Congreso Cien años de Antonio el Bailarín

«Antonio El Bailarín es el gran divo de la Danza Española»

Antonio Canales, Javier Latorre, Antonio Márquez y Javier Barón analizaron el paso de Antonio por el Ballet Nacional

Antonio Canales, Javier Latorre, Javier Barón y Antonio Márquez, moderados por Marta Carrasco Juan Flores

M.C.

El sábado día 6 con un homenaje a José Antonio, el discípulo y heredero de Antonio El Bailarín, concluirá el Congreso 'Antonio. Cien años de baile' que, organizado por la cátedra de Flamencología de la Universidad de Sevilla ha reunido en nuestra ciudad a investigadores, estudiosos y artistas que han glosado y estudiado la figura de uno de los genios de la Danza Española, Antonio Ruiz Soler , cuyo centenario de nacimiento se cumplió el día 4 de noviembre.

El congreso se ha celebrado en la Fundación Tres Culturas donde en la segunda jornada se dieron cita en una mesa redonda los bailarines y coreógrafos Antonio Canales (Sevilla, 1961), Antonio Márquez (Sevilla, 1963), Javier Barón (Alcalá de Guadaíra, Sevilla. 1963) y Javier Latorre (Valencia, 1963). Todos coincidieron en la misma época con Antonio cuando dirigía el Ballet Nacional de España, y con la coordinación de la periodista y crítica de Danza de ABC de Sevilla, Marta Carrasco, relataron sus vivencias con Antonio, en alguna ocasión contando anécdotas que levantaron las risas de los numerosos asistentes al congreso.

«Antonio fue el gran divo de la Danza Española , que se codeó con todos las estrellas internacionales. Fue el que creó los grandes ballets», dijo Antonio Canales, quien comenzó en la Escuela del Ballet Nacional y luego bailó bajo las órdenes de Antonio. El bailaor sevillano hizo las delicias de los asistentes cuando contó cómo se había puesto a espiar un ensayo de Antonio mientras montaba al bailarín Paco Romero el zapateado de Sarasate. «Antonio no nos dejaba asistir a esos ensayos, así que yo en el teatro Carlos III de El Escorial, me escondí detrás de la cortina de un palco para verlo, con tan mala fortuna que estornudé, y me oyó. Yo llevaba unas mallas blancas para hacer la clase, y como castigo me tuvo un mes con las mallas para todas las clases, incluso con las botas, ante las risotadas de mis compañeros», relató.

De Javier Latorre dijeron el resto de los componentes de la mesa, «era el ojito derecho de Antonio, porque se aprendía los pasos en seguida ». Latorre fue el primero en ser solista con Antonio, «yo había ingresado en el Ballet Nacional con Antonio Gades, y luego pasé con Antonio. En aquella época había un respeto casi patológico por los referentes. Antonio con sesenta y dos años te demostraba lo que querías que hicieras. Si querías tres piruetas y un doble tour en l'air, las daba, con la rodilla doblada, la espalda doblada, pero él las hacía. Nosotros en el Ballet Nacional nos criamos como personas, era una escuela de vida» .

Contaron como anécdota cómo los bailarnes todos los días esperaban ver cómo venía vestido Antonio, «nos poníamos en el pasillo a verlo, era divertido su atuendo», y comentaron que a todos les había marcado con sus enseñanzas, «no nos enseñaba sólo a bailar, era una enseñanza de vida. Antonio le dió categoría mundial a la Danza Española. Eso sí que es 'marca España'», dijo Antonio Márquez.

Javier Barón, que también entró en el Ballet Nacional de España a través de su escuela y estuvo a las órdenes de Antonio, dijo que, «tuvimos la suerte de estar en la gran época de oro del Ballet » y recordó cómo a pesar de su corta estatura, «cuando levantaba los brazos Antonio era tremendo».

Todos lamentaron que haya desaparecido la Escuela del Ballet Nacional de España, «muchos de los que hoy somos coreógrafos y bailarines surgimos de esa escuela. Su desaparición es una tragedia», manifestó Javier Latorre, mientras Antonio Márquez denunciaba la inexistencia de compañías institucionales de Danza Española, «¿dónde podrán bailar los chicos y chicas que estudian estas disciplinas en los consevatorios? No hay compañías, no hay teatros con compañías de danza residente en España ».

Antonio y el cine

La figura de Antonio también se ha analizado en el Congreso a través de sus películas, de sus apariciones en el NODO, de las músicas que encargaba para sus espectáculos, o incluso a través de quienes fueron sus primeras bailarinas como Teresa Maizal, Alicia Diaz, Carmen Rojas, Carmen Roche o María Rosa , quienes se desplazaron a Sevilla.

La relación de Antonio con el flamenco se trató en una mesa redonda en la que han intervenido el guitarrista Manuel Morao , el coleccionista y flamencólogo, Antonio Reina y el investigador Pedro Madroñal, moderados por el periodista Manuel Curao.

Manuel Morao relató cómo Antonio Mairena le llevó a la compañía de Antonio, y cómo tuvo que hacer una audición para entrar en la misma, «el no quería oirme tocar, quería bailar. Me dijo tú toca, y se puso a bailar». Señaló que, «con quien mejor bailaba flamenco era con Antonio Mairena y conmigo . El se sentía a gusto e improvisaba cuanto quería. Sabía mucho, era un genio».

La imagen de Antonio fue también analizada a través de los numerosísimos fotógrafos que realizaron fotos al artista, como Gyenes, cuyo análisis fotográfico corrió a cargo del fotógrafo Pablo Juliá, ex-director del Centro Andaluz de la Fotografía, el profesor Emilio Martí y el investigador Valeriano Durán.

La segunda jornada concluyó en la mañana con el magnífico baile por 'caracoles' de Lucía Fernández con el cante de Elena Morón, la guitarra de Emiliano Liti y palmas de Juan José Ortega. Y la jornada de tarde contó con un cierre espectacular con el baile de «La farruca del Molinero» a cargo de Antonio Márquez , que levantó al público de sus asientos con una larguísima ovación.

En la última jornada, que tendrá lugar en la tarde en la Fundación Cajasol, además del homenaje a José Antonio, se llevará a cabo el análisis de la obra de Antonio a través de su paso por Hollywood y su etapa estadounidense, así como se celebrará una mes redonda en la que intervendrán Ana María Bueno, Merche Esmeralda, Elna Matamoros, Fernando Romero José Antonio y José Nieto , tras la cual se clausurará el congreso con la pieza '¡Ay Vidalita¡' que interpretará el bailaor Fernando Romero, quien fuera subdirector del Ballet Nacional de España y que pondrá punto final a este Congreso que ha querido rendir homenaje en su tierra a uno de los grandes de la Danza Española y Mundial: Antonio.

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