El Archivo de Indias de Sevilla restaura en público un cañón de un galeón hundido hace más de 300 años

Forjado en Sevilla formó parte de la dotación del Nuestra Señora de Atocha perteneciente a la flota de Nueva España

Público observando el proceso de restauración del cañón en las galerías superiores del Archivo de Indias Raúl Doblado

Jesús Morillo

El Archivo General de Indias muestra al público desde este martes hasta el próximo 12 de octubre la restauración de un cañón que ha estado bajo el mar más de 300 años y que perteneció al Nuestra Señora de Atocha , un galeón de la flota de Nueva España que se hundió con un rico cargamento de oro y plata en septiembre de 1622 por causa de un huracán a nueve millas de las islas de Cayos Marquesas, en la Florida .

El cañón, que se encuentra habitualmente ubicado a la entrada del edificio, se ha trasladado a una galería superior del Archivo de Indias, donde se ha asentado en un andamio para que un equipo de tres técnicos de la empresa Ártyco procedan a su restauración de cara al público hasta el 12 de octubre , para después culminarla en los talleres en un proceso que tendrá una duración de tres semanas.

La directora del Archivo de Indias, Esther Cruces , ha explicado que estos trabajos se están realizando de cara al público con motivo de la Semana Europea de la Conservación-Restauración , con el objetivo de dar visibilidad a los profesionales de este campo, «poniendo en valor y divulgando algunos de los trabajos y proyectos» que se llevan a cabo en la institución.

El cañón del galeón Nuestra Señora de Atocha se está restaurando, además de por motivos de conservación, de cara a formar parte de una gran exposición que prepara el Ministerio de Cultura , en colaboración con el Gobierno de México , sobre la historia de otro navío de la flota de Nueva España: el Nuestra Señora del Juncal , uno de los buque insignias de esta armada y que corrió una suerte similar a aquel, ya que se hundió en 1631 tras soportar intensas tormentas.

La muestra está previsto que se inaugure en el archivo sevillano a finales de noviembre y forma parte de la colaboración que mantienen España y México para el rescate del pecio de Nuestra Señora del Juncal. La exposición también se podrá ver posteriormente en México.

La flota de Nueva España unió durante la Edad Moderna la metrópoli y el virreinato donde se asienta el actual México. Los barcos realizaban rutas entre el puerto de Veracruz y el de Sevilla , primero, y posteriormente Cádiz . Las naves transportaban productos agrarios y manufacturados desde Europa y en el viaje de vuelta traían plata, cacao, jengibre... pero también los productos asiáticos, como la seda, que el Galeón de Manila llevaba al puerto de Acapulco .

Zona de huracanes

La mayoría de los navíos de la flota eran, por tanto, mercantes, aunque solían ir protegidos por algunos galeones de guerra para combatir a los barcos ingleses y holandeses que trataban de hacerse con las mercancías. Con todo, la mayor parte de hundimientos de la flota de Nueva España se debieron a los elementos, pues el mar Caribe es una zona de huracanes .

Fue un huracán, precisamente, el que precipitó el hundimiento del Nuestra Señora de Atocha que, según el Ministerio de Cultura, se fue a pique junto a siete embarcaciones en la zona de los cayos de Florida. Este galeón era la nave almiranta de la flota e iba armada de veinte cañones. Junto con el galeón Santa Margarita transportaba gran parte de las riquezas destinadas a la metrópoli, entre las que destacaban 7.000 onzas de oro en lingotes o discos.

Uno de los restauradores trabajando sobre el cañón Raúl Doblado

El cañón del galeón Nuestra Señora de Atocha lo recuperó en 1975 el cazatesoros estadounidense Mel Fisher y su equipo. La pieza se trasladó a la National Geographic Society de Washington y, con motivo de una visita de la Reina Sofía en 1976 por el Bicentenario de la Independencia de Estados Unidos la institución decidió obsequiarla con el cañón.

El Gobierno estimó que el lugar indicado para conservar la pieza debía ser el Archivo de Indias a donde llegó en 1977, ya que, como explica su jefe de Conservación, Manuel Álvarez , aquí se encuentra toda la documentación sobre el galeón hundido.

La pieza, de bronce de unos 1.300 kilos de peso , tiene 280 centímetros de largo, un diámetro de base de 36 centímetros y de 26 centímetros en la embocadura. El cañón, que se forjó en 1612 en Sevilla, se asentaba en una cureña -la pieza de madera que le sirve de soporte- que no era original y que le ha provocado un grado de humedad que generado un deterioro imprevisto y sobre el que tendrá que intervenir el equipo de tres restauradores.

El coordinador del proyecto de restauración, Ángel Luis García , de la empresa Ártyco, señala que la intervención persigue la limpieza del cañón, la aplicación de tratamientos para propiciar la inhibición de la corrosión y, finalmente, la protección mediante dos capas de Incral y una final de cera microcristalina. Estos trabajos los podrán seguir todos aquellos que se acerquen hasta el próximo 12 de octubre a visitar el Archivo de Indias.

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