La Staatsoper de Berlín estrenará gratis «Lohengrin» el domingo en su web

Dirigida por Calixto Bieito, Roberto Alagna debuta en el papel del protagonista

Calixto Bieito, el pasado mes de octubre en Bilbao EFE

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Intentemos mirarlo por el lado bueno: debido a la pandemia, los aficionados de España podrán asistir virtual y gratuitamente al estreno de «Lohengrin» , el próximo domingo, con solo hacer click en la página web de la Staatsoper de Berlín. Los ensayos se han ido celebrando con puntualidad, con la esperanza de que el cierre alemán de la Cultura terminase el 30 de noviembre, pero dada la progresión de los contagios el cierre va para rato y el intendente Matthias Schulz ha optado por el mal menor, mantener el estreno y ofrecerlo en «streaming» para toda Europa .

Las circunstancias del evento han forzado algunas modificaciones. Matthias Pintscher no dirigirá la Staatskapelle en la gran alineación que solemos disfrutar en Unter den Linden para las obras wagnerianas, sino una orquesta de solo 45 músicos. Cabe recordar que no hubo muchos más instrumentistas en el estreno de «Lohengrin» en Weimar, en 1850, por lo que en realidad estaremos ante una representación más genuina y fiel al original.

Novedades

Pero esta versión retráctil e históricamente legitimada no es la única novedad. Los maestros de la Staatskapelle se desplazarán al palco del proscenio , para poder preservar las desviaciones actuales. El coro, también en versión reducida de 74 voces, cuando suelen ser hasta 120, estará presente gracias a la nueva y lujosa tecnología escénica integrada en la reciente renovación de la casa. Gracias a las plataformas elevadoras que comunican el backstage con el escenario, los cantantes pueden actuar en estructura escalonada, escuchándose los unos a los otros y todos a la vista del director. Los intérpretes, eso sí, seguirán siendo los protagonistas: Robert Alagna como Lohengrin, que debuta en el papel ; la soprano lituana Wida Vne Mikneviciute como Elsa, Ekaterina Gubanova como Ortrud, Martin Günther como Telramund Hengler y René Pape como Heinrich der Vogler.

Calixto Bieito reubica la trama en las dependencias de una prisión moderna de alta seguridad , que cobra apariencia surrealista en alguno de los actos para acoger un cuento de hadas con ecos, efectos de luz y, por supuesto, grabaciones de vídeo, en un total de seis representaciones, cinco de ellas programadas para enero y para las que todavía no se ha hablado de posible retransmisión. Por el momento, lo único que tenemos es que el día 13 de diciembre, a las 22:15 , será retransmitido el estreno en internet y a través de los canales de televisión Arte y ZDF. Esta es la forma que ha encontrado el intendente Matthias Schulz, en el cargo desde 2018 y con contrato hasta 2024, para adaptar la Staatsoper a la inesperada y agobiante situación a la que el coronavirus ha sometido a la música. No en vano, en su nombramiento, el senador de Cultura de Berlín, Klaus Lederer, destacó su «habilidad y previsión» como las principales cualidades por las que había sido seleccionado para el puesto, sin sospechar siquiera todavía hasta qué punto se vería obligado a tirar de ellas para mantener a flote el teatro.

«Es devastador» , dice sobre la situación. «Habríamos tenido las Jornadas del Barroco en noviembre, con un estreno de ópera, dos reposiciones y 15 conciertos. Muchos artistas independientes participaban en este festival y se han visto particularmente afectados. Y ahora esto…», afirma en referencia al cierre de gastronomía, ocio y cultura que durará como mínimo hasta el 10 de enero y que el Gobierno está estudiando ya cómo prolongar, «pero queremos aprovechar todas las oportunidades para actuar en público, nos adaptaremos a las demás actuaciones posibles y estamos preparados para ello».

¿El «streaming» llegó para quedarse?

La obligada reprogramación se lleva de la Staasoper varios títulos por mucho tiempo, como el drama ruso «Chowanschtschina» durante dos años. «Con “Idomeneo” todavía esperamos poder ponernos al día en enero y para “Lohengrin” hemos encontrado esta fórmula, que no es ideal pero que sí es esencial para mostrar que seguimos ahí.

Quizá la nueva generación de intendentes entienda mejor las posibilidades del «streaming» y sea finalmente una herramienta que ha llegado para quedarse. «Es ya un factor adicional importante », reconoce Schulz. «De hecho, en marzo lo estuvimos practicando casi a diario, pero nunca será un reemplazo equivalente , porque la música se crea en el espacio, la música necesita experiencia directa, experiencia sensual. A la larga, tampoco es correcto que el “streaming” se ofrezca gratis, ahora durante la pandemia, sí, pero incluso si queremos ofrecer nuestra ópera lo más ampliamente posible, necesitaríamos mucha más calidad, la calidad debe primar siempre sobre la cantidad».

Schulz añade que muchas ni siquiera son aptas para retransmisiones audiovisuales y expresa su esperanza de que la sociedad muestre un gran corazón por la Cultura y se dé cuenta de que existe el riesgo de perderla: «Corremos un gran peligro de que las estructuras se rompan permanentemente y de que los jóvenes que se esfuerzan por estudiar música o arte prefieran buscar opciones más seguras. Aún no podemos estimar las consecuencias, se mostrarán en cinco o siete años».

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