiene una fuerza desgarradora, y que conjuga a la perfección con los demás». De esta forma, que promete una combinación de inteligencia, elegancia y madurez expuesta ante los asistentes, todo parece ya preparado para presentarse en la capital hispalense. El teatro se ha mirado por dentro para contar el mundo.